Según el reporte de matrícula que hace el Sistema de Matrícula, Simat, administrado por el Ministerio de Educación, en el Tolima son 23 mil 630 los infantes y adolescentes matriculados menos entre 2015 y este año, con datos provisionales hasta el 29 de febrero pasado, cuando la etapa de matrícula había culminado.

Desglosando las cifras

De ese total, 13 mil 22 corresponden a los 46 municipios no certificados y 10 mil 608 a Ibagué. Los datos dicen, entonces, que esa disminución ha sido relativamente más numerosa en Ibagué que en los municipios restantes. Se puede pensar que tal hecho es una consecuencia de no haber suministrado alimentación escolar en Ibagué durante el primer semestre del presente año escolar.

La matrícula total de Ibagué en 2015, incluyendo colegios no oficiales y los estatales, fue de 114 mil 955 estudiantes en todos los niveles educativos, cifra que pasó a ser de 104 mil 347 en 2016, con los datos provisionales que da el Ministerio de Educación. Es una cifra que implica la disminución porcentual de la matrícula del 9.2 por ciento.

En los municipios no certificados del Tolima, la disminución de la matrícula entre 2015 y 2016 es inferior a la de Ibagué, con un 6.9 por ciento de decrecimiento. La matrícula en estos 46 municipios fue de 187 mil 615 en 2015 y pasó a ser de 174 mil 593 en el presente año.

De tal manera que sumados los datos de Ibagué y los 46 municipios restantes del Tolima, la matrícula pasó de 302 mil 570 en 2015 a 278 mil 940 en 2016, con una disminución global de 7.8 por ciento.

¿Por qué disminuye la matrícula?

La disminución de la matrícula es un interrogante que tácita o expresamente es formulado por diferentes actores de la educación. Para la inquietud hay, también, muchas respuestas.

Porque, resulta paradójico que la tendencia de la disminución de la matrícula escolar, que comenzó en 2009 en todo el país, no se haya modificado con la gratuidad educativa ordenada por el Gobierno nacional a partir del 2012. Entonces, los costos educativos directos, relacionados con el valor de matrícula y mensualidades que antes eran cobradas a cada estudiante, ya no es disculpa para no acceder a la matrícula.

La situación económica de las familias, por pobreza y desempleo, siguen teniendo un alto peso entre las razones para que la matrícula disminuya.

Las familias deben tener recursos económicos suficientes para atender gastos de uniformes, útiles escolares y el transporte de los estudiantes.

Otra razón puede ser la poca pertinencia educativa. En las instituciones educativas no se enseña lo que interesa a estudiantes y padres de familia. Ellos encuentran poco útil en lo que se enseña, es decir en los componentes del currículo. Tampoco, en la forma como se enseñan las áreas y asignaturas del plan de estudios de cada establecimiento.

Son situaciones que crean un sentimiento de poco interés por la educación que se refleja en los resultados de las encuestas cuando se pregunta sobre cuáles son los problemas más críticos sobre los cuales debe intervenir el gobierno. La educación aparece en el tercer o cuarto lugar.

PROBLEMAS DE CLIMA ESCOLAR

El ambiente escolar, el clima escolar, no siempre es positivo para la enseñanza y el aprendizaje. Hay situaciones negativas creadas por el comportamiento de docentes y estudiantes y entre ellos actos que afectan la convivencia escolar, entre ellos la violencia, los conflictos y la intimidación o el matoneo.

A ello sume las características del ambiente físico y del entorno donde operan los establecimientos educativos, que carecen de la dotación y el equipamiento que se requiere para la labor.

Son ambientes poco agradables para el trabajo académico de estudiantes y docentes, en la mayoría de los casos. Los estudiantes perciben poco atractivo el ambiente escolar y, en consecuencia, no se sienten estimulados a ir a los establecimientos educativos y prefieren no acceder a ellos o abandonarlos.

¿PROBLEMAS DEL MODELO EDUCATIVO?

Muy seguramente, el modelo educativo colombiano ha entrado en crisis. El modelo de financiación parece ser inadecuado. Porque el Estado está llegando a la situación de financiar, escasamente, los salarios y prestaciones sociales del personal docente y administrativo al servicio de los establecimientos educativos estatales.

Los denominados recursos de calidad educativa que se transfieren a cada uno de los municipios, son insuficientes para atender la demanda de mejoramiento de las instalaciones físicas de los planteles educativos; son pocos los recursos destinados a la formación permanente de los docentes, los recursos de calidad no siempre se destinan a intervenir sobre los factores relevantes de la calidad educativa. Porque, además, no se ha llegado a un acuerdo sobre cuáles son esos factores sobre los cuales intervenir para lograrla.

Es urgente la modificación del sistema de financiación del sistema escolar porque hay crisis en la financiación de la calidad educativa pero también en la financiación de los grados de preescolar de prejardín y jardín que no tienen ingresos estables para su oferta. La educación preescolar tiene problemas de cobertura porque no hay suficiente financiación de la acceso a la educación de los infantes en sus primeros años de la vida escolar deseables.

LAS ESTRATEGIAS PARA AUMENTAR COBERTURA ESCOLAR

El Estado, los gobiernos actuales y anteriores han puesto marcha diferentes estrategias para estimular el acceso a la educación y a la matrícula. Se oferta alimentación escolar o refrigerios a los estudiantes de niveles socioeconómicos más bajos, pero tal servicio no ha sido oportuno ni eficaz en la mayoría de los casos.

En 2016, el Gobierno nacional disminuyó las transferencias para alimentación escolar y las concentró en instituciones escolares que han adoptado la jornada única. Esto afecta, principalmente, a establecimientos que no han adoptado la jornada única porque no reúnen las condiciones y requisitos básicos para ello.

La alimentación escolar, la oferta de servicio de transporte y la dotación de textos y materiales estimulan el acceso a la educación.