Las gramillas del estadio

JORGE CUÉLLAR - EL NUEVO DÍA
Dos docentes de la Universidad del Tolima argumentan que la presencia de plantas no deseadas en la cancha es producto del mantenimiento inadecuado del césped.

“La gente no sabe que esa cancha está pésima, afuera mostramos mejor fútbol porque encontramos mejores canchas”, aseguró Christian Marrugo, luego del triunfo ante Cali, por la octava fecha del Torneo Finalización. Y Wílder Medina, ese día, dijo: “Lo que dice Marrugo es muy importante, porque hay que admitir que la cancha no está en buen estado”.

Se quejaron los jugadores de la grama del estadio Manuel Murillo Toro y luego de los dos conciertos de los últimos fines de semana, el estado del césped está peor.

“Ese tema de los conciertos en los estadios afecta muchísimo, acá hay unos parches impresionantes en la cancha, creo que eso no está bien, le hace mal al fútbol, porque el deporte es una cosa y este tipo de conciertos es otra; hay que analizar eso porque están agarrando los estadios para cosas que no son”, dijo ayer Wílmer Parra, delantero del Deportes Tolima.

Por eso, EL NUEVO DÍA contactó a dos docentes de la Universidad del Tolima, conocedores del tema sobre césped, grama y este tipo de hierbas, para mirar realmente el estado del campo de juego del estadio Manuel Murillo Toro.

Las hierbas

El profesor Tirso Medina hizo el recorrido sobre la cancha, encontró tres tipos de grama diferentes y dos especies de Arvenses, que son plantas no deseadas en determinados lugares, mal llamadas malezas o malas hierbas.

“No es normal que existan varios tipos de grama, debe haber uno solo, para permitir un sano crecimiento y que el terreno esté parejo”, aseguró el docente Tirso Medina.

Y añadió: “De las tres que hay en la cancha, cualquiera puede servir como grama, pero la combinación de las tres no está bien”.

Los nombres científicos de las gramillas encontradas en la cancha ibaguereña son la Paspalum notatum, Axonopus compressus y Sporobolus poiretii; todas se usan para campos deportivos, jardines y zonas verdes, pero el docente Medina insistió: “la combinación de las tres no está bien”.

Además de estas tres gramillas, el campo del estadio de la 37 cuenta con dos Arvenses, llamadas popularmente como pata de gallina y yerba de golpe, que científicamente se conocen como Eleusine indica y Pseudelephantopus spiralis, respectivamente.

“La pata de gallina y la yerba de golpe no deben estar en céspedes de campos deportivos, porque con seguridad desviarán el curso del balón, dañan el tapete que debería ser la grama y le dan mala apariencia al campo de juego”, aseguró el profesor Héctor Esquivel.

Mantenimiento

Los docentes concluyen en una sola causa el problema del mal estado de la grama y es el mantenimiento inadecuado del césped.

“Debería tener un mantenimiento adecuado, germinación de una sola especie, en otros lugares y luego trasladarla al estadio. Porque no es sano sacar gramas viejas y achacadas de otras partes para pegar en la cancha, no tienen un poder de regeneración bueno”, dijo Tirso Medina.

Y es que después del primer concierto, la cancha recibió varios parches que fueron arrancados de la zona cercana a la tribuna sur, que aún no han pegado bien y se les ve la diferencia en color, largo (altura) y calidad, que impide que el balón ruede de la mejor forma.

Héctor Esquivel añadió: “Además de podar con guadaña, deben hacer entresacar, sobre todo con la yerba de golpe, que forma un enraizamiento muy fuerte, tiene una raíz muy larga y solo quitar las hojas no es suficiente, seguramente debe haber una raíz que es difícil de arrancar”.

Pero también son claros en decir que el uso del campo de juego no debe ser exagerado, es decir, que “para estas gramas hay que evitar el pisoteo continuo, ojalá solo jugaran unas dos veces por semana como máximo y no más”, argumentó Tirso Medina.

Cabe anotar que el mantenimiento del gramado del Manuel Murillo Toro no está a cargo del Instituto Municipal para el Deporte y la Recreación de Ibagué, Imdri, sino del Deportes Tolima.

Por eso, EL NUEVO DÍA consultó a José William Rincón, el encargado por el club Pijao para cuidar el campo de juego, en referencia a la metodología del mantenimiento actual de la grama.

“Después de cada juego hay que pasar el cilindro para bajar todo lo que levantan, después se le aplica una abonada para que bote el maltrato y echarle harto cilindro. Antes de los partidos se poda para que quede pareja”, aseguró William Rincón.
Y complementó acerca del drenaje que “está un poco tapado por tanto rodillo que se le da, porque la tierra se va apretando, pero igual ese drenaje es muy bueno”.
    
CIFRAS

700 mil pesos colombianos es el costo aproximado de un paquete de 40 metros cuadrados que ofrece la compañía Agrocesped en España, encargada de suministrar el césped a los principales estadios del país europeo.

Las gramillas

Estas son las referencias científicas de tres de las gramillas encontradas en el estadio Manuel Murillo Toro de Ibagué, según documentación de Internet y los conocimientos de los docentes.

La Pasto Bahía, Paspalum notatum, es una especie botánica de gramínea tropical a subtropical, perenne de la familia de las Poaceae. Es notable por su prominente inflorescencia dual, en forma de V; con dos espigas tipo racimos conteniendo múltiples espiguillas diminutas, cada una de 2,8-3,5 milímetros de largo.

Por su resistencia es usada en Sudamérica como pastura para ganados y por su gran extensión territorial es usada como pasto de jardín y en campos deportivos.

La Axonopus compressus, la grama brasileña o grama bahiana es una especie de fanerógama, un césped perenne de estación cálida ciclo P-V-O: suntuario, muy denso de textura gruesa y color verde medio. Forma una carpeta mullida muy vistosa y ornamental que por lo cerrado de su trama dificulta el establecimiento de malezas. Es utilizado en jardines, parques y campos deportivos.

La Eleusine indica (capín) es una especie de maleza (Arvense) en la familia de las gramíneas Poaceae. Es originaria del Viejo Mundo. Es anual, gusta de hábitats disturbados, y su distribución es cosmopolita de regiones templadas y cálidas. Es muy persistente.

Es la conocida como pata de gallina, gusta de terrenos inundables, orillas de cultivo, terrenos de cultivo, jardines, lugares abiertos y es resistente al pisoteo.



Credito
FILIBERTO ROJAS FERRO (Acord Tolima)

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