Así lo revelan estudios de organizaciones especializadas como Misión Salud y el Observatorio del Medicamento y lo corroboró el propio Ministerio de Salud que hizo un comparativo de precios en 17 países representativos del mercado. 

Según Misión Salud, una organización que vela por el acceso a los medicamentos y su bajo costo, de la que también hace parte la Iglesia, las concesiones que ha hecho el Gobierno colombiano a los laboratorios extranjeros, habrían aumentado el índice de precios de los fármacos un 30 por ciento y el gasto en salud de los colombianos entre US$500 millones y US$ 1000 millones en el último año. 

Como resultado de lo anterior, los colombianos ven limitado su acceso a los medicamentos. Por ejemplo, en el tratamiento de VIH-Sida unos tres mil pacientes están viendo reducida su esperanza de vida entre 5 y 10 años por limitaciones para adquirir los fármacos, estima la entidad. 

En general, en Colombia cerca de la tercera parte de las prescripciones médicas no logran acceso regular a los medicamentos esenciales, porque no pertenecen al Sistema de Salud. Eso afecta a unas cuatro millones de personas. 

El Observatorio del Medicamento de la Federación Médica Colombiana, dirigida por el galeno Sergio Isaza Villa, reveló que hay un alto grado de concentración en pocos laboratorios de registros (fármacos) en rangos de alto valor. De hecho, en el último año solo 244 registros (uno por ciento del total) obtienen valores superiores a $5 mil millones anuales cada uno. Aunque solo son el uno por ciento de los medicamentos se lleva el 25 por ciento del producido del mercado farmacéutico en el país, es decir, más de $1,2 billones. 

Entre tanto, 1459 registros (4 por ciento) reportan ventas superiores a $1000 millones anuales y otros 1243 registros (otro 4por ciento) llega a $500 millones anuales. 

El resto corresponde a 3  mil 473 registros (11 por ciento del total) cada uno de los cuales tiene valores reportados de más de $100 millones anuales y 5 mil 412 registros (16 por ciento) con ventas inferiores a 100 millones. 

De esta manera, el análisis de los 244 registros de mayor valor reportado al Sistema de Información de Precios de Medicamentos, Sismed, permite definir cuáles son y qué hacen las farmacéuticas beneficiarias de este alto grado de concentración. 

Una de las cosas que hacen, según la evidencia, es que venden los medicamentos de alto costo, de los cuales detentan el monopolio, a precios dos, tres y más veces superiores a los que se venden en países como Perú, México, Estados Unidos, España o Reino Unido. 

En efecto, los comparativos de precios oficiales de la tabla anexa muestran que hay medicamentos como el Rituximab utilizado para el tratamiento de linfomas y artritis que en Colombia cuesta más del doble que en el Reino Unido y 31 por ciento más que en Perú. O el Trastuzumab, medicado para el tratamiento de cáncer de seno, que en nuestro país cuesta el doble de lo que vale en México y 35 por ciento más que en Brasil. Son cifras millonarias. 

En este muestreo de diez países significativos del mercado mundial de fármacos con cinco medicamentos de alto costo, Colombia es el más caro en uno de ellos, el segundo más caro en tres productos y el sexto más caro en uno más. 

En otras palabras, el país está entre el segundo y tercero más caro en precios de fármacos en el mundo. 

“Este fenómeno se traduce en un mercado farmacéutico altamente desregulado que premia las prácticas perversas e imperfecciones del mercado”, dijo Sergio Isaza, del Observatorio del Medicamento. 

Luis Emilio Sardi, vicepresidente de Tecnoquímicas, sostuvo que la mejor forma de regular precios es la libre competencia porque nadie va a vender por encima del precio del otro. 

Sin embargo, consideró que en el caso de los medicamentos sobre los cuales hay laboratorios que tienen un monopolio, es necesario que el Gobierno intervenga para evitar prácticas de abuso en precios como ocurre hoy en el país. 

Eso es precisamente lo que anunció el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, quien informó que en los próximos días expedirá una resolución para intervenir ese mercado, a fin de establecer precios de referencia para medicamentos de alto costo.