Preocupada por la ausencia de aportes del Gobierno departamental al Conservatorio del Tolima se mostró Luz Alba Beltrán, directora de la institución, tras presentar el viernes el informe de gestión 2001 - 2011, lapso de su periodo en el cargo.

Según expresó la directiva, son cerca de tres mil 500 millones de pesos los que dejaron de recibir este año, por parte de la administración de Óscar Barreto Quiroga, para el funcionamiento del plantel de educación superior.

“Si el Gobierno seccional no hace ese aporte de ley al Conservatorio, no se podrá seguir creciendo ni representar al Departamento como ente cultural y formador de músicos en Ibagué, que perdería la oportunidad de ser una ciudad universitaria musical”, acotó.

Tolima e Ibagué
De igual manera, la directiva se refirió al apoyo que la Alcaldía de Ibagué ha dado a la institución, no siendo de su exclusiva responsabilidad, que es incluso mayor que el de la Administración seccional.

“Tuvimos hasta más apoyo de la Alcaldía, pues se vinculó con toda la programación año tras año, dándonos un auxilio de 60 millones de pesos hasta 2009, cuando los transfirió al colegio (Amina Melendro); y estoy de acuerdo, porque es el Gobierno seccional el que debe apoyar al Conservatorio (del Tolima)”, aseveró.

Y añadió: “El alcalde Jesús María Botero lo ha hecho muy bien y dio todo al Conservatorio de Ibagué: instrumentos, profesores, sede propia y todos los apoyos. Óscar Barreto nada, sólo la restauración de una pared en 296 millones de pesos, que en cuatro años no es nada”.

Puso como ejemplos, también, los gobiernos del Valle, Cundinamarca y Caldas, en cuanto al apoyo que, según indicó, brindan a sus instituciones musicales insignes.

“Uno se siente mal cuando está frente del Conservatorio Antonio María Valencia, de Cali, y las bandas de Cundinamarca y Caldas, y ver que el Conservatorio del Tolima, que representa musicalmente a la ciudad, y en gran parte le forma gente, está abandonado totalmente”, expresó.

La solicitud
La rectora Beltrán espera que el próximo gobierno del Tolima voltee la mirada hacia su plantel, sin intención política alguna y se reivindique con el apoyo a la cultura otorgando los recursos necesarios.

“Pienso que hay una esperanza de que la administración que entra tenga una visión valiosa y lo apoye, y lo saque adelante”, explicó, y añadió que “desde que se fue el gobernador Guillermo Alfonso Jaramillo ninguno ha venido al Conservatorio”.

“Han sido como enemigos del Conservatorio. Jorge García Orjuela nos mandó a investigar por lo que habíamos hecho con Jaramillo porque pensaba que había corrupción, (Fernando) Osorio quería, a toda costa, los puestos de aquí, y de (Óscar) Barreto, olvido e indiferencia total”.

Piensa que en el asunto hay un “trasfondo político; somos un grupo académico que obra sin interés de hacer política por nadie, no tenemos padrino y eso nos da autonomía para hacer nuestro trabajo, pero llega un punto en que se necesita el apoyo, pero honesto y no por un grupo político”.

“Se necesita incluir al Conservatorio en el presupuesto departamental, por la Ley Nacional de Educación, que ordena que los entes propietarios de instituciones de educación pública respondan por ellos”.

Lo que sigue
En días recientes, la directora de la fundación Salvi, Julia Salvi, expresó la intención de que en el Conservatorio inicie un centro de reparación y mantenimiento de instrumentos. Luz Alba Beltrán confirmó esta puesta en marcha.

“Vamos a recibir toda la dotación de AngloGold Ashanti, primero vamos a funcionar para nosotros y luego para las bandas de la Orinoquia, Tolima, Huila y Amazonia: es una forma de vender servicios a unos precios módicos, pues no se trata de volvernos ricos”, dijo.

Explicó que iniciará en próximos días en un salón contiguo a la calle 11 y luego, en un gran taller que está en planos levantados por la Fundación. “A futuro vamos a abrir el taller de instrumentos de cuerda; primero va a ser de viento”.

Agregó que es necesaria la restauración de algunos de sus espacios, pero que para ello deberán dialogar con el Ministerio de Cultura, con el fin de levantar la protección como Monumento Nacional y hacer los trabajos requeridos.

“Es muy costosa. Nos gustaría más buscar un diálogo con el Ministerio de Cultura para poder construir salones insonorizados, aulas apropiadas para música de cámara y aulas para ensayos y actividades previas a conciertos, en una edificación que juegue arquitectónicamente con la Sala Alberto Castilla, con apariencia externa de construcciones del siglo pasado, pero con las condiciones tecnológicas del actual”, finalizó.