A un poco más de mil metros sobre el nivel del mar, en la vereda Chembe, ubicada en el Nororiente de Ibagué, se cultiva un café de excelente calidad en la finca Cafetal del Río, propiedad de Gustavo Gaviria.
Don Gustavo no solo es reconocido por su trayectoria como empresario de gran calibre en la región, también porque desde hace décadas es uno de los más importantes promotores del café del Tolima en el extranjero.
De ascendencia paisa, el empresario, quien hace parte de la cuarta generación de una familia de tradición cafetera, fue uno de los responsables de que el grano tolimense ingresara a Japón, país en el que el té dominó el mercado por generaciones.
Producto de esas estrechas relaciones que logró construir con empresarios japoneses de la mano de Industrias Aliadas, una de las compañías más representativas del Departamento, don Gustavo conoció las posibilidades que ofrecía el mercado oriental y trabajó desde entonces por conectar al país con esa parte del mundo.
Extendió así sus vínculos con oriente y logró hacer más fuertes las relaciones entre Colombia y China luego de Expo Shanghái 2010, la feria mundial más importante de esa década y que fue organizada por el gigante asiático.
El empresario no solo impidió que el país desistiera de participar en esa vitrina comercial, una de las más grandes de la historia: además logró hablar de tú a tú con Xi Jinping, en ese entonces vicepresidente de China y quien es en la actualidad el presidente de la nación más poblada del mundo.
Precisamente esa es una de las principales razones que motiva a don Gustavo: impulsar la venta de café tolimense en China, país habitado en la actualidad por más de mil 357 millones de personas, se ha convertido en una de sus prioridades.
En su interés de mostrar la calidad del café tolimense, invitó a Li Nianping, embajador de China en Colombia, quien arribó a la Ciudad Musical en compañía de su esposa y dos intérpretes y conocieron en persona Cafetal del Río.
El empresario aprovechó la ilustre visita para anunciar que Cafetal del Río será la primera finca del Tolima que cuente con un área para la trilla del café, con esta etapa se culminará todo el proceso de producción porque además se empaquetará el grano.
Esto es una novedad, porque las fincas cafeteras del Departamento no cuentan con un área para el proceso de trilla de los granos y la producción empieza en el cultivo y finaliza en los procesos de beneficio y secado.
En efecto, la producción de café, más allá de un negocio, corresponde con un proyecto social en el que la mayoría de los productores son pequeños y en promedio cultivan entre una y 1.5 hectáreas.
Una vida empresarial
Gustavo Gaviria en el transcurso de su vida ha sido socio y fundador de varias empresas que han estado marcadas por la producción y exportación de café, a mercados tan distantes como el japonés y otros tan formales y exigentes como el alemán. Uno de los casos más recordados de su empuje como emprendedor es Industrias Aliadas, que ayudó a fundar en 1988, junto con sus socios japoneses de la compañía Mitsubishi.
Con sede en Ibagué, la empresa se dedica a la producción de café soluble y de extractos de café para exportación. Fue adquirida por el Grupo Nacional de Chocolates en 2010. También está Gavitolima, una de las trilladoras más modernas de Colombia, que funciona en Ibagué y que también fue fundada por don Gustavo. Por su parte, Cafetal del Río, de su propiedad, tiene una extensión de 42 hectáreas, de las que 12 son dedicadas al cultivo de café.
Café y naturaleza
Con una pequeña comitiva, el embajador Jinping visitó la finca y conoció de manera personal cómo se cultiva y se transforma el café en Ibagué, el cuarto municipio con la mayor producción del grano en el Tolima.
El alto dignatario descansó en una de las tradicionales hamacas bajo la sombra de un bello cobertizo y luego emprendió un recorrido por la historia y los detalles técnicos presentes en la cadena productiva del café.
Con las botas puestas, el Embajador conoció como se siembran las semillas, cuánto tiempo tardan en crecer las plántulas y hasta sembró una cerca a varios cafetales pequeños.
Don Gustavo le explicó por qué los cultivos en Cafetal del Río están cubiertos bajo sombrío por especies como guamo, carbonero, cámbulo y leucaena, árboles de gran talla usados para proteger las plantas del sol. Jinping no solo apreció los granos de café verdes y maduros en los árboles, sino que además se mostró impresionado por la variedad de frutos como guanábana, cacao y varias especies de orquídeas.
Ya en un cafetal, el alto dignatario se puso en los zapatos de un recolector, y luego de acopiar algunos granos, en medio del calor del ambiente y la dificultad del terreno, dijo reconocer el esfuerzo de los productores del café más suave del mundo.
Era la primera vez que un ciudadano chino se paraba a coger café en una ladera verde de Ibagué. Y tal como se ha reconocido a Juan Valdez y su mula Conchita como los símbolos más representativos del café de Colombia en el mundo, en Cafetal del Río el embajador conoció a ‘Obama’, un burro negro de gran porte que posó a su lado y con él se pareció más a un caficultor.
Luego, le explicaron cómo se lleva a cabo el proceso de beneficio húmedo del café, en el cual se despulpan los granos, se fermentan, se lavan y al final se secan. En esta etapa de poscosecha, el diplomático conoció el trabajo complejo y artesanal que efectúan los productores en los beneficiaderos que definen la caficultura colombiana y la hacen única en el mundo.
En las marquesinas, que son las estructuras construidas con madera usadas para secar el café con el calor que genera el sol, Nianping apreció la calidad de los granos color pergamino.
Allí dijo entender cuál es la incidencia que tienen todos los procesos en la calidad del café, entre ellos, los de beneficio húmedo y el secado Al final, Nianping y su comitiva aprendieron algunos detalles de cómo se prepara un expreso, probaron de nuevo el café y en su opinión el sabor cambió, no volvió a ser el mismo, porque la bebida ya estaba impregnada de la cultura, los paisajes y aromas de Cafetal del Río.
Preguntas y respuestas
E.N.D.: ¿Cómo le pareció la cadena de producción del café tolimense?
L.N.: La primera impresión es que todo es muy nuevo porque nunca había estado en una finca cafetera; en segundo lugar, me explicó por qué el café colombiano tiene tanta fama mundial.
E.N.D: ¿Qué le llamó más la atención de la cultura cafetera?
L.N.: Que es muy alta la exigencia del pueblo colombiano para el estándar del café.
E.N.D.: ¿Tiene espacio el café del Tolima en el mercado chino?
L.N.: Estoy convencido de que el café producido en el Departamento tiene una alta potencialidad en el mercado chino y gran espacio. Yo también voy a promover la entrada del café tolimense en el mercado chino, junto con los esfuerzos que hace Gustavo Gaviria.
E.N.D.: ¿Cómo ve el café colombiano?
L.N.: El significado y la influencia del café colombiano para todo el mundo han superado el producto en sí mismo. Se trata de una cultura y también de una calidad colombiana.
No solo ofrece un gozo a toda la gente que consume el café colombiano, sino que además es una manera de difundir una cultura.
E.N.D.: ¿Qué impresión se lleva de la Ciudad Musical?
L.N.: Al momento de mi llegada al aeropuerto Perales me di cuenta de la belleza que tiene este departamento. Hoy he estado reunido con unos viejos amigos muy queridos y pasamos unas horas muy agradables.
También me impresionó mucho la amabilidad de la gente tolimense. Es la primera vez que estoy en este departamento y no va a ser la última, como ya acordé con el señor Gustavo Gaviria y regresaré.
E.N.D.: ¿Qué mensaje envía a los cultivadores del Departamento?
L.N.: Felicitaciones a todos los caficultores del café tolimense, también me alegro mucho de los éxitos logrados, es muy llamativo el departamento que produce el mejor café colombiano y unos mejores del mundo.
Quedo con la esperanza de llevar los mejores granos de su café para el mercado chino y sus consumidores.
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