Muertos se quedaron sin morada en el cementerio del Salado

REDACCIÓN – EL NUEVO DÍA
Autoridades dijeron que no se respeta la distancia de los 10 metros que debe existir entre el cementerio y las viviendas, situación que afecta de manera directa a quienes habitan allí.

“Prohibido morirse” podría ser el epígrafe de las personas de estratos bajos y de algunas zonas rurales de Ibagué que carecen de recursos para sepultar a sus allegados en el cementerio San Bonifacio o La Milagrosa.

Lo anterior, se debe a que la Secretaría de Salud Municipal selló de forma indefinida el cementerio del Salado por una serie de problemas higiénico – sanitarios que presenta el sitio.

Algunos vecinos de la zona, manifestaron que cerrar el cementerio de forma definitiva sería la mejor solución para acabar con la brujería, los hurtos y el escondite de drogadictos.

En la visita

De acuerdo con Juan Manuel Mosquera, secretario de Salud, durante la inspección hecha se detectó que el cementerio del Salado no tiene acueducto y que en la exhumación de los cuerpos, no se toman las medidas pertinentes.

“Cuando se hacen las exhumaciones quedan rastros de ropa, de los ataúdes, e incluso de huesos; esta situación, vista desde la salud pública, es lo que más inquieta. En la visita también encontramos que no hay un manejo de bioseguridad, ni siquiera de las personas que laboran allí.

“Tan poco existe un contenedor donde deben ir los residuos peligrosos y las basuras en general. En cuanto a las bóvedas, existen espacios por donde se ven los cajones”, refirió Mosquera.

El perímetro del sitio no está delimitado, lo que ocasiona que los animales callejeros del sector y las personas, entren a cualquier hora del día y sin ningún tipo de restricción.

Entre tanto, Isabel Gualteros habitante de La Victoria, barrio contiguo al cementerio, indicó que en los últimos años el lugar se ha convertido en guarida de delincuentes y de personas que trabajan con la magia negra.

“Allí entra mucho vicioso, y hacen brujerías, pues como no hay vigilancia y las rejas se las han robado, la gente entra a cualquier hora a hacer maldades.

“Las personas que vivimos cerca estamos cansados con el zancudero, los malos olores y la contaminación a la que estamos sometidos”, dijo.

El Secretario de Salud agregó que hasta que el lugar no cumpla con los requisitos mínimos de salubridad requeridos, y se realice de nuevo la visita para verificar las medidas tomadas al respecto, no podrá ser utilizado.

Credito
ANA LUCÍA RIVERA Q.

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