Desde hace algunos años la cadena de supermercados Mercacentro le ha apuntado a seguir expandiéndose en Ibagué y estar más cerca de los ciudadanos de los diferentes barrios de la ciudad.

Sin embargo, la posibilidad que Mercacentro inaugure en el corto plazo su sede número 13 en Ibagué, y la 14 en el departamento, parece estar ‘embolatada’, pues la propiedad que adquirieron para ese propósito en el barrio Belén se ha convertido en motivo de controversia dentro de las dependencias de la Alcaldía.

Según explicó la gerente de Mercadeo de Mercacentro, Luz Marina Alvarado, hace aproximadamente cuatro meses se adquirió una propiedad contigua al colegio Amina Melendro, con el objetivo de abrir un supermercado en la zona, debido a los pedidos que recibieron de la ciudadanía. Sin embargo, no han podido adelantar las obras que se necesitan para montar el supermercado, puesto que al parecer el predio hace parte de los bienes de interés cultural de la ciudad: “Cuando se realizó la compra no había ninguna anotación sobre ser un bien de interés cultural. A simple vista la estructura no tiene nada que la identifique como ello, hay conceptos de Planeación y Cultura, respetamos las decisiones y estamos a la espera”, dijo.

Por su parte, el abogado de Mercacentro, Milton Patarroyo, precisó que parece que lo que afecta el predio no es la edificación como tal, sino los trabajos de ornamentación que tenían en rejas y ventanas, “lo grave es que todo esto lo han ido robando y la propiedad. Como propietarios ya interpusimos la denuncia ante Fiscalía para que no se siga desvalijando la casa”.

Sobre la posibilidad de solucionar el problema pronto y poner a disposición el nuevo supermercado, el abogado señaló que: “No hacemos cálculo de tiempo, podrían ser años. El tema es una diferencia de conceptos entre Planeación, que por uso del suelo no habría problemas, y Cultura que con sus expertos también tienen sus argumentos. Lo cierto es que el proyecto debe ir y en eso estamos trabajando”, agregó.

Finalmente, Patarroyo indicó que no hay posibilidad de retractar la compra de la propiedad, pues el negocio jurídico ya se perfeccionó por lo que el predio es patrimonio de Carlos Alvarado.