¿Por qué se ha mantenido al margen de la actividad pública desde que salió de la Alcaldía?

Mi momento fue de 2008 al 2011. Si bien es cierto que he hecho parte de procesos políticos, frente a los temas de los gobernantes siempre he sido respetuoso. Ya cada alcalde tiene su escenario y comportamiento.

¿Y qué lo ha ocupado durante este tiempo?

He estado dedicado a mis actividades empresariales, el deporte, la lectura y mirando, desde la otra orilla, la ciudad y el departamento.

¿Cómo ve la ciudad hoy?

Le respondo no tanto como lo veo yo, sino como lo ve la gran mayoría de los ciudadanos: la ciudad ha cambiado en muchos aspectos, pero ha tenido un estancamiento y definitivamente hay que volverla a enrutar. Ibagué se nos creció y tenemos que sacarle provecho a su ubicación geográfica, en beneficio de la ciudadanía.

¿Qué sensación tiene de la administración de Luis H. Rodríguez, su sucesor?

Los ibaguereños conocen el pasado muy desafortunado de la ciudad, sobre todo en el tema de los escenarios deportivos. Uno siempre debe responder por sus actos, más aún en lo público, donde es una de las primeras responsabilidades que se deben asumir. En ese sentido, hay una serie de investigaciones de la Fiscalía y esperamos que salga a flote la realidad de los Juegos Nacionales. Ahí perdió la ciudad y los deportistas.

Desde el punto de vista humano, ¿cómo ve la situación de Luis H.?

Lamento el momento que está pasando.

¿Y qué opinión tiene la administración de Guillermo Alfonso Jaramillo?

Creo que fue mucha más la expectativa. No se dieron las grandes obras ni las Alianzas Público Privadas, tampoco mejoramos en empleo o competitividad y se produjo un desgaste por el enfrentamiento con los gremios y otros sectores. También estuvo muy separado a hacer alianzas que le beneficiaran a la ciudad con el gobernador Óscar Barreto.

Hace unos días hubo una discusión sobre la conveniencia de otorgar alivios tributarios para el impuesto predial. ¿Cuál es su posición al respecto?

Hay que buscar todas las mecánicas posibles para generar e incentivar la inversión nacional y extranjera, como seguramente lo están haciendo otras ciudades. Se debe hacer un estudio financiero juicioso, para poder conceder unos alivios tributarios que generen más empleo digno y, en consecuencia, se dinamice la economía. Al tiempo, hay que aportarle a la microempresa, el emprendimiento y la formación.

¿Cuál considera que son los retos del futuro alcalde Andrés Hurtado?

Tengo un pálpito muy grande de que nos va a ir bien. Voté por él. Lo conocí como funcionario del Ibal en mi administración. Es un hombre joven y estudioso que desde ya viene hablando con los gremios, el sector productivo y, lo más importante, con el gobernador electo Ricardo Orozco, para trabajar de la mano. Aquí no puede haber divorcio entre la Alcaldía y la Gobernación, porque le hace mucho daño a la ciudad. Su reto será entregarnos en cuatro años una ciudad pensada a mediano y largo aliento.

¿Por qué cree que ganó?

Porque fue el programa que más enamoró a los ibaguereños, porque vieron en él un hombre trabajador que le ha respondido a la ciudad en diferentes cargos, porque ha demostrado conocimiento de la ciudad. Uno ve ahí cómo va a ser su gobierno. Creo que lo más importante es que no viene a improvisar. Tuvo la misma suerte mía: se lanzó una vez y llegó.

¿Cuáles son los proyectos en los que debe concentrarse?

Creo que debe haber un trabajo muy rápido en infraestructura vial, porque la congestión vehicular es difícil. También debe haber una gran apuesta en la competitividad, el agua, la seguridad y orientar con mucha claridad la visión de la ciudad, preparando a los jóvenes profesionales frente a lo que realmente requiera la ciudad. Acá no tenemos que traer gente de otros lados, porque tenemos mano de obra calificada.

¿Qué espera del próximo gobernador Ricardo Orozco?

Voté por él, porque me enamoraron sus propuestas. Tiene la experiencia de haber estado en la Asamblea y en la Secretaría del Interior. Es un hombre humilde que la luchó y se la ganó. Lo veo muy documentado y preparado, para hacer una gran alianza por la región.

¿Qué consejo le daría a los nuevos gobernantes?

Que Dios los bendiga mucho, que trabajen en equipo, que cumplan con los sueños de los ibaguereños, que den todo las 24 horas y que atiendan a la comunidad que los eligió.

¿Cómo ha visto la conformación de los gabinetes?

Muchas de ellas son personas nuevas en esos escenarios de figuración de lo público, pero tienen el derecho de oportunidad. Me gusta que le están dando oportunidades a las mujeres, quienes están en iguales y mejores condiciones que los hombres.

¿Le inquieta la hegemonía del partido Conservador a través del ‘barretismo’?

Creo que Óscar Barreto ha marcado la diferencia, al demostrar eficiencia y efectividad. El resultado del proceso electoral, más que medirlo políticamente, es un reconocimiento a su trabajo. Debido a que el Tolima está huérfano de líderes, me parece que debe asumir las banderas de liderazgo en el departamento en el contexto nacional.

¿Cree, como dicen algunos, que desapareció el partido Liberal?

Los partidos no van a desaparecer. Más bien creo que hay momentos y etapas. Hoy la gente, que está cada vez más informada, le da su apoyo en las urnas al buen gobernante y le cobra al malo. Frente al partido Liberal, hoy sus resultados en el departamento contrastan con las del pasado a causa de los enfrentamientos, los egoísmos y porque la gente no está para que le den órdenes de una forma brusca. Son crisis transitorias y seguramente volverá a resurgir y renacerá.

A futuro

¿Cómo ve los liderazgos que dejaron las elecciones del pasado 27 de octubre?

Veo una cantidad de jóvenes y caras nuevas que llegaron a las corporaciones. Hay una fuerza política emergente que está haciendo presencia y están asumiendo banderas de algunos partidos, pero es claro y contundente que el partido Conservador se convirtió en la fuerza más importante del Tolima.

¿Cómo analiza la participación y los resultados de Rubén Darío Correa?

Sacó una votación importante para ser su primera elección. Pasó del periodismo al plano político, donde seguramente tendrá oportunidades y escenarios a futuro. Podrá marcar una diferencia desde el Concejo.

¿Cuál es su futuro? ¿Ha pensado en alguna aspiración?

A quienes nos gusta la política no podemos decir que hasta aquí llegamos. Cada día trae su afán. Hoy la gente reconoce mi gestión y recuerda que fui elegido como el mejor alcalde del país. Hay muchos escenarios: lo lesgilativo o por qué no estar en la empresa privada.

¿En qué partido político está hoy?

Diría que en este momento soy un hombre libre. Después de que hice mi renuncia oficial al partido Liberal, ayudé a Cambio Radical con las aspiraciones de Rosmery Martínez al Senado y de Martha Villarreal a la Cámara. En las presidenciales voté por Germán Vargas. Y en estas elecciones hice un trabajo muy personalizado con las personas, más que con los partidos.

El actual Concejo de Ibagué ha sido muy cuestionado. ¿Cree que los nuevos cabildantes cumplirán un mejor papel?

Hay muchas expectativas. El momento electoral que acabó de pasar demostró qué era lo que quería la gente. Salieron nuevas figuras a quienes les digo que lo hagan lo mejor posible y con responsabilidad, porque tienen un espejo retrovisor. Los concejales deben trabajar de la mano con el alcalde, criticarlo cuando la situación lo amerite y no votar un proyecto de acuerdo cuando consideren que es nefasto para la ciudad.

Frase

"Como funcionario, los detractores me denunciaron y demandaron, pero acá estoy con la conciencia tranquila. Y como no soy de conflictos, todo lo dejo en manos de Dios", Jesús María Botero, exalcalde de Ibagué.

Frase

"Estoy contento de que personas que trabajaron conmigo hoy están en cargos representativos, como Adriana Matiz, Edward Amaya, Manuel Medina, Andrés Hurtado y Fanny Gómez", Jesús María Botero, exalcalde de Ibagué.