Un estudio sobre la incidencia de abuso sexual contra niños en Colombia, arroja que el 86 por ciento de los exámenes forenses asociados a este delito se realizan a menores de edad, de acuerdo con Unicef.

En el informe sobre la situación de la infancia en el país en 2014, la entidad resaltó la violencia basada en género, especialmente la violencia sexual contra niños, “se sigue constituyendo en una amenaza crítica en el país, aún cundo no existen cifras concretas sobre el tema”, indicó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.

Las agresiones persisten contra los menores en el contexto del conflicto armado como en la sociedad en general, de acuerdo con Viviana Limpias, representante adjunta de Unicef en Colombia, que resaltó que en el marco de la guerra que se vive al interior del país, la impunidad puede alcanzar a 98%.

Limpias comentó que estudios independientes estiman que entre 2008 y 2012 se registraron cerca de 48.915 casos de víctimas de violencia sexual contra menores de 18 años (41.313 niñas y 7.602 niños), donde se destaca que el presunto perpetrador pertenece a un grupo armado.

Cabe resaltar que, oficialmente, al menos 220.000 niños muertos y más de cinco millones de desplazados ha dejado el conflicto armado de más de 50 años en el país, en el que han participado guerrillas, paramilitares, agentes del Estado y bandas narcotraficantes.

De acuerdo con lo anterior, la entidad argumentó que los niños también han sido afectados por esta guerra con “minas antipersonal, municiones sin explotar y artefactos explosivos improvisados; reclutamiento por parte de grupos armados ilegales; (...) desplazamiento interno y por la privación de la asistencia humanitaria”. Sobre el reclutamiento forzado, el organismo puntualizó que entre 1999 y 2013, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) “asistió a 5.417 menores y adolescentes desvinculados de grupos armados ilegales (28% niñas y 72% niños)”. Aunque la Unicef resaltó avances en Colombia en la protección de la niñez, respecto al pasado, concluyó que la inequidad entre regiones y la pobreza siguen impactando negativamente en los menores en el país.