“En el Tolima hay una evidente crisis de dirigencia”, William Ospina

Crédito: Jorge Cuéllar / EL NUEVO DÍAEn su apuesta política, el candidato William Ospina asegura ser austero en sus gastos, basando su campaña principalmente en ideas y mensajes.
En diálogo con EL NUEVO DÍA, el candidato de ‘La Liga’ para la Gobernación, habló sobre sus recorridos por el Tolima y compartió algunas propuestas de su campaña, con las cuales buscará rescatar las potencialidades del departamento para su desarrollo económico y social.
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Avalado por el partido Liga de Gobernantes Anticorrupción, el escritor William Ospina busca llegar a la Gobernación del Tolima. Bajo la premisa de recoger una parte de los votos que acaparó Rodolfo Hernández en la segunda vuelta presidencial del 2022, más de 380 mil, el aspirante busca superar a la hegemonía política conservadora y buscar cambios para la región.

No en balde, al escritor tolimense le habían llegado proposiciones de otros partidos. Sin embargo, Ospina recibió una llamada de Rodolfo Hernández, quién el año pasado lo postuló como tentativo Ministro de Cultura, y que para esta ocasión, le propuso proyectarse en la contienda por la Liga.

 

Precisiones políticas

EL NUEVO DÍA: A menos de un mes para las elecciones, ¿qué revisión hace sobre su campaña?, ¿ha elaborado una radiografía sobre el Tolima durante sus viajes?

William Ospina Buitrago: Siento que estoy interpretando algunos de los sentimientos de los tolimenses en este momento. La indignación contra la corrupción, el desencanto con el viejo estilo de la política y el manejo de las maquinarias, y un montón de necesidades muy sentidas de los municipios que no han encontrado solución. 

Ver municipios con carencias en el acceso al agua potable, Ibagué con racionamiento de agua, el mal manejo de las aguas residuales, el mal cuidado sobre las dieciocho cuencas que dan al río Magdalena y que el río mismo esté tan abandonado; es algo que la gente siente y creo que es a lo que hay que responder. 

Mi diagnóstico es que el Tolima no tiene un sentido de unidad, está ‘descuadernado’, falta mucho diálogo entre las regiones, el norte no parece saber nada del sur, el oriente no parece saber nada del occidente, y el río es como el destinatario de los malos usos que se hacen del suelo, por lo que de alguna manera traduce qué tanto estamos cuidando el territorio.

 

E.N.D.: Durante su campaña, ha insistido en la recuperación del río Magdalena, ¿por qué?

W.O.B.: Salvar el río Magdalena no es solamente una cuestión de belleza y cuidado de los escenarios naturales, sino que su cauce es vital para la gente, para los pescadores, para los cultivadores. Hay que proteger el río, como también las montañas de donde nacen sus aguas en los páramos. 

Si el río está mal, es el territorio entero el que está mal: nuestra manera de cultivar, de cosechar, de reforestar. Requerimos un esfuerzo inmenso de productividad sana y orgánica, el territorio lo merece para generar un turismo intenso, pero protector. Tenemos mucho que mostrar, nuestra gente es muy acogedora. Con productividad, con cuidado de la tierra, con cambio de las costumbres agrícolas, con un esfuerzo de valor agregado en la agroindustria y protección de la naturaleza, es mucho lo que haremos por el departamento. 

 

E.N.D.: Dentro del electorado hay una pregunta recurrente, ¿por qué un escritor se vincula a la política electoral?

W.O.B.: Un grupo de amigos me estuvo llamando para proponerme como candidato a la Gobernación. Traté de no alentarlos, pero no podía ser sordo a ese llamado. Me propusieron que diera un paso hacia la acción, y me pareció que hay momentos en los que se debe asumir compromiso, más allá de seguir criticando.

Estoy vinculado a la política desde hace mucho tiempo, a través de la opinión y la escritura. Escribí hace 25 años un ensayo, ‘¿Dónde está la franja amarilla?’, que ya suponía una crítica radical al gobierno colombiano y a la manera en que se maneja el país. Hace diez años publiqué un libro, “Pa’ que se acabe la vaina”, todavía más indignado e impaciente hablando de las cosas que Colombia necesita.

 

E.N.D.: Usted ha hecho un símil entre el Tolima y el estado de Israel, en cuanto a la extensión de su superficie, ¿por qué cree que tiene tantos retrasos en su desarrollo territorial?

W.O.B.: Para mí es importante la comparación con Israel porque tenemos la misma superficie, pero la diferencia entre ambos territorios es muy grande. Israel es un desierto, el agua es escasa y hacer que crezca un cultivo requiere un esfuerzo titánico. 

¿Cuál es la clave de esa diferencia? Israel es un país unido por un relato compartido, con un sentido de pertenencia muy poderoso. El Tolima podría lograr cosas maravillosas, si tuviera ese relato común y sentido de pertenencia. 

Tenemos una exuberancia natural extraordinaria que podría contribuir a ese relato, y tenemos una gran cantidad de diferencia de matiz en el territorio que son ricas, una cosa es estar en Murillo junto al Nevado del Ruiz, otra cosa es estar en Honda junto al río Magdalena. Son escenarios maravillosos, con su gente y sus costumbres heredadas sobre su relación con la tierra. 

 

E.N.D.: También ha hablado de la posibilidad de unir al Tolima con la región pacífica, estableciendo vías con el Valle del Cauca, ¿de qué se trata?

W.O.B.: Los campesinos saben por dónde se cruza la cordillera, aquí no se trata de hacer obras de infraestructura, sino establecerlas en diálogo con la comunidad y la naturaleza. La ruta al Pacífico podría desembotellar al sur del Tolima, el sector agrícola del sur podría encontrar una salida a los grandes mercados. 

Salir al litoral del Pacífico es abrirle las puertas a medio planeta para nuestros productos. Con el Valle del Cauca somos territorios hermanos, y hemos estado separados completamente. Me asombra mirar el mapa del Tolima, y ver cómo hay salidas en todas direcciones, a excepción del Valle del Cauca. 

Tenemos abandonados al Parque de las Hermosas, y en vez de incorporarlo a un proyecto de departamento y de país, lo hemos dejado abandonado y por eso crecieron todas esas violencias. El proyecto requiere una interacción con el Gobierno Nacional, pero es un clamor de toda Colombia. No es una cuestión de una carretera nada más: el proyecto debe ir acompañado de legiones de sembradores y cuidadores de la naturaleza. 

 

E.N.D.: ¿Cree usted que a la clase política del Tolima le hace falta grandeza?

W.O.B.: Sí, y traduciría esa falta de grandeza como falta de conocimiento, falta de memoria, falta de compromiso y falta de peso frente al país. No saben gestionar ni visibilizar el territorio, la región ha perdido liderazgo frente a la nación. 

Me siento autorizado por mi vida personal, para hablar de la importancia de que la región tenga presencia ante el mundo. En el Tolima hay una evidente crisis de dirigencia.

 

E.N.D.: A menos de un mes de los comicios electorales, se nota en las calles un gran flujo de publicidad política, ¿cómo ha manejado las diferencias de financiación en su campaña?

W.O.B.: Creo que gastan mucha plata porque es lo único que tienen, y puede ser cierto que con plata se pueden comprar unas elecciones. Pero yo siento que ha crecido en el Tolima un voto de opinión, de gente que no se deja enredar tan fácil por las maquinarias. 

No queremos obtener nuestro triunfo porque hicimos mucha publicidad, porque pusimos muchas vallas o porque ‘empapelamos’ el territorio. Sé que es el camino más difícil el que nos hemos propuesto, no vamos a intentar ganar invirtiendo fortunas, la democracia empezó a perder fuerza cuando cayó en poder del dinero.

Trato que nuestros mensajes en las redes no sean cuñas triviales, sino mensajes argumentados de porqué necesitamos recuperar la productividad del territorio y los diálogos territoriales. Confío en el criterio de la gente, los políticos no son dueños de la voluntad del ciudadano. 

 

E.N.D.: ¿Qué le responde a las personas que no simpatizan con Rodolfo Hernández, y que tienen inquietudes al respecto?

W.O.B.: Simpatizo con él y su propuesta de combatir la corrupción en el país. Su idea de aligerar el Estado, lleno de funcionarios nombrados con fines políticos. Hay gobernantes que llegan a prometerlo todo, y nunca llegan a nada porque ‘el que mucho abarca, poco aprieta’. 

Aunque entiendo que existan personas que no lo quieran a él por su manera de ser tan espontánea y ‘pechana’, creo que también mucha gente agradece de que exista un político que no sea hipócrita, que no ande fingiendo lo que no es y que muestre sus defectos y sus virtudes. 

 

E.N.D.: La hegemonía política del conservatismo, tiene desplegado un ‘aparato’ electoral fuerte en las regiones. Ellos son la continuidad del establecimiento, el cual le achaca el atraso regional a los líderes de las ‘toldas rojas’, ¿qué piensa?

W.O.B.: Las castas que han dominado al departamento, creen que ya ganaron, creen que tienen el poder en sus manos, y por ser dueños, creen que pueden perpetuarse. Aprovechan los recursos del Estado para hacer sus campañas, pero es bueno que recuerden que en las elecciones pasadas ganó el voto de opinión, y que también Rodolfo Hernández estuvo solo una vez en Ibagué. 

Está bien que le apuesten a la plata que tienen, y a la capacidad de atar voluntades, pero que no se confíen demasiado porque, aquí hay mucha gente insatisfecha, inconforme e indignada que quiere otro Tolima y otra presencia ante el país.

 

Credito
REDACCIÓN POLÍTICA

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