El mercado de la proteína animal está pidiendo pollo

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Los productores de carne tienen un gran reto: conquistar un vasto mercado; sin embargo, es el de menor poder adquisitivo. Un producto económico y de calidad será la clave.

La proteína animal es uno de los alimentos diarios que no pueden faltar en la mesa de los colombianos.

De ahí que las carnes de bovino, pollo, cerdo, ovino y el huevo, se disputen un mercado, que de acuerdo con el Programa de Estudios Económicos de la Federación Nacional de Avicultores, Fenavi, aún les falta por colonizar más del 40% de la población colombiana, por que aunque no se crea, muchas personas se acuestan sin probar un bocado de proteína animal.

Para tratar de conquistar ese inmenso mercado todavía virgen, que es el de menor poder adquisitivo, hay que propender por un producto muy económico y en diversas presentaciones.

En esa acelerada carrera los sectores afrontan el reto y se aprestan a ampliarse este año para quedarse con mayor tajada de esa población.

Los avicultores van por un 4% en crecimiento y le apuntan a producir 1.4 millones de toneladas de carne de pollo; los porcicultores trabajan en línea para expandirse ocho por ciento y aproximarse a un consumo per cápita de 10 kilos; los ganaderos quieren llevar más carne al asador y pasar de los 22 kilos per cápita a 25 kilos y los ovinocultores pretenden doblar su hato para tener mayor presencia en las góndolas de los almacenes de las grandes superficies.

¿Cual es la dinámica del pollo?

Según el Programa de Estudios Económicos, de Fenavi, tener la carne de mayor consumo obedece a toda una estrategia que encuadra dos variables principalmente.

La primera de ellas es técnica y está soportada en un desarrollo genético que lleva más de 10 años y ha logrado una evolución en la conversión que pasó de 1.69 kilos de comida (dieta a base de maíz y soya) a un kilo de pollo, y se pasó a 1.65% al kilo de carne.

Y en el caso del huevo se logró que en 80 semanas de producción, una gallina coloque entre 325 y 330 huevos.

Entonces en productividad, los avicultores del país no tienen nada que envidiarle a la mejor granja de Argentina, México y Estados Unidos; la gran diferencia está en infraestructura y materias primas.

El segundo soporte para ser los fuertes del mercado, radica en la promoción gremial que se le da al producto, variabilidad de presentaciones, inocuidad y consolidación de las marcas.

Se sentirán satisfechos cuando el consumo per cápita de pollo sea de 35 kilos y 360 unidades de huevo.

Bovinos darán la pelea

La carne bovina no se quiere dejar sacar del plato de los potenciales consumidores. Ese estandarte de ser la más apetecida será de nuevo su bastión.

Para Oliverio Solano Cala, gerente de la Asociación de Surtidores, Expendedores y Ganaderos, Surexgan, el fortalecimiento del dólar debe ser una oportunidad para volver a ganar el espacio que perdieron con los avicultores colombianos pero a la vez, colocar en el mercado un producto más versátil, inocuo y de calidad que respondan a precios competitivos.

“Históricamente la carne bovina es la más apetecida, pero por diversos factores se ha perdido mercado ante otras carnes; sin embargo, eso ya lo entendió el gremio, que se debe trabajar en promoción y ser más competitivos”, asegura.

El directivo agrega que en la producción de carne bovina está pesando la canasta de costos y la intermediación, factores que encarecen el producto final para los consumidores.

“La carne bovina es mucho más rendidora, pues con una libra perfectamente pueden tener una porción significativa cuatro personas, mientras que con las otras la cantidad es menor”, dice.

Frente a las nuevas tecnologías para la explotación, Solano Cala expresa que en el país se cuentan con razas de alta genética y gran conversión.

“Sin lugar a dudas, el confinamiento, tal y como lo hacen los avicultores, será factor sustancial para poder obtener un producto de mayor calidad y a más bajo costo; además de permitirnos obtener un producto final más económico”, anota.

De acuerdo con la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, la tendencia del consumo de carne de res en Colombia es de 20 kilos, tres kilos más que hace seis años; sin embargo, el alza del precio sería un factor que no ayudaría a la recuperación del mercado.

Si bien se podría llegar a mercados internacionales, como por ejemplo, Jordania, el último país en dar admisibilidad, los precios internos no podrían dejar de ser competitivos, pues está en juego el mercado local, que es considerado como el preferido por cualquier sector.

Ya van en siete kilos

La meta de crecimiento de los porcicultores del país es bien ambiciosa para el 2015.

De acuerdo con la Asociación Colombiana de Porcicultores, Asoporcinos, quieren ampliarse un 19.2%, lo que significaría la producción de 310 mil toneladas más que las obtenidas en sus granjas en 2014, que fueron del orden de las 250 mil toneladas.

De acuerdo con Carlos Alberto Maya Calle, gerente de Asoporcinos, el “sector trabaja en varios frentes, como el mejoramiento de la genética y el estatus sanitario, así como la eliminación y control de enfermedades a través de la bioseguridad en las granjas porcinas”. 

Frente al consumo, el directivo dice que no se ha quedado estático y que hoy podría decirse que ronda los siete kilos, que si bien es muy bajo frente a otros países de la región, si ha sido creciente.

A su juicio, lo anterior se ha logrado a través de campañas que buscan educar al consumidor en materia de cortes, preparaciones y componente nutricional de este tipo de carne.

“Con distintas actividades, como talleres con grupos objetivos, participación en eventos y trabajo con los distintos eslabones de la cadena, estamos enseñando al consumidor la versatilidad que tiene la carne de cerdo, un producto que se puede comer diariamente, con beneficios importantes para la salud”, asegura Maya Calle.

De acuerdo con el directivo, el sector ha ganado genéticamente donde las conversiones de kilos de alimento por kilo de carne son muy altos.

Un cerdo de 100 kilos está listo para sacrificio y se logra a los 155 días.

Un potencial enorme

Hay un dicho popular que dice: en el mar el mero, en la tierra el cordero.

Pues en Santander ese refrán popular se está cumpliendo al pie de la letra, ya que de acuerdo con Asociación Caprícola y Ovina de Santander, Caprisan, a Bucaramanga llegan semanalmente dos mil ejemplares para consumo en el departamento.

De acuerdo con los expertos, una de las fortalezas de Santander en materia ovina, es su adelanto genético, principalmente en las razas dorper y kathadín.

Esos ejemplares vienen de la Costa Atlántica; sin embargo, la producción de ovinos de alta genética es cada día mayor, pues según las estadísticas, ya se tienen más de 200 productores de ovinos de pelo en el departamento.

Un ovino de 30 kilos, ya se logra a los cuatro meses.

Muestra del crecimiento del sector ovinocultor en Colombia, también lo reporta la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura, FAO: “el sector ovino en Colombia ha tenido una evolución en los últimos ocho años. El crecimiento del inventario y del consumo estimado per cápita de carne de cordero ha sido considerable: ha pasado de unos 250 gramos a niveles que fluctúan entre los 340 y los 360 gramos por año. El potencial del sector y de sus productos es enorme”.

Credito
MARCO A. RODRÍGUEZ PEÑA

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