Salud mental en Colombia: un llamado de S.O.S.

Crédito: Freepik/ El Nuevo Día.En Colombia 44,7 por ciento de los niños y niñas sufren de afectaciones en su salud mental.
En Colombia 44,7 por ciento de los niños y niñas sufren de afectaciones en su salud mental, mientras en el mundo la cifra es de 168 millones.
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Problemas no detectados y tratados pueden derivar en situaciones más graves como el suicidio, cuya ocurrencia es mayor en jóvenes entre 20 y 24 años. Buscar ayuda, hablar y observar posibles signos de alarma puede hacer la diferencia.

Recientemente la Unicef propuso la campaña Abraza tu mente: de salud mental sí hablamos invitando a dar una conversación honesta sobre algo que afecta cada vez a un mayor número de personas, sobre todo, menores, adolescentes y jóvenes, pero en un tono educativo y una actitud abierta que involucre a todos: padres, madres, profesores o cuidadores.

Su preocupación no es gratuita a la luz de sucesos recientes y no tan recientes como los de los suicidios de dos jóvenes universitarios de instituciones educativas de Bogotá. Urge no callar, no verlo como un tema tabú, expresar las emociones y buscar ayuda.

Según las estadísticas, en 2020 había más de 1.200 millones de adolescentes en el mundo   entre 10 y 19 años y a partir de un estudio de la carga mundial de enfermedades, los cálculos de la Unicef apuntaban a que más del 14 por ciento padecía algún trastorno de salud mental, es decir, 168 millones de niñas, niños y adolescentes enfrentándose a situaciones como depresión, ansiedad, bipolaridad, desórdenes en la alimentación o esquizofrenia, entre otros.

En Colombia, el Ministerio de Salud y Protección Social, junto al Centro Nacional de Consultoría, aplicaron en 2023 una encuesta a 3.430 personas mayores de 18 años de Antioquia y Eje Cafetero; Caribe, Centro Oriente, Pacífico y Bogotá D.C. que reveló que el 44,7 por ciento de los niños y niñas muestran indicios de afectaciones en su salud mental.

Esto abarca jóvenes de 17 a 24 años, adolescentes de 12 a 16 y población infantil de 6 a 11 años. El 66,3 por ciento respondió que creía haber tenido en algún momento de la vida problemas con su salud mental; 69,9 por ciento fueron mujeres, en especial de 18 a 24 años.

Y según datos de Medicina Legal en 2023 hubo 230 suicidios de niños, niñas y adolescentes, mientras en el primer trimestre de 2024 llegaron a 140, disparados por situaciones de violencia en su entorno, conflicto armado, acoso escolar, consumo de sustancias psicoactivas y otras causas.

La encuesta también halló que seis de cada 10 colombianos califican su salud mental como “Muy buena” o “Buena”, pero un 10 por ciento dice que es “Mala” o “Muy mala” y 30 por ciento la considera “Muy regular” y, de acuerdo con proyecciones poblacionales del Departamento Administrativo Nacional de Estadística - Dane, 15 millones de personas podrían enfrentar alguna de estas dos situaciones.

Además, 44,5 por ciento de los encuestados indicó que la casa es el lugar más propicio para generar problemas de salud mental, especialmente mujeres.

 

Atentos con todos los sentidos

La especialista en Psicología Clínica y psicóloga de Coosalud EPS, María Failach Malo, ratifica que el hogar es neurálgico para la salud mental. “La familia es la principal referencia sobre cómo resolver conflictos, gestionar emociones o relacionarse con otros. Nadie puede afectarnos tanto como las personas con quienes mantenemos vínculos importantes ni impacta más en la formación de nuestro autoconcepto y autoestima. Sabemos que el mayor porcentaje de casos de violencia parten del núcleo familiar de los jóvenes y adolescentes y dichos comportamientos se aprenden de generación en generación”.

Por fortuna, sostiene, que no todos los problemas de salud mental conllevan al suicidio, especialmente si son atendidos de manera oportuna. “Es importante generar recursos personales, disminuir factores de riesgo, aumentar aspectos protectores y generar estilos de afrontamientos apropiados para nuestros adolescentes y jóvenes. Este debe ser un trabajo conjunto entre sistema de salud, familia, entornos educativos, laborales y la comunidad”.

Al evaluar la salud mental de un niño, joven o adolescente siempre es necesario considerar todos los aspectos asociados (factores predisponentes, de riesgo, factores protectores, antecedentes y aspectos que puedan influir a nivel personal, familiar y social) y así definir qué intervenciones realizar.

 

¿Cuándo se deben prender las alarmas y empezar a preocuparnos?

El suicidio abarca una amplia gama de conductas que van desde la idea no estructurada hasta la consumación del acto suicida. Generalmente las personas que piensan estructuran la idea, intentan suicidarse o consuman el acto, han expresado a otros sus intenciones y pensamientos de forma directa o indirecta, por lo tanto, se puede prevenir.

 

¿Por qué es tan difícil acercarse a un joven aislado, huraño, callado?

La clave para el manejo de los jóvenes es saber escuchar incluso si no sabes qué responder. Un minuto de escucha puede salvar la vida de alguien. El acercamiento debe darse sin recriminaciones, comparaciones, minimización de sus emociones o cualquier tipo de violencia. Hablar de estos temas da temor porque no se sabe cómo manejarse, nos enseñaron a escribir o cuánto es 2x4, pero no qué hacer con nuestras emociones. Si se identifican signos y síntomas que constituyan una alarma, se debe acudir a ayuda especializada.

 

Pero no es fácil buscar ayuda ante problemas de salud mental ¿Por qué?

Lo principal tiende a ser el rechazo social y el desconocimiento de las alteraciones mentales, su curso y manejo. Se dificulta la ayuda porque las personas consideran que “eso se pasa”, que sólo es “un momento de debilidad”. Sin embargo, si no son tratadas estas ideas o conductas, es probable que se repitan y exacerben hasta generar resultados fatales.

 

En una encuesta del Ministerio de Salud, más del 30% de los encuestados calificó los servicios de salud mental como ‘malos’ o ‘muy malos’ ¿en qué se puede estar fallando?

Para obtener cifras tan altas y negativas hacia los servicios de salud mental, se puede estar fallando en la preparación del personal asistencial que presta servicios hacia los jóvenes y adolescentes. También puede deberse a la poca implementación de servicios amigables, y la no capacitación del personal en trato humanizado y diferencial.

 

Recomendaciones que salvan vidas:

·   Cuando no sepas qué hacer no hagas nada, NO tomes decisiones permanentes por emociones temporales.

·   Aléjate de objetos o cosas que puedan hacerte daño.

·   No consumas ningún tipo de sustancia psicoactiva, pueden aumentar tu impulsividad.

·   Evita aislarte: cuéntale a alguien que te genere confianza sobre lo que sientes y piensas. Profesores, vecinos, padres, amigos, hasta desconocidos, todos podemos apoyar.

·   Realiza actividad física, una caminata de 40 minutos puede ayudar.

·   Cuida tu descanso y alimentación.

·   Haz más de aquello que te da calma (escribir, pintar, cantar, escuchar música).

·   Crea un plan de emergencia para cuando llegue la crisis y no sepas qué hacer.

·   Busca ayuda profesional. Existen líneas 24/7 como la 125 del CRUE, con terapeutas especializados y humanizados para el manejo de estas situaciones.

Credito
REDACCIÓN WEB

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