Poder realizar estudios en el exterior ya sea de pregrado, posgrado o de inglés, parece ser cada vez más una necesidad para los estudiantes universitarios, pues la gran mayoría vislumbra una oportunidad de un mejor futuro al regreso de esta experiencia de internacionalización.

Aunque en Ibagué, alrededor de 100 estudiantes logran por año viajar a otros países a complementar su ciclo profesional, ya sea en Norte y Sur América, la gran mayoría no cumple este objetivo pues la falta de información o en su defecto de recursos económicos, limitan la posibilidad de acceder a algunos de estos cursos.

Una forma sencilla que han puesto en marcha la Universidad de Ibagué y la Universidad del Tolima, a través de sus oficinas de Relaciones Internacionales, es llevar a diversas instituciones que ofrezcan alternativas de viaje en las modalidades de estudios y trabajo ya sea en los Estados Unidos, Canadá, China y hasta el Reino Unido a las instalaciones del alma máter.

Esta feria, que desde hace 15 años ha venido tomando fuerza, se realizó esta semana en una alianza entre la Universidad de Ibagué y la del Tolima, que reunió a 14 instituciones y empresas de diferentes partes del país que brindaron información de interés para realizar prácticas, cursos de idiomas, carreras de  posgrados, vacaciones, campamentos internacionales y la posibilidad de trabajar en el exterior.

El director de la oficina de relaciones Internacionales de la Universidad de Ibagué, Bernard Baeyens, quien ha estado al frente de este proyecto por más de 10 años, afirmó que esta estrategia que ha implementado el sector educativo, busca ampliar la calidad formativa del estudiante a través del intercambio con universidades del exterior.

Baeyens aseguró que las ventajas de viajar a países diferentes no sólo es una oportunidad que le puede abrir al alumno mejores posibilidades de trabajo en su país de origen, sino que además representa una opción de responsabilidad para consigo mismo que le permite al joven tomar herramientas para enfrentar las diferentes situaciones adversas del entorno.

“Cuando el estudiante se aleja del núcleo familiar y se da cuenta que no tiene más apoyo que el de sí mismo, lo que uno puede constatar en general, es que el alumno se da cuenta de que es capaz sobrevivir y sobreponerse ante la nueva situación, lo que le cambia la perspectiva de ver las cosas; es decir, cuando regresa de esta experiencia tiene confianza, seguridad en sí mismo y una visión de futuro muy diferente de cuando estaba cerca de su familia”, aseguró el funcionario.

Oferta educativa  

Por lo general, los programas de internacionalización que se ofrecen a través de los diferentes convenios que realizan las universidades con algunas organizaciones estudiantiles, de viajes y hasta con sus mismas pares en el exterior, se mueven con base en dos grandes categorías que son la realización de la práctica profesional, para lo cual es necesario que el estudiante curse como mínimo sexto semestre en cualquier ciclo profesional y el Work experience, en el que el alumno no sólo estudia y perfecciona el idioma inglés sino que además trabaja en una oferta laboral no calificada remunerada.

“Tenemos empresas como la  Education International y el Colombo Americano de Armenia que tienen como objetivos incentivar a los alumnos para que realicen estudios en el exterior.

“Estas dos empresas ofertan cualquier tipo de estudio en un idioma, específicamente en Educación Internacional y estudios con beca para cualquier estudio de pregrado y posgrado en las de mil 300 universidades de Estados  Unidos, a través del Colombo Americano de Armenia”, sostuvo Baeyens.  

Pero existen otras empresas aun más especializadas, que ofrecen el Work experiencia que permite al alumno trabajar en hoteles, parques de diversión, reservas naturales, resorts, casinos, restaurantes y centros comerciales.

Rafael Rodríguez, representante de Primavera Camping Tour, afirmó que una de las ventajas que tiene el Work experience es que durante los dos meses y una semana que duran las vacaciones, el dinero que se le paga al alumno puede superar los gastos invertidos durante el viaje.

Además de que una experiencia laboral en los Estados Unidos, puede ser una excelente referencia para anexar a la hoja de vida, así como los contactos a futuro que pueden surgir y que pueden ayudarle en algún momento al joven para una opción de trabajo en el exterior.

Sin embargo, uno de los factores que preocupa más a los padres es el tema económico. Baeyens sostuvo que este tipo de convenios bajan considerablemente los gastos, pues se puede pagar entre dos y tres mil dólares.

Rodríguez indicó que los costos del programa, visado, tiquetes e impuestos tendrían un costo alrededor de los seis millones de pesos. Existen diversas formas de pago que por lo general se difieren a seis meses, en tres contados.

“El primer pago que deben realizar los padres es una consignación de 80 mil pesos para aplicar a una entrevista con el personal de la compañía con el que la universidad haría el convenio, puesto que allí se valora el nivel de inglés que tiene el alumno para aplicar a la prueba.

“El segundo correspondería al valor del curso que oscilaría entre los 250 dólares y el tercer monto a pagar sería un valor agregado que será de acuerdo con la oferta laboral que escoja el alumno”, puntualizó Rodríguez.

REQUISITOS MÍNIMOS

El estudiante debe tener tener una edad promedio entre los 18 y 29 años de edad.
Ser estudiante universitario de tiempo completo

Aunque no se exige un nivel perfecto en inglés se requiere un nivel conversacional fluido y entendible.
Y finalmente adquirir la visa, en el cual la empresa  presta el acompañamiento tanto en la solicitud como en la presentación de la entrevista. Por lo general es una visa de intercambio cultural que tiene menos del uno por ciento en ser rechazada puesto que es un programa creado por Departamento de Estado norteamericano para estudiantes universitarios de jornada completa.