La nueva propuesta consiste en usar los aportes que hacen las empresas a las cajas de compensación familiar para garantizar los recursos de la prima adicional, que sería pagada a quienes tengan un sueldo de máximo de 1,5 salarios mínimos ($1.242.174).
Los cambios en la redacción del proyecto surgieron, según su ponente en el Senado, Gabriel Velasco, porque empresarios del país manifestaron su inquietud por la carga económica que significaría para ellos asumir una nueva prima, en caso de que la iniciativa, ideada originalmente por el Centro Democrático, se aprobara y se creara una nueva prima extralegal.
“La propuesta surge de las reuniones que tuvimos con empresarios por todo el país. Ellos expresaban que ya tenían demasiadas cargas y de manera espontánea en todas las regiones estos empresarios nos decían que porqué no se pagaba la prima de los aportes que ellos ya hacían a las cajas”, explicó el senador Gabriel Velasco, ponente del proyecto en el Senado.
Para Isidro Hernández, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad Externado, pese a las críticas que llamaron populista, la iniciativa no es fácil de analizar, ya que tiene tanto “de ancho como de largo”.
“Esta propuesta hay que verla desde varios puntos de vista: uno es que para el empresario pequeño, si no es con la plata de la caja, pues una prima adicional sí que lo afecta en sus finanzas, pero en la parte macroeconómica es una buena idea crear una nueva prima porque estimula el consumo. Pero, lo cierto es que destinar dinero de las cajas a una prima extra sí que las podría llevar a la quiebra, en especial si se tiene en cuenta que no todas son del mismo tamaño. Sería una condena”.
El senador del Partido de la U, Roy Barreras, calificó de “improvisada” la iniciativa y también dijo que para él la idea llevaría a acabar con las cajas de compensación.
“El senador Uribe está encartado con su propuesta populista de una prima extra, que buscaba disfrazar el IVA a la canasta familiar, ahora la empeora proponiendo acabar con las Cajas de Compensación. Esta propuesta también fracasará por inconveniente. Que improvisación”, dijo al respecto.
Adriana Guillén, presidenta de Asocajas, habló en varios medios de comunicación y fue enfática en decir que “esto implicaría el acta de defunción de las cajas. Tendríamos que acabar con la cuota monetaria, el subsidio de vivienda, los jardines infantiles y los colegios, cerrar los centros recreativos; significaría también no irrigar recursos para el sistema de salud, pues las cajas son los principales giradores de recursos frescos a la Adres. Las cajas se volverían pagadoras de una prima”.
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