La funcionaria reaccionó cuando Ovalle entregó un documento para subsanar  una situación presentada con la propuesta rechazada a un consorcio diferente al suyo, al cambiar la funcionaria las reglas de juego y permitir enmendar las propuestas en el momento mismo de la adjudicación.

El ingeniero, quien anunció que demandará el proceso, aseguró que no se puso de acuerdo con nadie para actuar y que las motivaciones fueron otras.

“Simplemente les dije a mis colegas: compitan ustedes no se dejen sacar, mi intención era que por más propuestas que llegaran más difícil les era la manipulación, que fue evidente durante los tres procesos”, afirmó.

Juego de póquer
La discusión que marcó las tres licitaciones adjudicadas el pasado lunes se dio porque la Alcaldía permitió al consorcio RyR, quien terminó como ganador de la licitación 024, que subsanara documentos después de iniciada la audiencia, pese a que los demás interesados hicieron el trámite antes de esta.

“Por primera vez en 23 años de ejercicio profesional me enfrento a una audiencia de adjudicación que se convierte en un juego de póquer.

“Había dos bandos identificados, uno con cartas marcadas, otro con ases bajo la manga, otro que contaba con la mano (la mesa) y uno más que tenía la posibilidad de si el juego no se les daba, tumbarlo como los niños pequeños.

“La Administración al tratar de favorecer, posiblemente, a un contratista por llegar fuera de términos cuando en anteriores procesos en las audiencias de adjudicación de la misma Alcaldía con los mismos miembros del comité, alguien trataba de adjuntar pruebas se rechazaba”, aseveró.

Agregó que Martha Peña “abrió la caja de pandora” y la audiencia dejó de ser “legal, en que un comité evaluador esgrimía cuál es la mejor oferta”.

Algunos contratistas, afirmó, “manejaban a control remoto los resultados”, sabían de la gente que entraba y salía, y otros esperaban el momento preciso para sacar sus 'ases' y subsanar documentos.

Además, dijo que el admitir certificados tarde al contratista ganador de la 024, le trajo consecuencias al Municipio .

Aseguró que en las licitaciones 025 y 026 “en último momento” la Alcaldía, cuando calculó la fórmula ganaba Juan Carlos Ramírez (RyR), pero otros participantes se sacaron documentos a última hora y “a la fuerza” el Municipio adjudicó.

Los ganadores al final fueron los consorcios Vías Ibagué 2011 y Torregom 26m, quienes habían cuestionado el proceso 024.

De otro lado, al preguntársele a Manuel Ovalle qué motiva sus denuncias y por qué las eleva sólo hasta ahora, a cuatro meses de terminarse el periodo de Gobierno local y regional, expresó que lo impulsa sólo la necesidad de trabajo.

“En la calle me han dicho 'Veneno dos' (haciendo referencia al ingeniero Luis Fernando Díaz Cabrera) yo quiero desligarme de eso, yo no quiero dictar cátedra, no quiero posar de moralista, ni de ser el mejor o peor ingeniero. Estoy peleando a gritos mi necesidad de trabajo. Muchos colegas están callados mirando cómo se está manejando la contratación.

“Yo quiero decir que si presento una propuesta buena y tengo la capacidad, denme el trabajo, no necesito ser amigo de nadie”, afirmó.
Comentó que la contratación en el Departamento está concentrada en unos pocos, algunos conocidos suyos.

“No son más o menos que nosotros, es la eventualidad de ser amigo de equis administración. Mi pelea es por mi trabajo, pero no quiero aliarme a una veeduría, o pegarme a ciertos asuntos para conseguir mi trabajo, yo quiero entrar a un concurso en franca lid, como me han derrotado muchas veces por errores que he cometido fallando en la fórmula o en documentos”, concluyó.