Recientemente el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) reveló las cifras referentes a la tasa nacional de desempleo para enero del presente año. Dicho índice arrojó una tasa de 13,7 %.

El Dane resaltó que hubo una serie de aumentos anuales con respecto a las tasas de participación. En estas, las mujeres alcanzaron una tasa de desempleo de 17,4 %, mientras que para los hombres, el indicador fue de 11,0 %.

Claramente esto denota una disminución con relación a las cifras registradas para el mismo periodo de 2022, cuando la desocupación fue de 14,6 %.

Sin embargo, en ciudades como Ibagué, el registro de desempleo se encuentra muy por encima de la media nacional, y suele agravarse más a la hora de realizar una comparación entre ocupación y géneros.

Disparidades de género en el mercado laboral 

Un estudio del Dane denominado ‘Brechas de género desde las estadísticas oficiales’, dejó en evidencia una serie de situaciones que han propiciado el ensanchamiento de la brecha laboral entre hombres y mujeres.

Según los datos recopilados por el Dane, para la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo, Enut, en 2021, dentro de la participación de actividades de trabajo remunerado, la participación de los hombres fue de 53,3 %, mientras que para las mujeres, dicha participación fue de apenas de 29,9 %.

Por otro lado, existe una marcada sobrecarga para las mujeres con respecto al trabajo no remunerado, señalando una participación del 90,3 %. Para los hombres esta situación también ha representado un alto porcentaje (63 %), no obstante, existe una brecha bastante amplia entre los dos géneros.

Una ciudad de desafíos para la mujer 

Jorge Humberto Renza, economista y director del Observatorio del Empleo y Recursos Humanos del Tolima, OET, señaló que para los últimos tres meses del 2022, la tasa de desempleo femenina en Ibagué fue de 16,9 %; mientras que la tasa de desempleo masculina alcanzó un 16,1 %.

“Si bien la femenina supera a la masculina en 0,9 %, la brecha se redujo en 5 puntos porcentuales frente al mismo trimestre del 2022”, detalló Renza, enfatizando en que esta reducción en la brecha, si bien aparece como algo positivo, en realidad, esconde un deterioro en el mercado laboral para ambos sexos, por lo que no se podría hablar de una mejora en la empleabilidad de la mujer. 

El director del OET resaltó que la tasa de participación de la mujer es cerca de 20 p.p. menor a la de los hombres, por lo que cerca del 55 % de las mujeres en edad de trabajar se mantienen al margen de las relaciones laborales, concentrando sus actividades fundamentalmente en el trabajo del hogar y del cuidado.

Mujeres jóvenes, menos oportunidades 

Renza indicó que el grupo de jóvenes mujeres, quienes para el periodo mencionado tienen una tasa de desempleo de 28,8 %, alrededor de 9 p.p por encima de la tasa de desempleo general de las mujeres. De igual forma, la brecha frente a los hombres jóvenes es de 7 p.p.

“Es importante mencionar que el mercado laboral a nivel nacional tiene un sesgo contra la mujer, pues las mujeres enfrentan mayores tasas de desempleo, menor tasa de participación y una mayor inactividad, lo cual refleja las difíciles condiciones que enfrentan las mujeres en el mercado laboral”, mencionó el economista.

Renza puntuó que para Ibagué la situación es más aguda, puesto que la tasa de desempleo de la mujer en Ibagué es superior a la de las 23 ciudades de la muestra del Dane, la tasa de participación es aproximadamente 10 p.p. inferior y la tasa de ocupación es aproximadamente 12 p.p. inferior que la del promedio de las 23 ciudades.

Brechas de género y segregación 

Para el año 2022, la tasa de desempleo para las mujeres fue 14,3% y para los hombres 9,0%, estas tasas disminuyeron con respecto al año 2021. Por su lado, la tasa de ocupación fue de 69,6% para hombres y de 44,4% para mujeres. 

Entre 2014 y 2022, la tasa de desempleo de las mujeres ha sido en promedio 5,6 puntos porcentuales (p.p.) superior que la de los hombres, esta brecha se engrosó en 2022, cuando la brecha de desocupación fue de 7,6 p.p., dejando en evidencia que el desempleo afecta más a las mujeres que a los hombres.

En Ibagué, esta brecha se registró en el promedio anual de 2022 en -2,8 %.

Tiempos dedicados al trabajo

La Enut señaló que con relación al tiempo diario promedio de trabajo entre hombres y mujeres, también existió una gran diferencia, por ejemplo, en cuanto a las actividades de trabajo remunerado, los hombres dedicaron cerca de 9 horas, mientras que el rango para las mujeres fue de 7 horas 37 minutos.

Paradójicamente el tiempo invertido en actividades laborales sin remuneración fue mayor en las mujeres, llegando a un promedio de 7 horas y 44 minutos, pero para los hombres fue de poco más de 3 horas, señalando una diferencia de 3 horas y 18 minutos de sobrecargo a las mujeres.

A mayor educación menor brecha laboral

En el estudio del Dane se concluyó que el nivel educativo predominante para las madres es Básica Secundaria; 48,5 % de las niñas de 10 a 14 años y el 42,5 % de las adolescentes. 

Según nacimientos, el 41,6 % de las madres de 10 a 14 años son niñas con básica primaria. En el caso de las adolescentes, las madres con media son el 37,5 %.

No obstante, a medida que se alcanzan niveles educativos más altos la brecha de género en el porcentaje de personas que toman las decisiones de forma individual se reduce para todas las dimensiones e incluso llega a invertirse.

Ibagué y la desigualdad laboral

Ana Castro, socióloga docente de la Universidad del Tolima, analizó las brechas salariales existentes en el contexto local y sostuvo que los estereotipos de género influyen en todos los mercados laborales, debido a que culturalmente aún se piensa en roles de género, dejando a la división sexual del trabajo como determinante de acceso, o no, al mercado de oportunidades laborales.

“En Ibagué no se piensa en las personas por su formación y experiencia sin desligarse de los géneros, adjudicando ciertas labores a las identidades sexuales”, indicó Castro.

La docente señaló que muchas mujeres no pueden acceder al mercado laboral en igualdad de oportunidades porque se les antepone una serie de obstáculos, como la maternidad o la estigmatización, como las responsables de los trabajos del hogar.

“Ibagué no es una ciudad equitativa en oportunidades de acceso al trabajo, de entrada por los índices de desempleo tan elevados, y presenta a su vez una brecha salarial grande, ya que aunque las mujeres y hombres posean el mismo nivel de escolaridad y formación, cuesta reconocerles con un salario equitativo”, concluyó Castro.

DATOS

Se entiende que las diferencias salariales entre hombres y mujeres no son constantes en todas las situaciones sino que varían para los diferentes grupos poblacionales.

Entre noviembre de 2021 y noviembre de 2022, en promedio, el 9,6 % de las mujeres ha tenido que interrumpir sus actividades diarias por su periodo menstrual.

Colombia es el único país de la región priorizado dentro del programa ‘Las Mujeres Cuentan’ de ONU Mujeres para fortalecer las estadísticas de género.

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