Petro, Uribe y Verónica
Una cosa es el diálogo democrático para buscar consensos entre el disenso y otra muy distinta es la imposición o radicalización de las ideas o las propuestas inamovibles, para llegar a una mesa o un escenario de debate y decisión del poder público. Eso parecemos tenerlo claro millones de colombianos de todas las tendencias, menos quien debería priorizarlo como un mantra diario en su ejercicio: el Presidente Petro.