Duros cuestionamientos generó entre la opinión pública la remodelación de la plaza Murillo Toro.
A 10 días de haberse inaugurada la millonaria obra, ciudadanos consultados por este medio la calificaron como una 'mole de cemento' que carece de diseño, novedad y uso.
Algunos temen que se convierta en un lugar favorito para los vendedores ambulantes, dormitorio de habitantes de la calle y baño público.
Así mismo, criticaron los trabajos ejecutados, porque a su juicio quedaron imperfectos.
El arquitecto Jaime Fajardo consideró que con la remodelación, el Murillo Toro perdió el carácter histórico que databa de la época republicana.
De igual forma, dijo que se equivocaron en otros aspectos como los chorros de agua, el color que le dejaron al piso y en la exclusión de la zona verde.
“Desde la primera remodelación que le hicieron al parque en el año 65, se perdió el carácter republicano; sin embargo parte de ese legado se conservó, porque la plaza Murillo seguía siendo un sitio público. Sin embargo, con el cambio que le hicieron arrasaron con lo poco que quedaba de nuestra historia.
“Lo chorros de agua, por ejemplo, van a cortar el sentido del parque, el color gris que le dejaron a las baldosas le va a dar una sensación de mugre permanente.
“Otra falla es no haber hecho nada en la calle 10A, cuando se suponía que esta parte iba a estar integrada con el Murillo”.
“La obra fue una pérdida de dinero”
Para Sara Palacina, una residente de la ciudad, los mil 704 millones de pesos invertidos en la reestructuración del Murillo Toro fueron una mala inversión y un golpe al patrimonio arquitectónico.
“Ese dinero debieron haberlo invertido en la construcción de colegios, el arreglo de la vías u otras necesidades. Considero que esta obra fue una pérdida y un gran robo para la ciudad, pues se embolató el legado arquitectónico y no quedó bien hecha”.
Claudia Romero rechazó el cambio que sufrió el Murillo y criticó aspectos como el no funcionamiento de las fuentes, las baldosas desportilladas y la poca arborización.
“La obra tiene muchas falencias, pues hace poco la entregaron y ya están cambiando las baldosas, las fuentes sólo las prendieron el día de la inauguración y el acabado que le dieron a los trabajos no fue el mejor”, reseñó.
Hainer Acosta, un residente de esta capital que acostumbra a transitar por el parque, por el contrario, mencionó que le gustó el cambio y que ahora tiene un mejor aspecto.
“Antes estaba muy feo, uno pasaba por aquí y no se aguantaba el mal olor porque los indigentes lo tenían de baño. Estoy conforme y me gustó el cambio”.
A este testimonio se sumó Édgar Marroquín, ciudadano que también resaltó el cambio de imagen.
“La plaza quedó bonita, pero desde ya le pedimos a las autoridades que le presten vigilancia permanente para que los indigentes y los viciosos no cojan el sitio como dormidero”.
Los contratistas
Frente a las inquietudes de los ciudadanos por la terminación de la obra, Julio César Mora Bustos, arquitecto contratista aceptó que la misma presenta algunas falencias que actualmente se están perfeccionando.
“Hemos tenido algunos inconvenientes con las empresas de telecomunicaciones, porque aún no han retirado el cableado, por eso se dejaron unos postes y algunas tabletas del piso no se han podido quitar.
“No obstante, estamos haciendo los cambios y terminando los detalles de la obra.
“Quiero recordar que nosotros sólo ejecutamos los trabajos, pues el diseño lo aprobó y estuvo a cargo de la Cámara de Comercio”, concluyó.
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