Desde hace unos años se dice, con menos alerta de la que se debería, que los nevados de Colombia se están muriendo. De entre todos, el de Santa Isabel está más cerca que cualquier otro de su adiós.

La masa glacial de ‘La princesa de las nieves’, como es conocida esta montaña, está prácticamente acabada. Su vasta y uniforme blancura de antes ya no es sino pedazos aislados blancuzcos, y hay que subir hasta su cumbre para pisar algo de la nieve que aún se conserva.

Cuando un nevado se extingue se convierte en un paramillo. Esto sucedió con el ahora Paramillo El Cisne, conocido antes de 1960 como Nevado del Cisne, ubicado en la ruta de ascenso al Nevado de Santa Isabel desde Manizales. Cuando llueve o hace muchísimo frío se viste de cierto blanco pálido, pero el resto del tiempo es una montaña más. Un aviso de lo que pasará con ‘La princesa de las nieves’ en menos de 10 años.

El turismo que persiste

La mejor ruta para llegar hasta el Nevado de Santa Isabel es por Manizales, subiendo en vehículos hasta los 4.100 metros sobre el nivel del mar en el Páramo de las Conejeras. Desde allí son unos 4 kilómetros hasta alcanzar el borde del glaciar. A los lados de los senderos se ven rocas que, en algún momento, fueron expulsadas por el vecino Nevado del Ruiz.

Cuando se sube al Nevado de Santa Isabel hay que tener suerte para poder apreciar sus atractivos. Si es un día nublado, solo se puede ver la belleza más próxima mientras se avanza: charcos, lagunas, arroyos, frailejones y todo tipo de vegetaciones que van apareciendo en el camino. Cuando el cielo está abierto se despeja la vista y las montañas se desnudan.

Si nieva entonces la llegada a la cima será maravillosa. Todo se llenará del blanco más puro y será similar a como antes del deshielo. El final del sendero, y borde su glaciar, está a 4.693 metros sobre el nivel del mar, mientras que su cima está a los 4.965. 

No cualquier persona logra llegar hasta esas distancias, pero la aventura es cada día más popular. Aunque parezca muy raro, no existe una ruta para ingresar al Nevado por el municipio de Santa Isabel, lo cual hace que los beneficios económicos que se generan del turismo se vayan para otras regiones.

Una pérdida irreversible

El derretimiento de la nieve se debe al cambio climático, especialmente al aumento de los gases de efecto invernadero, la poca nubosidad que lo protegía de la radiación solar y a su propia emisión de ceniza volcánica. Según expertos como Alejandro Ospina, en declaraciones a Caracol Noticias, ha perdido el 98 % de su masa glaciar en las últimas décadas. Para 1930, esa área tenía unas dos mil hectáreas. En el 2020 eran tan solo 45 hectáreas.

La belleza que se extingue

Los nevados vienen de las grandes glaciaciones que han ocurrido en el planeta. En ese entonces las montañas, al igual que la mayoría de la superficie terrestre, estaban cubiertas por gruesísimas capas de hielo. Al final de estos periodos la temperatura aumentó, derritiendo grandes extensiones. Los nevados son vestigios de estas épocas.

Los guías del Nevado de Santa Isabel explican que el paisaje va cambiando a medida que se sube. El calentamiento global y el consiguiente descongelamiento del Nevado ha hecho que la zona del glaciar disminuya y la de páramo vaya subiendo.

En el recorrido hacia la cumbre hay varios letreros que describen con especial precisión, como cada día hay menos nieve: la altura es de 4.648 metros sobre el nivel del mar, pero aún falta mucho para llegar a tocar el hielo: hacia 1960 ese era el límite del glaciar; cada letrero marca otro límite que el descongelamiento corrió.

En unos cuantos años habrá un letrero que mostrará el punto en el que antes había un nevado llamado Santa Isabel.

Un acompañamiento para conocer

Montaña y Roca es una empresa que promueve y fortalece el ecoturismo en la región tolimense, ofreciendo destinos como: Toche, que posee el bosque de Palma de Cera más grande del mundo; Termales Aguas Calientes, un paraíso natural ubicado en Murillo; Cumbre al Nevado del Tolima; Nevado de Santa Isabel; y Paramillo del Quindío, entre otros recorridos dentro del Parque Nacional Natural los Nevados. 

“Con nuestro lema ‘¡Que nadie te lo cuente, vívelo!’ Queremos que cada persona que adquiera uno de nuestros tours pueda sentir, vivir y recordar lo increíble de cada experiencia”, afirmó Nicole Urrego Gómez, de la empresa.

Instagram: @montanayroca.

Teléfono: 300 229 31 80.

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