‘Quiero entregar la Gobernación a alguien que no se enfrasque en peleas políticas’

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
En entrevista, el Gobernador contó cuáles serán los temas que priorizará en su agenda para encarar el último año al frente del Departamento. Habló sobre la relación con el Gobierno del presidente Iván Duque, el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo y las fuerzas políticas del Tolima.

EL NUEVO DÍA: ¿Cuáles serán sus prioridades en su último año de Gobierno?

ÓSCAR BARRETO: Entre varias cosas, continuar avanzando en fortalecer la Universidad del Tolima, el crecimiento del sector agropecuario a través de proyectos de ciencia y tecnología, los procesos de recuperación de la red vial, por ejemplo, una vía por la que toca seguir peleando es la que viene del Valle hacia el Sur.

Hay que salvar lo que nos dieron y hoy no es viable como el Triángulo del Sur. Hemos dicho que lo incluyan en el Plan de Desarrollo nacional para culminarlo. Al tema de la concesión de Cambao - Manizales hay que buscarle una salida y modernizar el aeropuerto de Flandes como proyecto estratégico para estimular la logística del centro del país.

E.N.D.: ¿Cómo le ha ido al Tolima con el Gobierno del presidente Iván Duque?

Ó.B.: Con este Gobierno tenemos las mejores relaciones y tengo que dar los agradecimientos porque hemos seguido haciendo los trámites que se hacen con el Gobierno nacional, en los distintos ministerios, para avanzar en los recursos de infraestructura de nuestras regalías y hemos tenido una excelente interlocución. Al Presidente hay que darle tiempo, rodearlo y apoyarlo.

Lo otro que tenemos que reconocerle al Gobierno es el Plan de Alimentación Escolar, del que en años pasados he sido un crítico porque nos giraban como $17 mil millones, cuando se necesitan como $70 mil millones. Al Gobierno actual toca reconocerle que, con todas las limitaciones fiscales que tiene, aumentó a $34 mil millones los recursos para 2019.

E.N.D.: ¿Cuál va a ser el tema que definitivamente no va a poder concretar en su Gobierno?

Ó.B.: La salud. Más por el tema de la crisis del sistema a nivel nacional, porque voy a hacer los esfuerzos para dejarla lo mejor posible en el Tolima. A no ser que el presidente Duque alcance a tomar unos procesos de reforma, pero no es fácil y no podemos pedirle que resuelva los problemas de Colombia en 100 días. Es injusto.

En todo caso, tenemos un gran reto ahí, no solamente por el hospital Federico Lleras, sino seguir luchando por los hospitales de segundo nivel que son nuestra responsabilidad y los de primer nivel, que son de los alcaldes, pero que no vamos a abandonar. Tenemos un problema complejo con el hospital de Lérida, que me preocupa porque es como un Federico, pero guardando las proporciones: se está gastando más de lo que produce.

E.N.D.: Además de la organización conjunta de las fiestas del folclor, ¿qué podrá surgir con el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo?

Ó.B.: Fruto de mis acuerdos con el Alcalde, le planteamos al Gobierno nacional que nos ayude con la iniciativa de Ciudades Amables para que Ibagué quede incluida. Si sacamos adelante ese proyecto le implicaría a la ciudad una inversión de 1.5 billones, para resolver los temas de transporte masivo y la transformación urbanística de la ciudad, cosa que ya tienen todas las demás ciudades.

En lugar de pedir que al Alcalde le den $50 mil millones para mejorar la malla vial o el andén de no sé donde, mejor vamos y nos paramos en la raya con un proyecto estratégico y transversal. Si eso se logra sacar adelante, no lo va a alcanzar ni a implementar o inaugurar el Alcalde, pero a él no le importa y a mí tampoco. Lo que en realidad nos interesa es que se avanzara en este último año con el Gobierno nacional.

El ‘barretismo’ y las elecciones

E.N.D.: ¿Su Gobierno va a tener candidato a la Gobernación?

Ó.B.: No. Yo estoy impedido para hacer política, no puedo meterme en eso ni tener candidatos. Mi partido seguramente sí tendrá candidato.

E.N.D.: Entre la lista de precandidatos hay un copartidario suyo: el exsecretario del Interior Ricardo Orozco. ¿Le parece que podría ser un buen aspirante conservador?

Ó.B.: Ese es un tema que resolverá el Partido. Ahí están para opinar los actores políticos como el senador Miguel Ángel Barreto, los representantes Adriana Magali Matiz y José Élver Hernández, y los diputados.

E.N.D.: Pero usted es el jefe en el Tolima...

Ó.B.: Pero de la Gobernación. Soy la primera autoridad del departamento. Ya después de que salga de aquí miraremos qué pasará, si seguiremos molestando con esto o no.

E.N.D.: Hay unas nuevas realidades políticas en el Tolima. ¿Cómo se va a reflejar en la composición del gabinete?

Ó.B.: No manejo el Gobierno sobre esa base, sino sobre la eficiencia de las personas. Yo he terminado vinculando personas de x o y organizaciones políticas, pero porque soy respetuoso de su presencia, algo que debo interpretar para que hagamos parte no solo de ir a hacer gestión con un congresista, sino que él venga y nos acompañe en los procesos administrativos y echemos para adelante en conjunto.

Un ejemplo, si no se han enterado, desde hace más de 15 días vinculé a dos personas muy amigas del representante Aquileo Medina en una dirección de la Secretaría de Salud y otro tiene un cargo muy importante en términos jurídicos. Cualquiera diría ‘qué pasó ahí’, porque Cambio Radical no votó por mí. Pero el representante ha sido un tipo muy juicioso y hemos hecho gestión con él frente al director de Coldeportes para trabajar unos temas de unos escenarios deportivos en Espinal y otros sitios del departamento.

E.N.D.: Es decir que las representaciones que tiene Carlos Edward Osorio en su administración pueden estar tranquilas sobre su permanencia en el gabinete...

Ó.B.: No. Aquí nadie puede estar tranquilo, ni siquiera el Gobernador, porque yo no duermo por trabajar. Lo único que puede darle la tranquilidad a la gente es ser eficientes, trabajadores y que produzcan resultados. La política nunca le va a dar tranquilidad a nadie en mi Gobierno.

E.N.D.: ¿Cómo está su relación con el sector uribista?

Ó.B.: Con ellos no he vuelto a conversar, pero en este momento mi gran interés es tener una gran relación con todas las fuerzas políticas. Aquí estuvo en la Comisión de Paz el representante Ricardo Ferro, quien me hizo unas sugerencias que se las acepté, reconocí y agradecí. Le dije a él que en lo que yo le pudiera servir, con mucho gusto. Lo otro son las chichoneras electorales y políticas, que no me interesan porque no soy actor de eso. Bienvenidos todos y no tengo prevención con ninguno.

E.N.D.: Un grupo de dirigentes está buscando una alianza para enfrentarlo en las elecciones de 2019. ¿Qué opina de ese todos contra Barreto?

Ó.B.: La democracia da para todo eso. Yo no sé contra cuál Barreto será: si contra Miguel, Santiago u Óscar Barreto. Si es contra mí, creo que me están sobredimensionando. Yo tengo amigos, pero tampoco tantos. O no sé si ellos se sienten tan chiquiticos que tiene que hacer gavilla para mirar qué hacen con Óscar Barreto.

E.N.D.: ¿Cómo logró calmar a los diputados? Uno los ve más dóciles, por lo menos a los más vociferantes...

Ó.B.: Hemos logrado tener una buena relación. Los atiendo muy amablemente a todos sin importar su origen. Cuando converso con algunos de ellos respecto algún proceso de gestión para que quede en cabeza de un secretario, yo mismo estoy pendiente de que se cumpla. Nunca hubo maltrato, no me he agarrado con ningún diputado y nunca voy a ir a echarle sátiras a alguien. Ahora, mi directriz es que cada vez que vamos a presentar un proyecto de ordenanza, previamente se converse con ellos para avanzar en procesos de concertación si es el caso. Todo eso ha ayudado ha construir un grado de confianza.

“ME SENTARÍA A CONVERSAR CON MAURICIO JARAMILLO”

E.N.D.: ¿Qué esperaría de su sucesor?

Ó.B.: Me encantaría poder entregarle la Gobernación a una persona que tenga vocación por el servicio público, eso significa que le ponga amor a esto, que vaya a los municipios con cariño, ganas y deseos de escuchar a los niños, los jóvenes, los adultos mayores, un alcalde o un campesino. Que no sea alguien que llegue a enfrascarse en un poco de peleas de carácter político e individuales, porque eso termina haciéndole daño al departamento.

Lo más importante es la vocación, que si le tocó madrugar a las 4 de la mañana, no se queje, sino que se levante con ganas de seguir molestando con esto de arriba para abajo.

E.N.D.: ¿Cuál es la realidad de su relación de amistad con Mauricio Pinto?

Ó.B.: Mi relación con él es muy buena. Soy buen amigo de él y lo aprecio. Hace algunas semanas tuve una comida con él en el apartamento de unos amigos en común. Eso sí, hablamos de todo, menos de política.

E.N.D.: ¿Y le ve vocación de servicio a él?

Ó.B.: No quiero ponerme a calificar personas, porque ya sería meterme en el escenario político-electoral. Ese es un tema que tocaría preguntárselo a millón 400 mil tolimenses, pero a mí no. Confieso que como no quiero involucrarme en nada de esas cosas y ya que tengo un acumulado de vacaciones, estoy mirando fechas para ver si me las tomo todas en el momento más crítico electoral. Quiero que se generen condiciones de garantías.

E.N.D.: ¿Qué garantías brindará en la época electoral?

Ó.B.: Todas las garantías. En esto voy a ser muy drástico. La gente que se meta en política ahí va a tener la Procuraduría encima y, como dicen los abuelas, ‘el que se queme que sople’. Ahora, otra es la dinámica de afuera, porque algunos van a querer hacer campaña sobre la sombra del Gobernador, algunos echándole flores y otros criticando. Eso si es problema de ellos y no puedo responder por lo que cada quien hable.

‘HABLÉ CON PINTO, PERO NO DE POLÍTICA’

E.N.D.: Usted dijo que quería ser muy amigo del Alcalde de Ibagué, ¿ese mismo sentimiento le nace por el exsenador Mauricio Jaramillo?

Ó.B.: Claro, con todos. Yo no fui criado lleno de odios en el corazón para perseguir a Fulano o Sutano, entonces, si el día de mañana podemos sentarnos a conversar con él o quien sea, lo haría con buenas ganas con el fin de construir entendimientos y amistades para la sociedad.

E.N.D.: ¿Piensa tramitar el empréstito que le aprobó la Asamblea?

Ó.B.: Decidimos no tomarlo. No se justifica porque termina siendo más complejo el procedimiento versus lo que el mismo Gobierno tendrá que pagar. Era mejor dejar eso quieto y seguir avanzando cumplidos en el pago de la deuda que tenemos de años anteriores, y así le va a quedar un escenario mejor al próximo gobernador para que incluso pueda tomar un empréstito de unos $100 mil millones.

E.N.D.: ¿Y cómo va el trabajo por el hotel Ambalá?

Ó.B.: Lo estamos ofertando en arriendo. Lástima porque eso fue una gran iniciativa de los trabajadores sana e importante, pero no pudieron salir adelante. Hacer empresa no es fácil, aunque con el tema del turismo hay posibilidades y oportunidades muy interesantes para el futuro cercano.

E.N.D.: ¿Espera terminar tranquilo su gobierno con los procesos judiciales?

Ó.B.: Claro. Eso es lo que añora cualquier ser humano, que las cosas avancen bien y podamos demostrar con toda la claridad estas situaciones jurídicas en el momento que la Corte Suprema nos cite nuevamente.

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EL NUEVO DÍA

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