Deportes Tolima, actual campeón del fútbol colombiano, sigue con la mirada puesta en la cima de la tabla de posiciones de la Liga y por ende ser cabeza de serie de los cuartos de final del rentado colombiano.

Diferente panorama vivía el 7 de noviembre, hace 25 años, cuando disputó ante Deportivo Pereira su última opción para no descender a la segunda categoría del fútbol profesional colombiano, torneo que inició en 1991 y en su tercer año tenía en la cuerda floja al plantel Vinotinto y Oro.

Los últimos resultados del equipo Pijao no eran los mejores, según las estadísticas, el equipo después de sus subcampeonatos en 1981 y 1982, siempre estuvo peleando por no quedar entre los últimos lugares de la tabla.

Pero en 1993 llegó lo que la fanaticada no deseaba, a pesar de que las gradas del Manuel Murillo Toro siempre permanecieron coloridas apoyando al club y de una mejoría en sus últimos partidos, perdió la categoría.

Era un domingo, 3:30 p.m., Tolima en la reclasificación tenía los mismos 34 puntos que el Cúcuta Deportivo, en la tabla de posiciones también era último con 22 unidades. Mientras los Pijaos recibían a Pereira, en su oído también estaba lo que sucedía en la frontera entre Cúcuta y Unión Magdalena.

En el primer tiempo ya casi todo estaba consumado, el Cúcuta ganaba 2-0 a pesar de que Julio Javier Doldán adelantaba de ‘cabeza’ al Tolima; los hinchas esperaban que el ‘milagro’ ocurriera en la segunda mitad; incluso James ‘La Guama’ Cardona desperdició un penal a favor de los ‘matecañas’.

Y casi se logra el milagro, para el segundo tiempo el Unión descontó y en Ibagué el paraguayo Julio Javier Doldán marcó a los 25’ venciendo por segunda ocasión al portero Darío Aguirre. Pero a los 35’ llegó el tercero de Cúcuta y con él, el adiós a 38 años de historia del Tolima en la A.

Esa tarde Deportes Tolima tuvo como portero a Jaime Leonardo Rodríguez; los defensas fueron Juan Agudelo, Fabián Ucero, Frank Rengifo y Orlando Gutiérrez; en el medio a Carlos Castro, Fabián Barbosa, Willians Fiorillo y Humberto Sierra y como delanteros a Armando Osma y Julio Javier Doldán.

El árbitro fue J.J. Toro.

El ‘Cacique’ lo intentó

En esta historia triste del Tolima, que afortunadamente solo duró un año, fue indispensable como siempre el técnico ibaguereño Jorge Luis Bernal, ‘El Cacique’, quien siempre ha sido llamado para ‘salvar el barco’, ya lo había hecho en la década de los 80, también lo hizo a inicios de este milenio.

El Tolima fue dirigido por Jaime Rodríguez, pero tras sus malos resultados fue sustituido por Arturo Boyacá, quien tampoco logró sacar al equipo del ‘sótano’, menos Luis Oviedo y la dirigencia llamó a Jorge Bernal.

El ibaguereño llegó para estar en el banquillo por los próximos 15 partidos, en los que según estadísticas de Guillermo Ruiz Bonilla, logró seis victorias, cinco empates y cuatro derrotas, pero ya el daño estaba hecho desde antes.

Bernal lo recuerda

En entrevista de esta redacción con Jorge Luis Bernal, ‘El Cacique’ cuenta que para ese año dirigía al Club Guadalajara, equipo con sede en Buga y de la segunda división colombiana, y terminando el campeonato recibió la llamada del presidente Alfonso Trujillo.

“Recibí el S.O.S., para enfrentar las últimas fechas, hablé con don Armado (dueño del Guadalajara), y le conté la inquietud, él me respondió: ‘Vaya y ayude, porque si va a estar intranquilo pensando en que su Tolima no va a clasificar y que usted no aportó en nada para que el equipo se salve, vaya’, y lo hice.

“Logramos un buen recaudo de puntos, pero no alcanzamos a los rivales. Recuerdo que hubo buenos partidos, se luchó a muerte para que el equipo no descendiera, pero fue tarde la llegada para ensamblar y afianzar el grupo con el objetivo de no perder la categoría”.

Entre los cotejos que recuerda Bernal está el disputado ante Independiente Medellín, subcampeón en ese año, por detrás de Atlético Junior:

“Ese (Medellín) era un equipazo y lo vencimos por 1 – 0, esa tarde tapó Freddy ‘Chito’ Torres, quien se lesionó una mano a los 20 minutos del segundo tiempo, pero siguió tapando y me pidió que no lo sacara.

“Con una mano hizo extraordinarias atajadas y ganamos, el sentimiento tolimensista por nuestro equipo lo llevó a continuar; en ese plantel éramos varios del Tolima, James Olaya, Harold Rivera, Carlos Castro, ‘El Chito’ Torres, una fuerza común junto con los otros jugadores que así no fueran de la región tuvieron una gran voluntad y deseo para que las cosas fueran distintas”.

Solo tristeza

Si en las gradas del estadio Manuel Murillo Toro se vivía esta ‘tragedia’, en el camerino la desazón fue más grande. Según Bernal, todo era silencio, ya antes del partido se había dicho todo, ahora la mentalidad era continuar y sacar rápido al equipo de la B.

“Volvió (Gabriel) Camargo, quien estuvo observando algunos partidos del equipo y luego conformó un plantel con buenos refuerzos y lograr lo que hoy vemos, un equipo con grandes resultados. Camargo armó un equipo de la A para jugar la B y acertó”.

Tolima al final acumuló 36 puntos en 46 partidos con un rendimiento del 39.1%, fue el equipo con menos victorias en el año, 11; apenas marcó 45 goles, siendo el equipo con menos de un tanto marcado por partido y le marcaron 68 goles. Hoy la historia es distinta, el Deportes Tolima después de ese suceso se convirtió en equipo protagonista, lo que lo ha llevado a gritar dos veces campeón, obtener tres subcampeonatos, una Copa Colombia y participar en las copas Conmebol en 1996 y 1997; Libertadores en 2004, 2007, 2011, 2013 y próximamente la 2019 y las Copa Sudamericana en 2006, 2010, 2012, 2015 y 2016.

Frase

"Para esos partidos teníamos el estadio lleno, la gente se contagió pensando en que entre todos se podía evitar el descenso (casi se logra)", Jorge Luis Bernal.