Palma del Río, una urbanización con proyección

Residentes hicieron un recuento de la época en la que se edificaron las primeras viviendas y de la evolución que ha tenido el sector, a pesar de sus pocos años de historia.

Con nueve años de fundación, el barrio Palma del Río se proyecta como una de las urbanizaciones más prósperas y mejor organizadas de Ibagué.

Algunos miembros de la comunidad comentaron que pese a las dificultades que han tenido para sacar adelante proyectos urbanísticos, su unión y ganas por embellecer el sector han sido sus mayores motivaciones.


Esta urbanización se ubica en un extremo de la comuna Siete y cuenta en la actualidad con 800 habitantes, clasificados en el  estrato dos.

 
Los primeros años
Uno de los primeros fundadores narró que hacia el año de 2002 se inauguraron las primeras casas de interés social, las cuales habían sido aprobadas mediante un proyecto de solución de vivienda para personas de escasos recursos por parte del Inurbe.

“El Inurbe le dio el proyecto de vivienda a una constructora; entonces ellos compraron  este  terreno y comenzaron las obras. Inicialmente, habitaron 25 familias y poco a poco fue aumentado el número.


“Las primeras casas costaron entre 11 y 12 millones de pesos. Como cuota inicial pagamos el 30 por ciento y el resto de la deuda la cancelamos en dos años”, indicó Mauricio Guzmán, Presidente de la Junta de Acción Comunal.


En el proceso de expansión los residentes de Palma del Río enfrentaron varios tropiezos, pues los inmuebles presentan algunas falencias como la insuficiencia de  capacidad en las redes de acueducto y alcantarillado y  el estado de la malla vial. Así mismo, requerían de un escenario deportivo.


Por ello la comunidad se unió en torno a algunas actividades lucrativas, como venta de comida y rifas. Su objetivo era recolectar fondos para subsanar tales necesidades y la vez, unirse y fortalecer los lazos de amistad.


“Las actividades de diciembre como las novenas crean mucha integración. El pesebre lo dejamos en un área comunal, distribuimos funciones para que cada manzana se encargue de los refrigerios y organice a los niños. En cuanto a las otras actividades como las sancochadas, rifas y demás se hicieron para obras específicas; por ejemplo, la vía de acceso estaba sin pavimentar y en la época de invierno los carros no ingresaban. Para el polideportivo también necesitábamos recoger tres millones de pesos y gracias a nuestros esfuerzos lo logramos”, dijo Over Miranda.


En lo que respecta al origen del nombre de la urbanización se indicó que este se debe a la ubicación del lote, pues está rodeado por el río Alvarado y hace nueve años existía una extensa plantación de palmas.


Aspectos a mejorar
Dentro de las necesidades, el Presidente de la JAC enfatizó en que el cambio de los tubos del alcantarillado es urgente. De igual forma, refirió que ante la imposibilidad que se tiene construir una caseta comunal, se requiere techar en polideportivo.

“En un sector de la urbanización las redes de agua colapsaron; esa es nuestra principal necesidad. Nosotros habíamos gestionado ante el Ibal las reparaciones, pero ellos nos respondieron que tocaba esperar, porque en Ibagué se habían presentado otros daños de mayor gravedad.


“Lo otro que estamos pidiendo es que nos pavimenten las calles internas, pues estas se encuentran semidestapadas”.

Credito
ANA LUCÍA RIVERA Q.

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