El uso de convenios interadministrativos y de administración delegada en vez de abrir licitaciones para obras de infraestructura fue un hecho criticado durante el anterior Gobierno local.
EL NUEVO DÍA conoció que la Alcaldía de Luis H. Rodríguez aún tiene en revisión jurídica las líneas y modelos contractuales que seguirán.
Juan Gabriel Triana, secretario de Planeación Municipal y ordenador del gasto para los proyectos de infraestructura, al pregúntarsele sobre si le ‘jalaría’ a los convenios durante la nueva administración, se limitó a decir que el tema está en manos del equipo asesor.
“Está haciendo el análisis de ese tipo de decisiones y tenemos un nuevo director de Contratación, Jaime Daniel Salazar”, afirmó.
Mencionó que hay un grupo jurídico que va a orientar los procesos contractuales en 2012, y están pendientes, también, de la evolución de la legislación.
“La normativa está sufriendo modificaciones y tenemos un nuevo Estatuto Anticorrupción”, anotó.
Habló sobre que buscan crear en la nueva Alcaldía lo que llamó un “blindaje jurídico”, para asegurar el desarrollo sin contratiempos de las licitaciones.
Los convenios
Al respecto de la aparente desviación de funciones de la Secretaría de Infraestructura a la Gestora Urbana durante el anterior Gobierno de Jesús María Botero, el funcionario dijo que “cada entidad y dependencia tienen una función específica”, que debe desarrollar.
“En eso creo que debemos revisar muy bien de qué manera se van a ejecutar los proyectos de inversión, porque cada uno debe dedicarse a lo que tiene como objeto misional”, anotó.
Trabajo en equipo
De otro lado, Triana explicó que el gabinete de Luis H. busca hacer trabajo en equipo en el tema contractual y que en cada persona que hace parte del equipo hay confianza por el trabajo que llevan con el burgomaestre desde años atrás y lo estarán apoyando.
“El alcalde Luis H. Rodríguez, como ustedes saben, también es abogado y estamos esperando la orientación sobre cómo vamos a empezar a ejecutar los recursos”, finalizó.
Síntesis
La Alcaldía estuvo en el ojo del huracán por obras que presentaron deficiencias poco tiempo después de terminadas, teniendo todas ellas como común denominador que fueron contratadas mediante convenios interadministrativos entre secretarías de despacho y el ente descentralizado Municipal Gestora Urbana, que tiene funciones de banco inmobiliario de la ciudad.
Esta a su vez firmaba con un tercero un contrato de administración delegada, modelo que demostró que no asegura la construcción de obras de calidad. Hay tres ejemplos al respecto.
El primero y más cuestionado fue el “Corredor cultural de la calle 10”. Estuvo más del doble del tiempo establecido en ejecución, falló el diseño de sus intersecciones en adoquín y hoy sigue en litigio por la deficiente instalación del concreto de la vía.
Le siguió la repavimentación de la carrera Segunda entre calles 11 y 15, donde huecos se abrieron por la aparente mala calidad de la obra, sumada a un manejo de aguas deficientes de la zona, que era una labor a cargo del Ibal.
El último proyecto problemático de administración delegada fue la repavimentación de la avenida Guabinal, que además de ondulada sufrió de agrietamientos que fueron solucionados por el contratista reparchando amplios sectores, entregando una vía que no parecía nueva.
En el momento, se desconoce el estado contractual de este último proyecto o si el convenio interadministrativo fue liquidado.
RECUERDE
El alcalde Luis H. Rodríguez delegó su responsabilidad de la ordenación del gasto en cuatro secretarios.
Quien manejará los procesos más complejos será el de Planeación, Juan Gabriel Triana, pues decidirá sobre los recursos para obras de infraestructura.
El funcionario tiene experiencia en el tema, pero desde el otro lado de la barrera. Viene de ser contratista del estado. En Triana también está asignada la ordenación del gasto para las secretarías de Tránsito, Cultura y Desarrollo Rural.
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