Uno de los funcionarios más jóvenes de la Alcaldía, es Marco Emilio Hincapié Ramírez junior, un ibaguereño de 29 años egresado del Colegio Champagnat y abogado de la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá.
En su vida laboral estuvo durante 4 años en la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, Car, como abogado de la Secretaría General.
Su vida en la política llegó por el respaldo de su papá Marco Emilio Hincapié, político tolimense quien en su más reciente cargo, fue gerente de la Lotería de Bogotá, en la administración de Gustavo Petro.
“Ustedes saben que la persona que me ha tenido en contacto con este mundo es mi padre, que es la persona a quien le agradezco y le debo enseñanzas muy grandes, como lo es el respeto por el erario público”, precisó.
En su regreso a la Capital Musical donde fue candidato al Concejo por Alianza Verde, obtuvo 1.744 votos, que no le permitieron ser elegido Cabildante, después, Guillermo Alfonso Jaramillo lo nombró como Director de Justicia, Orden Público y Seguridad.
Ahora, este especialista en Contratación Pública de la Universidad de la Sabana, fue nombrado como el titular de la Secretaría de Gobierno, cargo que logró luego de ocuparlo en varias oportunidades por encargo.
“Esto es una oportunidad para nosotros los jóvenes, donde el Alcalde no hubiera llegado quién sabe si la hubiésemos podido tener. Ustedes saben que la Administración es bastante joven”, recalcó.
En el amor...
¿Cómo está su vida sentimental?
Yo prefiero no hacer referencia a esos temas, pero todo está muy bien.
¿El corazón está comprometido?
Solo puedo decir que uno en estos cargos sacrifica mucho tiempo. Uno ya no puede hacer las cosas que se daban antes, ya estoy es comprometido con la ciudad y con el cargo cien por ciento.
¿No le queda tiempo?
Hay cosas que uno no puede llegar a compartir, hay veces que no puedo ir a ciertos encuentros familiares o cumpleaños de amigos porque estoy trabajando, pero pues vale toda la pena del mundo, después habrá tiempo para otras cosas.
Conociendo su personalidad
¿Qué lo identifica?
La parte humana, soy una persona que me duele y me preocupa lo que le pasa a los demás. Nosotros no debemos de ser indiferentes a las necesidades de los otros.
¿A qué le teme?
A no lograr lo que me propongo, a querer hacer las cosas, y tal vez no lograrlas como me las espero.
¿Cuál es el deporte que más le gusta?
El fútbol y el ciclismo.
¿Es tímido o temido?
Fui un poco tímido hace algunos años cuando estaba en el colegio, pero ya no lo soy.
¿Cuánto pesa?
82 kilos.
¿Está a dieta?
Claro, ya bajé 10 kilos, suspendo las harinas y hago ejercicio.
¿Un defecto?
Que a veces espero mucho de las personas, y eso lo golpea a uno.
Una frase...
Esta me la enseñó el alcalde, y es de Darío Echandía: “Uno en la política puede meter las patas, pero nunca puede meter las manos”. Esto hace referencia al respeto por los bienes públicos.
¿Dónde vive y con quién?
Vivo a dos cuadras de la Alcaldía, me gasto tres minutos desde la recepción hasta acá. Mi gran compañero es ‘Wallace’, mi perro que tiene 9 años y medio, es de raza ‘American Pitbull’, y lo tengo desde sus 45 días de nacido.
Su vida en la política
¿Cómo le endulzó el oído al Alcalde para que lo dejara como titular en Gobierno?
Es un cargo que lo luché desde el primer día que ingresé a la Dirección de Justicia, día a día daba lo mejor de mí y pues el Alcalde empezó a considerar que yo quedara acá. Él decía que la persona que más conocía Gobierno era yo, y pues era el que más había trabajado en esta Secretaría. Yo nunca se lo insistí o se lo mencioné, siempre soy muy respetuoso y esperé el momento.
¿Es autónomo en sus decisiones?
Soy autónomo, pero sé que hay una línea de mando y respeto a mi jefe y le soy leal.
Muchos contradictores dicen que usted está aquí es solo gracias al apoyo de su papá, ¿qué decirles al respecto?
Decirles que los resultados hablan por sí solos, la historia me juzgará cuando me vaya de acá. Al comienzo sé que solo era reconocido por mi padre, el hijo de Marco Emilio, pero ahora ya soy Marco Emilio junior.
¿Cómo ha logrado que la gente lo identifique por su marca personal y no por la de su papá?
En los barrios ya la gente sabe quien es Marco Emilio junior, y hay muchos que me dicen ‘junior’, pero todos los sectores en un más del 90 por ciento de la comunidad han tenido contacto con mi papá. Entonces le es grato para ellos conocerme.
El Alcalde tiene fama gruñón... ¿Lo ha regañado mucho?
Más que regañar, el Alcalde es una persona que tiene un carácter fuerte, pero nunca ha sido una persona grosera. Hay muchas responsabilidades que tiene, pero nuestra relación siempre se ha basado en el respeto. A parte de ser mi jefe yo lo considero mi amigo. Hay personas que de pronto mal interpretan el tener carácter con que de pronto los esté regañando.
¿Qué tan cierto es que desde ya está ‘encampañado’ y que posiblemente se avecina una postulación a un cargo de elección popular?
La política es muy dinámica, estamos en un año de elecciones parlamentarias y presidenciales, por ahora hay que esperar a ver qué ocurre en estas, y ya el día a día nos dirá el escenario.
¿Se considera un funcionario estrella en la Alcaldía?
No, estrella no, solo un funcionario que todos los días da lo mejor de sí. Ya las personas valorarán el trabajo de uno.
Describa en una palabra la Administración de Óscar Barreto en la Gobernación...
(Risas) Continuismo.
¿Cuál es el Secretario con el que más confianza tiene?
Tengo muy buena relación con todos, pero con el que más escenarios compartimos, es con Juan Diego Angarita (secretario de Apoyo a la Gestión y Asuntos de la Juventud).
¿Cuál es el Concejal con el que mejor la va, y con cuál es que se ve y prefiere cambiarse de andén?
(Risas) Con el que tengo menos relación es con Jorge Bolívar, como él está en la oposición pues evita siempre hablar con los funcionarios, inclusive yo me saludo con respeto con Carlos Portela, pero con Bolívar si no tenemos mucho contacto. Pero de resto yo me la llevo bien con los concejales como Marco Tulio Quiroga, Camilo Delgado, William Rosas, Linda Esperanza Perdomo y Ernesto Ortiz.
¿Ha recibido amenazas?
Sí, desde que llegué acá dos circunstancias han pasado incómodas por hacer uno lo que la Ley y la Constitución manda, pero eso es el costo de lo que tienen estos cargos.
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