Olivera deja la entidad en su punto más alto: en dos años y ocho meses resolvió las casi 350 mil solicitudes de pensión que dejó el Seguro Social, y respondió a las 100 mil tutelas que lo amenazaron con más de un ‘carcelazo’.
Su labor le permitió a la Corte Constitucional levantar el estado de cosas inconstitucionales que se había convertido en un lastre para el Gobierno, y tal vez por lo mismo siempre hizo parte de los sonajeros ministeriales.
Sobre su gestión y la entidad que deja, Olivera González habló con Colprensa.
- ¿Qué entidad le entrega al presidente Santos?
El presidente me puso tres tareas grandes: eliminar los retrasos en el régimen de Prima Media, poner la casa en orden y construir la entidad del futuro. Los atrasos ya están eliminados, de hecho, Colpensiones es la única política pública que ha superado un Estado de cosas inconstitucional, lo hicimos en dos años y ocho meses. Es un logro institucional histórico en el país.
Cuando Colpensiones abrió sus puertas en octubre de 2012, el Instituto de Seguro Social dijo que tenía 80 mil solicitudes atrasadas, pero en realidad fueron 347.008, una de ellas era de 1989, es decir 24 años sin haber sido procesada. Esos retrasos fueron judicializados, recibimos casi 100 mil tutelas, la mayoría eran órdenes de arresto. Demoramos casi año y medio resolviendo esos atrasos.
La Corte declaró el estado de cosas inconstitucional en marzo de 2013 y en julio 2013 levantan ese estado de cosas inconstitucional.
- ¿Y hoy cómo está Colpensiones?
Hoy es una entidad eficiente, sin solicitudes atrasadas. La ley da cuatro meses para liquidar una pensión, nosotros lo estamos haciendo en mes y medio.
- ¿Financieramente cómo está hoy Colpensiones
Entrego una entidad financieramente saneada, el Seguro Social nos entrega unas cuentas contables con casi nueve billones de pesos, que no se sabían contablemente si estaban claras o no. Nos dedicamos a depurar estos cuatro años y medio toda la información financiera del ISS y hace dos meses la Superintendencia Financiera, la Contraloría y la Junta Directiva de Colpensiones avalaron los estados financieros.
Pero tenemos que seguir avanzando: todos los días llega un ciudadano a pedir su suspensión, pero 99% de los que reclaman su pensión nunca han revisado su historia laboral, ahí descubre que hace 30 años un empleador no le cotizó. Y cuando Colpensiones va a cobrar, el empleador ya no existe y por esa causa muchos ciudadanos han perdido su pensión. Por eso, siendo eficientes, liquidando una pensión en mes y medio, no podemos centrarnos en liquidar pensiones, porque ya es muy tarde para muchas personas, tenemos que movernos hacia atrás, acompañar al ciudadano a crear el hábito de revisar la historia laboral, que es como una cuenta de ahorros para la vejez.
- ¿Los colombianos no tenemos ese hábito?
No, muy pocas personas. Entonces Colpensiones no se puede quedar liquidando pensiones, tiene que centrarse en acompañar al ciudadano a crear esa conciencia, en asesorar al colombiano. Esa es la nueva Colpensiones.
- ¿De esas 100 mil tutelas hay alguna pendiente?
No, ninguna, ni tampoco solicitudes retrasadas, es eso lo que le permite hoy a Colpensiones liquidar una solicitud de pensión en mes y medio.
- ¿Qué modelo gerencial se aplicó para lograr estos resultados?
Son varia cosas: tuvimos personal y recursos, el apoyo de la Presidencia de la República, del Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Trabajo, los organismos de vigilancia y control, la Superintendencia Financiera, la Procuraduría, la Contraloría, todos ellos estuvieron viendo los avances y haciendo observaciones.
Pero, también hubo otras cosas estructurales: esta entidad está montada en la tecnología, cuando un ciudadano radica una solicitud en papel de inmediato se digitaliza y queda en el computador, eso permite resolver rápidamente. Es una forma de controlar la corrupción que pudiera haber.
Por otro lado, es una entidad de procesos: en el Seguro Social todo era manual y una persona tenía acceso a toda la información, aquí cada uno hace una parte hasta completar la historial laboral. Además, esta es una entidad orientada a resultados, con metas mensuales, con un seguimiento estricto al cumplimiento de esas metas. Y, en cuarto lugar, esta es una entidad técnica, el equipo de vicepresidentes, gerentes, directores y de ahí para abajo nos hemos enfocado en acelerar la resolución de solicitudes.
- ¿Qué piensa hoy del régimen de Prima Media?
Creo que hay que hacerle ajustes en varios temas, por ejemplo, los subsidios para las pensiones altas. Es que un subsidio de salario mínimo vale 120 millones de pesos, pero un subsidio para una pensión de 25 salarios mínimos vale 800 millones. Ahí hay una gran regresividad.
Pero también estoy convencido de algo que ya dijo el mismo presidente Santos: ‘El mercado hasta donde sea posible y el Estado hasta donde sea necesario’. Es decir, yo creo que entregarle el sistema pensional al mercado sería un error.
- Pero los fondos privados dicen lo contrario: mantener el régimen de Prima Media es un error…
Obvio, porque hablan economistas que dicen que aquí lo que hay es un problema de política fiscal. En el régimen de Prima Media, lo que cotizan hoy los trabajadores se utiliza para pagar las pensiones de los pensionados ahora, pero eso no alcanza, entonces el Presupuesto General de la Nación tiene que poner una plata.
El argumento de muchas voces es que hay que eliminar el régimen de Prima Media, porque no hay que usar la plata del Presupuesto General para pagar las pensiones, es un argumento válido en términos de política fiscal, pero ahí hay varios puntos.
- ¿Cuáles?
Primero, en Colombia no hay una bomba pensional. Le doy cifras: Grecia quebró porque pagaba 14.5 puntos del PIB en pensiones; Brasil gasta 12% del PIB y en Colombia quieren cerrar el régimen de Prima Media porque gasta 3.5% del PIB en pensiones.
No quiere decir que la sostenibilidad financiera no sea importante, claro que sí, hay que ver cómo se mejora, pero no hay una bomba pensional.
Más aún: el problema es que no hay una bomba pensional porque no hay pensionados. Por eso digo yo, el régimen de Prima Media tiene que subsistir, pero tiene que enfocarse en aumentar la cobertura. El problema pensional en Colombia no es un problema financiero, es un problema de baja cobertura.
- ¿Cómo se debería reformar el sistema pensional?
El sistema pensional está diseñado para una realidad laboral de hace 40 años, cuando el joven entraba a trabajar a una empresa y allá se jubilaba.
Hoy en el mundo el mercado laboral es más volátil, no hay estabilidad laboral, los jóvenes trabajan un tiempo, se van por el mundo, regresan a trabajar otros seis meses, se vuelven a ir.
El mercado laboral se mueve cada vez más hacia los independientes. De los 22 millones de trabajadores en Colombia, la mitad son independientes, no tiene empleador que les pague la cotización.
- Si el tema está tan sobre diagnosticado, ¿por qué no se ha presentado esa reforma?
Dos cosas: El diagnóstico está hecho pero la solución no es encontrada todavía. En nada ayuda cerrar el régimen de Prima Media, de pronto ayuda en algo a lo financiero, pero se puede perder el carácter social que tiene Colpensiones para aumentar la cobertura. Entonces, el diagnóstico ya está hecho, lo que falta es llegar a un consenso, y eso toma tiempo porque tiene que ser una solución estructural.
- ¿Entonces, esa reforma debe apuntar a qué?
Hay voces que hablan de una reforma laboral, pero ahí hay dos cosas: hacer una reforma laboral para ver cómo formaliza el empleo o hacer una reforma pensional que se acerque a esa realidad laboral.
Los cafeteros, por ejemplo, solo tienen dos cosechas al año, pero le exigen mil 300 semanas para pensionarse. Pues nunca se van a pensionar.
- ¿Cuál es el otro componente?
El Gobierno clasifica el problema así: primero, la baja cobertura, segundo los subsidios, y tercero lo financiero. Yo he escuchado a Asofondos hablar de la reforma laboral, pero pregunto ¿cuál reforma laboral?
- ¿Hay que desmontar alguno de los regímenes especiales que hoy se mantienen?
Sólo quedan dos: Las Fuerzas Militares y los maestros. La decisión de qué hacer con esos dos regímenes yo creo que es la sociedad.
El tema es más cómo financiar que quién tiene o no derecho a la pensión. Insisto, la realidad laboral de este país es muy diferente a la de hace 40 años, es mucho más volátil.
EDADES DE COTIZACIÓN
- ¿Le gusta la idea de aumentar la edad o subir las cotizaciones?
Hay dos formas de hacer de hacer una reforma. Una es cambiar parámetros: mueva la edad, mueva la cotización, mueva las semanas, mueva la tasa de reemplazos. Todo esto lo que hace es buscar la estabilidad financiera. Pero cambiar los parámetros no ayuda en absolutamente nada en ampliar la cobertura.
- ¿Y la propuesta de bajar en 150 semanas la cotización para las mujeres?
No puedo opinar porque Colpensiones solo ejecuta la ley, no puede opinar sobre políticas públicas. Es una decisión del alto Gobierno.
- ¿Qué ha pasado con la doble asesoría?
En general las personas están tomando más conciencia, pero hasta hoy se han trasladado más personas. Habíamos proyectado como 70 mil y se han trasladado como 90 mil.
- ¿Qué le quedó pendiente por hacer?
Yo creo que nada. Ya los decretos de restructuración de Colpensiones están, hay una ruta crítica, los proyectos están avanzando. Toca es seguir trabajando en los Beep para el sector rural, creo que ese es un programa que se está posicionando muy bien para el posconflicto.
- ¿Si todo marcha tan bien, por qué deja el cargo?
Porque yo ya cumplí las tres tareas que me encargó el presidente: eliminar los atrasos, poner al día la entidad y construir la Colpensiones del futuro. No fue un trabajo fácil, pero cumplimos, y me voy satisfecho y tranquilo.
- ¿Le hubiera gustado ser ministro de Trabajo?
El destino, la vida o Dios nos tienen alguna ruta trazada para cada uno. Obviamente yo tengo un orgullo enorme de haber trabajado en este Gobierno con el presidente Santos, una persona que cambió los paradigmas más grandes, que acabó con un conflicto de 50 años, es un cambio enorme para el país. Si el presidente Santos me hubiera necesitado de ministro seguramente me habría llamado.
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