Al momento de conceder esta entrevista, el secretario de Tránsito era figura de la semana.

La denuncia que él interpusiera recién llegado a su despacho en 2008, por el borrado de comparendos sin pagar, rindió sus frutos.

Fueron llamados a juicio en ese momento no sólo los funcionarios involucrados en los hechos sino también cerca de 60 usuarios, titulares de las multas, lo cual generó gran controversia.

Esta es una de las múltiples batallas por la probidad que Pineda libró en esta dependencia. Pidió al Gobierno entrante de Luis H. Rodríguez mantener el proceso al que, dijo, “no debe darse la espalda”,

EL NUEVO DÍA: Usted al llegar al cargo anunció una lucha frontal contra la corrupción y arrancó con diferentes cambios internos, denuncias públicas y demandas judiciales. ¿Cree que cuatro años fueron suficientes para concluir la labor?

ALFONSO PINEDA BONILLA: Le puedo asegurar que los problemas de corrupción que tenía la Secretaría hoy no los tiene. Reconozco que tenemos problemas en el tiempo de respuesta de algunos trámites, por inconvenientes con el Registro Único de Tránsito, Runt, y que algunos funcionarios, muy pocos, ya lo hemos detectado y actuado al respecto, hacen lo que le decimos “ascensor”. Esto es coger un trámite que está en espera, que no se ha podido evacuar, y lo adelantan cobrando por eso alguna prebenda, pero de ahí a lo que teníamos de Secretaría hay mucha diferencia.

Se presentaban inconvenientes con los cupos de taxis. Hasta diciembre de 2007, entraron vehículos ilegales, terminaron estafando a terceros y generando una cadena de carros ilegales.

Recordemos que hicimos el censo de taxis en las vías; la Universidad Nacional encontró que había cuatro mil 500 circulando. Al adelantar una auditoría, en el sistema estaban registrados tres mil 700, pero en el archivo sólo aparecieron con documentos tres mil 280 y cuando hicimos el censo electrónico, quedaron tres mil 66, superando las expectativas del gremio. Hoy hay procesos abiertos de depuración sobre 90 de estos móviles, que estamos investigando. De todo esto se desprendieron cinco proceso penales, cada uno con un promedio de 10 vehículos.

END: ¿Entró algún taxi ilegal durante este Gobierno municipal?
APB: Puedo asegurar que no entró ninguno, ni de transporte colectivo o individual. También controlamos el problema de las placas.

Llamaban a decir que encontraban automotores con placas de acá, pero con el número de chasis regrabado. Verificábamos el sistema y la placa no existía, pero estaba reportada como perdida en Ibagué y seguía circulando.

También carpetas perdidas, o de vehículos de carga que traían a Ibagué, cancelaban las matrículas, le pedían al Ministerio de Transporte la reposición por chatarrización, pero en la ciudad de origen el verdadero propietario no sabía que la carpeta se la habían llevado para otro lugar.

Teníamos problemas de automotores que se robaban en Ecuador o Venezuela y los legalizaban en Ibagué, temas complejos en que se trabajó con ayuda de la Sijín.

Así mismo, habia irregularidades. Era absurdo que quien pagaba un comparando se lo ‘volteaban’ a mitad de precio, lo desaparecían, lo bajaban o exoneraban.

Con las licencias de conducción, hay personas que se las entregaron acá, pero nunca fueron legalizadas; era sólo la lámina sin certificado de la escuela de conducción, o el de la revisión médica y sin pagos al Ministerio, porque en el pasado las estaban entregando sin el lleno de estos requisitos, pero se hizo una depuración.

Estas situaciones nunca se volvieron a presentar y para frenarlas contamos con el apoyo del alcalde Jesús María Botero.

Fueron muchos los funcionarios que salieron de la Secretaría, algunos por orden de los órganos de control o la misma Fiscalía, estando procesados varios en la Oficina de Control Disciplinario, Contraloría y Procuraduría y se reestructuró la entidad.

Quedan algunos lunares, pero que esto sirva de ejemplo para todos.
    
END: Pero ¿El trabajo terminó?
APB: El tema acá es que en cualquier momento en que se dé la espalda al proceso de probidad, los hechos vuelven.

En una entidad como esta, en donde todos los días se manejan recursos y la gente está mirando cómo toma ventaja, de manera adversa a la moral, si no hay vigilancia permanente el trabajo puede desmoronarse.

La persona que llegue a Tránsito no sólo debe contar con unos altos valores profesionales y capacidad técnica, sino también con una moral muy alta y que luche por la transparencia de la institución.

La demora del Sistema estratégico
END: Durante todo este periodo de Gobierno se habló de la creación del sistema estratégico de transporte con la inclusión de Ibagué en el proyecto Ciudades Amables. Hoy aún no se ve la implementación de este. ¿Qué llevó a que el proceso se dilatara?
APB: Teníamos la esperanza de, por lo menos, cerrar esta administración con la entrada en funcionamiento de una pretroncal. La dificultad fue un tema de recursos del orden nacional, teniendo el proyecto una dependencia absoluta de la voluntad política de la Presidencia.

En el anterior Gobierno nacional, se le pidió reiteradamente que se priorizara a Ibagué en Ciudades Amables y desafortundamente, no tuvimos el respaldo político. Cosa distinta ahora cuando se percibe un ambiente diferente. Pero en el ámbito local, se avanzó invirtiendo 25 mil millones de pesos que hacen parte de la contrapartida que debe asegurarse para el desembolso de recursos del Estado. Estos se ejecutaron en proyectos como el “Corredor cultural” de la calle 10, la renovación de la carrera Tercera entre calles 15 y 19, el repartidor vial de éxito, la repavimentación de las vías a los barrios del sur y de la carrera Primera entre calles 15 y 19.

Todos estos proyectos ya fueron aceptados como contrapartida. De otro lado, logramos organizar a los transportadores, unirlos mediante una empresa adoptando la misma imagen corporativa, teniendo claro que el proceso de sistema integrado es para bien de la ciudad y de ellos.

Se definió el porcentaje de participación de cada una de las firmas en el transporte, lo que en otros municipios no se ha podido concertar. El componente de tecnología para el recaudo centralizado de pasajes está definido, al igual que el tipo de vehículos que circularán y aportarán los privados.      

END: ¿Podrá Ibagué soportar a largo plazo un sistema centralizado de vías, que tiene como arteria vital la carrera Quinta?
APB: No. Eso está estudiado y tiene cambiar. El proyecto estratégico de transporte divide a Ibagué en tres troncales, con buses padrones de 80 pasajeros y rutas complementarias que pasarían de manera transversal la ciudad.  

La imagen de la Policía
END: La Policía de Tránsito no tiene la mejor imagen entre los ibaguereños. ¿Qué recomendación le haría al nuevo Gobierno local al respecto?
APB: A los agentes hay que seguirlos capacitando, profesionalizando. Comparto que la seguridad vial de la ciudad la siga manejando la Policía, por muchas razones, como la autoridad de la que están investidos los agentes. De todas maneras, hay que ejercerles muchísimo control. Hay que crearles los planes de operatividad y acompañarlos. También adelantar auditorías en los parqueaderos (donde se inmovilizan vehículos) y a las comparenderas de los agentes y que estos sepan que no están solos, que tienen los ojos de la ciudadanía encima y deben proceder en derecho.