El precio del petróleo ha tenido bajas históricas en 2015. En los últimos 18 meses, ha perdido al menos el 60% de su valor, y el barril que costaba US$100, ahora está por debajo de los US$40.
Y lo que viene para el crudo no parece alentador. Algunos pronósticos aseguran que seguirá bajando, lo que pondría en riesgo la economía de muchos países, entre ellos Colombia.
La explicación, según los expertos, está en que el petróleo de esquisto de Estados Unidos y, en menor medida, la reanudación de las exportaciones libias aumentaron la oferta, mientras que las economías de China y Europa redujeron la demanda.
Además, la caída se acentuó en últimos días, porque los países miembros de la OPEP no le fijaron un límite a la producción. A esto se sumó la perspectiva de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) según la cual la demanda de crudo no crecerá lo esperado en 2016.
La OPEP tiene como tope de producción 30 millones de barriles por día (bpd), aunque actualmente varios estudios señalan que la oferta del cartel suma cerca de 32 millones de bpd.
Los pronósticos
Para la mayoría de expertos, lo que pasará con el petróleo al cierre de 2015 y en 2016 no es muy alentador.
Incluso, algunos aseguran que su precio estará cercano a los US$20, lo que pondría en riesgo las metas económicas y dispararía aún más el dólar.
El presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo, ACP, Francisco Lloreda, cree que de seguir así, hay mucho en juego: “Si fueran solo los precios, no sería tan grave, pero en Colombia a eso le tienen que sumar los altos costos operativos y ahora la reforma tributaria. Eso da una mezcla de factores que pintan un panorama perverso. En el país, esta desvalorización, que ya supera el 30% en los últimos seis meses, es el ingrediente que faltaba para crear una tormenta perfecta por la que deberá navegar la economía”.
La agencia de calificación de riesgo Moody’s redujo en US$10 su pronóstico para el precio del crudo Brent en 2016, a US$43 por barril, y en US$8 su estimación para el precio del crudo en Estados Unidos (WTI), a US$40 por barril.
La AIE mantuvo su previsión de demanda mundial de petróleo para 2015, que será de 94.6 millones de bpd, un alza de 1.8 millones de bpd con respecto al año anterior. Pero para 2016, el aumento de la demanda será de 1.2 millones de bpd, es decir, un total de 95.8 millones de bpd.
Pero la AIE también asegura que “el consumo (de petróleo) alcanzó un tope en el tercer trimestre (de 2015), y el crecimiento de la demanda se ralentizará”, ya que la influencia de la caída de los precios sobre el consumo “empieza a desaparecer”.
Además, advierte que llegará más petróleo al mercado, esta vez de Irán, tras el levantamiento de las sanciones internacionales en su contra. Esto, para la AEI, se traduce en augurios de una elevada oferta de crudo y riesgo de cotizaciones a la baja.
Sin embargo, el economista Manuel Restrepo asegura que después de la tormenta vendrá la calma. “Es claro que 2015 fue un año muy negativo para el petróleo, que como tal es algo poco común.
En mi opinión, el petróleo puede tocar fondo en los próximos días (probablemente alrededor de los US$32 por barril en el WTI), pero para 2016 el mundo no puede sostener los precios actuales, a menos de que esperemos un colapso económico (lo cual no es muy factible). En contraste, la fuerte caída en CAPEX de las petroleras en Estados Unidos implicará una reducción en la producción, lo cual ayudará a balancear la oferta y la demanda y, por ende, impulsar al alza los precios. En pocas palabras, el petróleo está por tocar fondo, lo cual es en realidad una buena noticia para Latinoamérica”, asegura.
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