Origen y características geológicas de la Meseta de Ibagué

Resalta el estudio que el acuífero es muy vulnerable a la infiltración de aguas residuales provenientes de la cabecera municipal de Ibagué y poblaciones asentadas en la región, razón por la cual es importante diseñar y poner en operación un sistema adecuado de protección de este recurso hídrico.

ALBERTO NÚÑEZ TELLO

HERNANDO LOZANO QUIROGA

GEÓLOGOS.

ESPECIAL PARA EL NUEVO DÍA

Antes de hablar sobre el origen de la Meseta de Ibagué y de sus bondades agroeconómicas es importante describir algunas condiciones geográficas, geológicas, socioeconómicas y ambientales de esta estructura para situar en contexto a los lectores.

El área conocida como Meseta de Ibagué está ubicada en el sector central del Tolima, sobre las estribaciones orientales de la Cordillera Central de Colombia, con una extensión aproximada de 35 mil hectáreas (Ha). En el costado occidental, se encuentra la zona urbana de la ciudad de Ibagué, capital del Departamento.

Políticamente la meseta hace parte de los municipios de Ibagué, Alvarado y Piedras; geográficamente está limitada al sur por el río Combeima y la cuenca de la quebrada El Tejar, hasta la confluencia de los ríos Combeima y Coello, continuando por este afluente hasta la desembocadura de la quebrada Gualanday, cerca del centro poblado del mismo nombre.

A partir de este sitio, el límite oriental de la meseta está constituido por la ya mencionada quebrada y las estribaciones occidentales de los cerros de El Aceituno y El Fraile, prolongándose hacia el nororiente por el piedemonte de los cerros de Doima hasta el cauce del río Opia y por este hasta el oriente de la cabecera municipal de Piedras.

Los límites noroccidental y norte son las estribaciones de la Cordillera Central, representadas por los valles aluviales de la quebrada La Caima y el río Alvarado. Los cerros citados anteríormente forman una especie de encajonamiento topográfico lo cual ha favorecido la depositación de la terraza de Ibagué y la ha protegido al mismo tiempo de la erosión (Figura 1).

La meseta tiene topografía plana, ligeramente inclinada hacia el valle del río Magdalena y en ella están ubicadas numerosas empresas agroindustriales que se concentran especialmente en cultivo de arroz y otros productos como sorgo, soya, algodón, pastos, caña panelera y algunos frutales.

Tanto Ibagué como las cabeceras municipales de Alvarado y Piedras están asentadas sobre esta estructura y parte de su desarrollo depende de las actividades agrícolas y pecuarias que se realizan en este territorío.

Otros centros de menor población también están ubicados en esta zona y son los de Chucuní, Picaleña, Buenos Aires, Doima, Parador Chipalo y Caldas Viejo.

Como se mencionó anteríormente la actividad económica más importante en la zona es la agricultura, principalmente arroz y cultivos secanos en rotación a escala industrial, actividad que es favorecida por su morfología plana que permite la presencia de la infraestructura necesaria para destinar su área a la siembra.

La industria pecuaria, especialmente la ganadería bovina, tiene alguna importancia y es considerada de doble propósito, pero especialmente como cría. También existen empresas avícolas dedicadas a la producción de huevos y pollos para consumo local y regional.

Las instalaciones industriales de Cemex, que posee la planta de Caracolito en donde se procesa la caliza extraída de las minas de Payandé, para la obtención de cemento y el centro de despacho en donde se administra la flota de camiones y tractocamiones encargados del movimiento del cemento hacia los sitios de consumo, así como el aeropuerto Nacional Perales y el relleno sanitarío La Miel, para disposición de desechos, son otros puntos de importancia en el área.

Geomorfología

Desde el punto de vista geomorfológico la Meseta de Ibagué es definida como una planicie o llanura de piedemonte, constituida por un abanico o cono aluvial originado por el río Coello.

Los ríos Alvarado y Chipalo, así como algunos de sus afluentes menores, contribuyeron, en el sector norte, al desarrollo de esta gran geoforma.

Es importante anotar que el actual río Chipalo, era parte integral de la gran cuenca del río Coello, es decir, que por el cauce del río Chipalo corrió el río Coello, pero por factores tectónicos relacionados con el desplazamiento diferencial con tendencia vertical de la Falla de Buenos Aires, en donde el bloque sur se levanta y corta la continuación o conexión entre estos dos drenajes, por esta razón actualmente se encuentran separados.

Etherington (1942) y Barrero (1969) denominaron a la formación geológica que constituye el subsuelo de la meseta como “Cono o Abanico de Ibagué”, denominación de uso extendido en la literatura geológica de Colombia.

Por los fenómenos citados anteríormente, la mayor parte del material que conforma la terraza ha sido aportado por el río Coello que en algún momento en el pasado geológico reciente corría por esta planicie, trayendo principalmente materiales volcánicos provenientes de las erupciones del volcán Machín en forma de cantos, gravas y arenas.

Es conocido mundialmente que los suelos de origen volcánico son los más fértiles por la variedad de minerales y elementos químicos que contienen principalmente en sus arenas; estos elementos químicos van siendo suministrados paulatinamente a los suelos.

Además, estos materiales presentan una alta porosidad y permeabilidad que permiten bien el desarrollo de las raíces de las plantas y la infiltración de aguas lluvias para la formación de importantes acuíferos.

El espesor total de los materiales volcánicos en la terraza o Meseta de Ibagué varía entre 150 y 60 metros, siendo más delgados en las cercanías a los municipios de Alvarado y Piedras.

RECURSO HÍDRICO

Precisamente esta conformación geológica de La Meseta de Ibagué permite la existencia de un importante recurso hídrico subterráneo que se aprovecha desde mediados del siglo pasado y que fue objeto de evaluación por parte de Cortolima en convenio con el Ibal y la Alcaldía de Ibagué (Cortolima, 2014).

La evaluación mencionada concluye que la principal recarga del acuífero es vertical y proviene del agua lluvia y posterior infiltración; esta es más importante que la recarga horizontal proveniente de la zona montañosa.

El balance hídrico muestra que el caudal infiltrado es del orden de 18,1 m3/seg, el caudal de explotación actual, incluidos pozos, aljibes y manantiales, es de 3,08 m3/seg, existiendo una sobreoferta de 15,02 m3/seg. Este dato es muy importante para abastecimiento de la comunidad y uso agropecuario e industrial.

La base del acuífero está conformada por rocas ígneas pertenecientes principalmente al Batolito de Ibagué, el cual produce muy pocas sales que puedan contaminar el acuífero y que protegen la calidad de las aguas subterráneas.

Resalta el estudio que el acuífero es muy vulnerable a la infiltración de aguas residuales provenientes de la cabecera municipal de Ibagué y poblaciones asentadas en la región, razón por la cual es importante diseñar y poner en operación un sistema adecuado de protección de este recurso hídrico para no contaminarlo, como ocurre hoy con las aguas superficiales.

Es necesario por lo tanto realizar un adecuado tratamiento de las aguas servidas y de las aguas negras para evitar la contaminación de este preciado recurso natural.

Credito
EL NUEVO DÍA

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