Tomás y Titán, dos perros de la guardia del Inpec, tuvieron mucho trabajo durante las visitas a la cárcel de Picaleña: ambos percibieron el olor a droga cuando una mujer y un hombre, en diferentes momentos, ingresaron al Complejo Carcelario de Ibagué, en Picaleña; los animales se mostraron alterados, por lo que la guardia sospechó de la mujer.
El primer caso se registró cuando miembros del Inpec notaron a una mujer nerviosa y al indagarla sobre si portaba algún elemento prohibido, contestó que sí y tuvieron que llevarla a una zona especial para su requisa.
A Diana Carolina Marín Ramírez le encontraron dentro de su cuerpo 110.4 gramos de marihuana, en un tubo cubierto de látex.
En la mañana de ayer fue llevada ante el Juzgado Promiscuo de Piedras con Función de Control de Garantías, por porte y tráfico de estupefacientes.
La Fiscal 24 contó que Marín Ramírez intentó llevar sustancias prohibidas a personas que están en proceso de resocialización, por lo que le endilgaron dichos delitos.
Diana Marín no registra antecedentes judiciales, y la Fiscalía se abstuvo de solicitar medida de aseguramiento, por lo que quedó en libertad; no obstante, sigue involucrada en un proceso judicial.
La otra ‘mula’ fue identificada como Jair Ricardo Rojas Cárdenas, quien llevaba adheridos en su cuerpo más de 100 gramos de marihuana.
La Fiscal 24, durante a la audiencia cumplida ayer en la mañana en el Palacio de Justicia, narró los pormenores del caso, donde dijo que gracias a un canino le fueron encontrados al menos ocho tubos con la droga.
Jair Ricardo, según se estableció, tenía 100.75 gramos de marihuana.
El indiciado guardaba otros antecedentes; dos por hurto, con una prisión de 15 meses y la otra de seis; además de otra anotación por acceso carnal abusivo.
La Fiscalía solicitó medida de aseguramiento, que fue fijada para que Jair Rojas la cumpla en su vivienda.
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