PUBLICIDAD
El papa emérito Benedicto XVI se encuentra nuevamente envuelto en polémicas, esta vez por un informe en el que se afirma que, durante su arzobispado en Múnich, no reaccionó debidamente ante casos de pedofilia. Lo que se traduce en uno de los más graves escándalos sexuales en la Iglesia Católica.
El sacerdote Peter Hullermann, quien perteneció a la Arquidiócesis presidida por Ratzinger, cometió múltiples abusos sexuales contra menores. En el informe se afirma que, el hoy papa emérito, tuvo conocimiento de estos delitos y, a pesar de ello, no tomó medidas severas.
Hullerman fue enviado a Baviera: allí empezó un proceso de psiquiatría, pero continuó cometiendo abusos. La presión hizo que se jubilara en el 2010.
En una carta emitida por el Vaticano el pasado martes, el papa emérito de 94 años afirmó lo siguiente: "He tenido grandes responsabilidades en la Iglesia Católica. Mi dolor es aún más grande por los abusos y los errores que tuvieron lugar durante mi mandato".
En otra parte del comunicado, Ratzinger pide "públicamente al Dios vivo que perdone nuestras culpas". Según afirma el informe, más de 490 personas sufrieron abusos en la Arquidiócesis desde 1945 hasta 2019.
Comentarios