El servicio de agua cada vez es más sensible a las lluvias. La ciudad estuvo sin agua desde el pasado jueves, pasando los ibaguereños un seco fin de semana.

No han sido necesarios, como en ocasiones anteriores, fuertes aguaceros para que se afecte la bocatoma Combeima.

Con lluvias leves se presentaron derrumbes que comprometieron la calidad del agua de la principal fuente de captación de la ciudad.

Libardo Gutiérrez, Gerente del Ibal, aseguró que la cuenca se debilitó  durante la pasada ola invernal.

“A raíz de la alta pluviosidad durante el fenómeno de “La Niña” el año pasado, hizo que todos los taludes se saturaran y desestabilizaran, que estén húmedos; viene el verano después de nuevo lluvias, y esto hace que se desprenda la montaña y la calidad del agua no permita suministrarla a la ciudadanía”, aseguró.

Los deslizamientos aumentan la turbiedad del afluente a porcentajes superiores a las 10 mil unidades.

“Hemos registrado medidas de 40 mil y 80 mil unidades, lo que nos obliga a suspender el servicio y en la medida que mejora la calidad del agua la vamos enviando a la planta de tratamiento”, dijo.

Servicio sin normalizar

Gutiérrez afirmó que a las 9:30 de la mañana de ayer, estaban listos para enviar agua la red de distribución, pero al cierre de esta edición, el suministro no se había normalizado en la ciudad, siendo la comuna Ocho el sector más afectado.
    
No ha devuelto dineros

El gerente del Ibal, Libardo Gutiérrez, aseveró que no ha recibido aún ninguna notificación de la Superintendencia de Servicios Públicos, al respecto de la millonaria devolución de dineros que debe hacerle el Ibal a sus usuarios, por cobros indebidos en las facturas, para lo cual daba el ente de control una semana.

“Como le dije hace ocho días, no tenemos ninguna comunicación expresa de la Superintendencia, sólo sabemos de un boletín de prensa; esta semana estaremos reunidos con los funcionarios de la entidad, para que determinen cuál es la situación real de ese proceso”, expresó el Gerente.