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En diciembre de 2019 los habitantes del oriente del departamento, celebraron que la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima, declarara a través del acuerdo 031, el Bosque de Galilea como Parque Natural Regional. De esta forma, quedaron protegidas de cualquier tipo de intervención e interés extractivo, 26 mil 656 hectáreas que están ubicadas entre Villarrica y Dolores.
Y aunque a mediados de 2020 la multinacional Petrobras de Valores Internacional de España S.L. Sucursal Colombia, anunció la suspensión de las actividades de exploración y retiró a comienzos de este año las estructuras instaladas, entre ellas, un área para el aterrizaje de helicópteros, la intranquilidad y las dudas siguen rondando entre la comunidad de esta parte del Tolima, incluida la región de Sumapaz, Cundinamarca.
Esto teniendo en cuenta, que se desconoce si el permiso ambiental, entregado por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla, en 2004 será modificado y qué pasará con el contrato de exploración establecido entre la Agencia Nacional de Hidrocarburos, ANH, y la multinacional sobre 44 mil 557 hectáreas, que se ubican entre Villarrica, Dolores y Prado, Tolima, y Colombia, Huila.
El alcalde Julio César Pérez mencionó que el Bosque fue recibido como estaba antes de la intervención de la petrolera, igualmente, que una de las últimas actividades hechas por la empresa fue la adecuación de la escuela de la vereda Puerto Lleras la cual fue pintada, se le hizo instalación de unidades sanitarias y se creó un espacio deportivo.
“Hoy podemos garantizar que el Bosque de Galilea no está siendo intervenido por ninguna exploración, ni explotación menos, ni ningún otro tipo de minería, Galilea está plenamente protegido y nosotros somos garantes de esa situación”, dijo el mandatario.
Agregó, que estarán pendientes y prestos a seguir con la defensa del Parque Natural Regional.
También, aprovechó para hacer un llamado a Cortolima, para que les echen una ‘manito’ para cuidar además del Bosque, las fuentes hídricas que están al interior de la reserva.
Retraso generado por la pandemia
Entre los compromisos establecidos en el acuerdo, está la creación del Plan de Manejo Ambiental, PMA, que sería una especie de brújula que señala las acciones y tareas que se deben adelantar para proteger a ‘Galilea’. Pese a que en 2019 el panorama estaba despejado para dar inicio a dicha iniciativa, la pandemia de 2020 terminó atravesándose y generando un enorme retraso.
Siempre vigilantes
Al consultar el histórico de tierras de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, ANH, actualizado en junio, al oriente del Tolima sigue apareciendo en exploración el bloque Villarrica Norte el cual se cruza, según las convenciones del mapa, con área de reserva ambiental.
Según la base de datos de la Agencia, el contratista es Petrobras de Valores Internacional de España SL, y se ubica entre los municipios Dolores y Villarrica en Tolima, y Colombia, Huila.
Por ello, ante el interrogante si la multinacional cedió o no su derecho, las comunidades siguen con sus ojos puestos sobre la reserva y al preguntar qué tan tranquilos se sienten con la declaratoria y el retiro de Petrobras de la zona, los entrevistados coincidieron en que no se confían plenamente.
Por ejemplo, desde la Red de Vigías Defensores del Bosque de Galilea la respuesta es que sienten inseguridad, pues a pesar de las leyes vigentes, a la final todo dependerá de quien esté en cabeza del Gobierno nacional y hacia donde gira el interés que tengan por la protección de los recursos naturales, “convierten las normas a su acomodo, no estamos ni tranquilos, ni seguros con la institucionalidad, no estamos confiados”.
Otro de los entrevistados para este artículo, expresó que nada es confiable y recordó que inicialmente, se hablaba que Galilea tenía más de 30 mil hectáreas, pero finalmente protegieron 26 mil, quedando miles de hectáreas por fuera.
“Por eso le estamos pidiendo a Cortolima la delimitación del Parque, porque no sabemos qué área va a quedar protegida y cual no, hay una incertidumbre, además porque la petrolera tiene la parte norte del Huila, la parte alta de Galilea también hay un perjuicio”.
Y para integrantes de la Mesa Regional de Sumapaz, Oriente del Tolima y Huila, el trabajo es seguir vigilantes, debido a los cambios que surgen de la normatividad ambiental, como por ejemplo, lo sucedido recientemente con las consultas populares, “estamos a la expectativa, sabemos que legalmente allá no pueden adelantar ninguna actividad comercial”.
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