La felicidad de cantar, que en vida pregonara nuestro Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, la ponen los niños en cada edición del Festival Nacional de la Música Colombiana, como la que ayer inició, dando cumplimiento a esta premisa puntual con la que se desarrolla la versión 2015.
Niños y adolescentes de la institución técnica Alberto Castilla, la Escuela de Música del Conservatorio del Tolima y los Jardines Musicales para la Convivencia, este último de la Fundación Musical de Colombia, hicieron parte de una jornada donde se demuestra que el apoyo de los padres es fundamental para ser artista desde pequeños.
Lo anterior lo justifica Ángela Guáqueta, madre de Tatiana Camacho, de ocho años, integrante del grupo de casi 30 menores que representa a los barrios Kennedy y Galán, en el Suroccidente de Ibagué, y quien participa de esta movida musical desde los seis.
“Ella me dice que le gustan mucho la música, el canto y los instrumentos, y yo, como madre, la apoyo. Es muy buena esta oportunidad que se dio para ellos, y si les gusta, entonces hay que apoyarlos”, indica al respecto del concierto en el que actuó ayer su pequeña.
La Escuela de Música del Conservatorio del Tolima se sumó a esta celebración, en la que priman los aires tradicionales y las rondas.
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