El debate al fiscal: Una tormenta con coletazos políticos

BOGOTÁ, COLPRENSA
Fue tan grande la tormenta provocada por el esperado debate contra el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, por el caso Odebrecht, que las nubes que dejó la noche del martes aún se posan sobre el escenario político del país.

Además de las dudas, que siguen sin respuesta, sobre uno de los funcionarios mas poderosos del Estado, analistas consideran que las sorpresas que ocurrieron durante el debate podrían tener efectos en las elecciones regionales de 2019, e incluso las presidenciales de 2022.

Bastó una noche para que en la opinión pública pasara a un segundo plano las denuncias sobre coimas en el caso Odebrecht y la muerte del controller Jorge Enrique Pizano y su hijo, y que a la mañana siguiente el foco de atención fuera el video en el que aparece el senador Gustavo Petro recibiendo 20 millones de pesos en efectivo, en una situación que todavía está llena de interrogantes.

Cuatro días después, la ola de coletazos de la intervención del fiscal Martínez aún se siente. Para algunos, el tono desafiante y hasta intimidante de su discurso, su tesis sobre una supuesta conspiración en su contra, fue lo que marcó el debate.

Mientras para otros, fueron las revelaciones de la senadora Paloma Valencia sobre una supuesta conducta ilícita de uno de los principales líderes de la izquierda que además se ha promovido como adalid contra la corrupción.

El cambio de moneda que trajeron consigo las más de siete horas de discusión sobre los vínculos del fiscal general con Odebrecht y los ‘trapitos sacados al sol’, agitó el ambiente político y de opinión del país con una serie de efectos que, para algunos analistas, impactan la institucionalidad del país.

“Vengo en calidad de ciudadano”

Más de 60 mil visualizaciones ha obtenido el video de siete horas publicado por el canal del Congreso en su cuenta de YouTube. Indicador que, para el experto en economía y política, José Roberto Acosta, demuestra el “poder de masas” que tenía el evento del martes.

“El debate está dividido en dos partes. Durante el primer momento, que se resume en las primeras cinco horas de discusión, vemos que no se aportó nada nuevo y sí se veía más la idea vacía y sin argumentos que presentaban algunos citantes que poco a poco se calentaban y empezaban a manotear para lado y lado. La segunda parte, radica en la llegada sorpresiva y llamativa del fiscal Martínez, quien en toda su galantería mostró el poder que posee sobre la clase dirigente del país”, explicó Acosta.

Para el analista, la primera intervención del funcionario que dirige al ente investigador fue un “arma de doble filo” al enviar un mensaje sobre su posicionamiento y sus alcances.

“Que el fiscal haya dicho que no venía en calidad del cargo que ocupa, sino de un ciudadano común y corriente demuestra lo profundo que conoce la clase política del país. Él fue citado como fiscal no como ciudadano, pero ahí lo que quería demostrar era lo poderoso que puede llegar a ser y que aparte se enfunda de las herramientas que brinda la Fiscalía a su cargo”, agregó Acosta.

Frente a esta mirada, el también experto político y abogado, Andrés Fandiño, manifestó que los mensajes expuestos por el jefe del ente acusador develaron que conoce más allá de lo que dice respecto al caso Odebrecht, impactando así desde el interior de las instituciones la legitimidad de las mismas.

“El fiscal es la cabeza de un ente que investiga, pero que a la hora de la verdad deja ver que solo averigua lo que le conviene. El debate, que era para conocer esa verdad, pasó a ser un hazmerreír de la justicia y política del país con acciones y mensajes que bombardearon el peso de ese momento. Es una lástima ver cómo involucrados con Odebrecht caen todos los días en el mundo, pero aquí hay señalados que aún siguen pavoneándose como si nada y lo peor es que no hay quién investigue”, argumentó Fandiño.

Para el analista político, las investigaciones reveladas por Noticias Uno sobre el caso llevaron a que la legitimidad de la Fiscalía General de la Nación como institución fuera blanco de cuestionamientos, apoderándose de ella un manto de dudas frente a las decisiones que se tomen a partir de ahora y que podrían generar inquietudes sobre la independencia que deben tener las ramas del poder público.

“Muchos dicen que el fiscal Nestor Humberto Martínez ganó en el debate, eso es una gran mentira. Salió bien excusado pero su institución se está viniendo abajo. La Fiscalía no es recordada por sus grandes investigaciones judiciales, sino por tener a la cabeza a un hombre involucrado con tremendo escándalo que se queda callado”, agregó Fandiño.

Junto a esta voz se suma la del analista político de la Universidad Externado, Carlos Andrés Arias, quien detalló que para defenderse, Néstor Humberto Martínez lanzó señalamientos que afectaron la legitimidad de los citantes al debate, lo que podría tener efectos frente a las elecciones del 2019.

“El país está atravesando una de sus más profundas crisis de institucionalidad. Tanto el Fiscal como el Procurador están señalados de tener nexos con grupos económicos que ya habían sido advertidos antes de su elección. Esto confirma que no deben seguir siendo nombrados en cargos de magistratura moral u órganos de veeduría, vigilancia y control a políticos que se muevan entre los intereses económicos de los grandes gremios económicos”, argumentó Arias.

¿Y EL GOBIERNO?

La postura del Gobierno frente al debate Odebrecht también refleja lo que está ocurriendo en el escenario político, según los analistas, pues creen que la presencia de la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, fue significativa pero por omisión.

“El Gobierno del presidente Duque quiso mantenerse al margen con la intervención de la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, que no dijo nada, pero el no decir nada, el callar, termina implicando una complicidad por omisión”, apuntó José Roberto Acosta.

Por su parte, el analista John Mario González destacó que la alocución presidencial, que interrumpió el debate, resultó fuera de contexto y mostró a un presidente alejado de la realidad política.

“Si uno mira los cristales que dejó el debate por allá en un rincón recuerda que Duque salió hablando y también distrajo el debate. Pero nadie recuerda qué dijo el presidente y eso es una muestra clara de lo que ha caído en materia de imagen social. El Gobierno no tiene las facultades para investigar y recordemos que Duque está tocado por el tema de Odebrecht. La legitimidad del Gobierno para aportar en el esclarecimiento de esta pues tiene cuestionamientos y no hemos visto su intención de buscar la verdad”, agregó González.

Para Carlos Andrés Arias, el Gobierno nacional sigue en un limbo y su posición “timorata”, con el llamado de la ciudadanía alrededor de los ejes que lograron 11 millones de votos en la consulta anticorrupción, fortalecen la percepción de crisis institucional en la que el ciudadano cree cada vez menos en las instituciones y los que las lideran.

“Para el ciudadano de a pie, según lo señalan los estudios de percepción sobre la imagen de políticos, alcaldes, gobernadores, fiscal, procurador y congresistas, se podría estar gestando un proceso de desesperanza y de disonancia asociado a que la sociedad les exige a ciertas esferas el cumplimiento y comportamiento de valores sociales y morales, pero a sus líderes y veedores de lo público les permite todo. Además, que nunca hay una posibilidad cercana de sanción de ningún tipo”, expresó Arias.

Los coletazos del debate se podrían seguir sintiendo por muchas semanas. La elección de un fiscal ad hoc puede bajar el tono frente a la situación de Martínez, pero eso no significará que la turbulencia política que arrancó esta semana se detenga. Por su parte, Petro, que ahora está en el ojo del huracán, tendrá que jugar sus mejores cartas si quiere poner de nuevo el viento a su favor.

Gira la moneda

El principal giro que dio el debate fue provocado por el video de menos de dos minutos que presentó la senadora Paloma Valencia y que según ella le fue entregado pocos minutos antes de comenzar la sesión por una persona a la que no quiso identificar. Ante esto, Petro argumentó que quien le entregó ese video a Valencia fue el fiscal.

“El video de Petro es un mensaje claro de la derecha. El país no puede olvidar que en el último año viene bajo un tono de polarización enorme y con una izquierda que ha tomado bastante poder desde las elecciones, era normal que se buscará hacer zancadilla”, manifestó Arias.

Para el analista, esto hace parte del juego político que se desata de cara a las próximas elecciones locales.

“La presentación del video de Petro recibiendo fajos de billetes desvió la atención del debate para mitigar el foco de atención de la opinión pública en la actuación del fiscal que era lo que ocupaba la sesión de ese día. Eso no aportó nada y lo que sí hizo fue que la seriedad del Congreso se fuera por un tubo. Ahí primó más la pasión ideológica de hacer caer al de la oposición que la razón frente a un gran escándalo de corrupción”, agregó el experto en política.

Sin embargo, Arias señaló que esto no exime al senador Petro de dar explicaciones claras, más allá de testimonios de terceros, sobre la procedencia del dinero, quiénes se lo entregaron y los compromisos asociados a ese préstamo.

“Si entendemos que el debate se centraba, entre otros, en la actuación ética y moral del Fiscal con la omisión de información del caso Odebrecht, entre otros temas, podría pensarse que sería una estrategia política para deslegitimar a quienes lideraban el debate. Se le debe exigir a Petro que responda claramente y con pruebas, más allá de conjeturas circunstanciales, pero eso debía ser en un espacio diferente al debate para no perder el foco con respecto a la actuación y omisiones del fiscal”, argumentó.

Uno de los efectos que tendrá en las elecciones puede ser quitarle a la izquierda el tema de la lucha contra la corrupción, con el que se ha posicionado y que le trajo una gran participación en las elecciones presidenciales y posteriormente en la consulta anticorrupción.

“No se nos puede olvidar que el video no solo salpica a Petro, sino también a la Alianza Verde quienes llegaron al Congreso con un discurso de anticorrupción siendo ahora efecto de las fichas que caen”, explicó Arias.

A diferencia de otras tantas veces en las que Petro ha salido fortalecido políticamente después de recibir denuncias en su contra, los analistas concuerdan que esta vez no le beneficiará a su carrera política, sino que, al contrario, lo dejará como uno más de los involucrados en casos de corrupción.

“Que Petro esté en el escarnio público no es nuevo. Pasó cuando el exprocurador Alejandro Ordóñez lo acusó de otros temas, pero este video fue una muestra de la derecha para decir: miren, la izquierda también es corrupta y eso es un golpe que para nada le traerá beneficios más adelante, pese a que sepa argumentar cada mancha que tiene encima ahora, cosa que dudo”, manifestó el analista político John Mario González.

Credito
COLPRENSA

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