Al momento de su fallecimiento, el llamado ‘zar’ de la esmeraldas estaba acompañado de su esposa Blanca, de sus hijos y otros familiares, quienes confirmaron la noticia. 

El único que habló con los medios a la salida del centro asistencial fue Julio Carranza, hermano del controvertido empresario, dijo: “Sí, él (Víctor) estaba concientizado de que ya se iba, como duró tanto tiempo padeciendo, ya estaba concientizado de que él se iba de un momento a otro”.

Carranza padecía de un cáncer terminal de próstata, según un dictamen realizado por Medicina Legal, aunque se dijo que también padecía de otro cáncer, al parecer de pulmón, por lo que su salud se deterioró aún más en las últimas horas. 

Las acusaciones a Carranza

A lo largo de su vida, Víctor Carranza se vio salpicado por señalamientos de homicidios, desplazamiento forzado y promoción de grupos paramilitares. 

En los últimos años la Justicia indagó sobre su presunta responsabilidad en el origen y comandancia de grupos paramilitares en Colombia, matanzas y relaciones con narcotraficantes, basadas en declaraciones de miembros desmovilizados de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC.

El Departamento de Estado de Estados Unidos reveló, en diciembre pasado, un documento en el que identificaba a Carranza como un líder paramilitar con el alias de ‘Clodomiro Agámez’, y le atribuyeron la matanza en 1997 de 12 personas en Miraflores, un pueblo del departamento del Guaviare. 

La causa por paramilitarismo contra Carranza partió de testimonios judiciales ofrecidos en agosto de 2010 por varios paramilitares, entre ellos alias ‘Don Mario’,  que lo señalaron como promotor de bandas armadas en el Meta y el departamento del Vichada.

Según los testimonios, Carranza conformó un grupo que se conoció como ‘Los Carranceros’ y que se alió con reductos de la disuelta organización paramilitar AUC, para actividades en esas regiones.

Aunque nunca se le pudo comprobar ninguna sindicación, Víctor Carranza fue privado de la libertad durante casi tres años, cuando el Fiscal General de la Nación de la época, Alfonso Gómez Méndez así lo dispuso. Pero al final fue dejado en libertad por falta de pruebas.