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Planteando una situación similar a la gran Conversación Nacional de 2019, el presidente de la República, Iván Duque Márquez, anunció el pasado martes que convocaría a todos los sectores de la sociedad civil, para un gran Diálogo Social que le ponga fin a las manifestaciones que se llevan a cabo en todo el país desde hace más de una semana.
Sin embargo, a diferencia del 2019, en esta oportunidad no será el presidente Iván Duque el que lidere estos encuentros, ahora, esa tarea estará encomendada en Miguel Ceballos, Alto Comisionado para la Paz, quien desde ya comenzó a reunirse con los líderes de las movilizaciones sociales, en búsqueda de ponerle fin al paro.
“Invitamos al Comité Nacional del Paro a reunirse con nosotros, a estudiantes, transportadores, a los alcaldes de las llamadas zonas Pdet, a gremios económicos, acá no puede quedar nadie por fuera, el diálogo, el encuentro para abordar estos temas es necesario”, precisó Ceballos.
La primera reunión del Diálogo Social fue sostenida entre el Gobierno con los presidentes de las Cortes, presidentes del Senado y Cámara, y cabezas de organismos de control para iniciar la negociación.
Asimismo, a lo largo de esta y la próxima semana, el encuentro se ampliaría a alcaldes de ciudades capitales, gobernadores, líderes de los diferentes partidos políticos y demás actores del paro.
Diálogo complicado
Aunque acudir al Diálogo Social para tratar de lograr consensos y levantar el paro no será nada fácil para el Gobierno Nacional que ya utilizó esa estrategia en 2019 sin grandes resultados.
La primera muestra de ello se presentó este martes, cuando los partidos de oposición se negaron a asistir a la reunión citada por el ministro del Interior, Daniel Palacios, en la Casa de Nariño, quien anunció desde el pasado lunes el inicio del diálogo con los sectores políticos no afines al Gobierno.
Ni la Coalición de la Esperanza, en donde están representados el Partido Verde y sectores independientes, ni el Pacto Histórico, de Gustavo Petro, asistieron a la Casa de Nariño. Los primeros, debido a la situación de orden público en la ciudad de Cali.
El exministro y precandidato presidencial de esa agrupación política Juan Fernando Cristo, indicó que, aunque se había acordado por todo el grupo de la Coalición de la Esperanza de ir a media mañana al Palacio de Nariño, la situación de lo sucedido en el sector Siloé, en Cali, durante la noche, en donde se denunció de situaciones de abuso por parte de la Policía, los llevó a no ir a la cita.
La representante a la Cámara Katherine Miranda, de la Alianza Verde, sostuvo que sólo se reunirán con el Gobierno Nacional hasta que el presidente Duque de la orden de no militarizar las ciudades y que no se intervenga con la fuerza pública las manifestaciones, como está sucediendo en varias ciudades.
Petro, por su parte, le envió un mensaje al presidente Duque, en el que le pide no “hundirse en el camino de la muerte, la historia no lo olvidará, navegue por el camino de la vida que la misma historia le reconocerá. Usted es aún joven, tiene mucha vida para mirar de frente a su sociedad y no vivir bajo la vergüenza, porque una vida de vergüenza no vale la pena vivirla”.
Mientras tanto, los partidos independientes como Cambio Radical y el liberalismo aún no han sido llamados por el Gobierno Nacional para entablar conversaciones.
Estrategia repetitiva
Luego del inicio de las movilizaciones, el pasado 28 de abril, los manifestantes no solo han pedido el desmonte de la reforma tributaria, que ya se dio, sino que las exigencias se multiplican. Por eso, la solución estará de entrada en calmar la situación de orden público que vive el país.
Los expertos coinciden en que esto se debe hacer de forma pacífica, a través del diálogo franco y directo, y no a través del uso de la fuerza, pues lo segundo acarrearía graves violaciones a los Derechos Humanos, que ya están siendo denunciadas por los organismos internacionales.
El profesor Jorge Iván Cuervo, analista del Centro de Investigaciones de la Facultad de Gobierno y Finanzas de la Universidad Externado, aseguró que el gobierno debe desarrollar un diálogo social, pero no con las mismas condiciones que el de la vez pasada.
“Yo participé de la llamada Conversación Nacional y eso no era un diálogo, era un monólogo, el gobierno impuso los temas, definió los esquemas de reunión y prácticamente dijo: ‘aquí se habla de lo que yo digo’. Las reuniones eran de tres horas y dos horas echaban un cuento, todas las entidades del Estado y eso terminó en nada”.
Para Cuervo, “la situación en este momento es tan grave y tan crítica que el gobierno necesita un mediador para los efectos del Diálogo Social, pueden ser los organismos internacionales como las Naciones Unidas o la Embajada de Noruega. Aquí hay muchos conflictos para el diálogo directo por prejuicios ideológicos y otras situaciones. Si se vuelve a intentar un diálogo de ese tipo va a terminar en más frustración y más gasolina para seguir avivando este conflicto”.
Por otro lado, el gobierno deberá demostrar resultados con el juzgamiento de militares y policías que cometieron excesos en las marchas, el rastro de impunidad sobre las actuaciones de la fuerza pública también genera que la tensión social permanezca.
El escenario de este paro es muy similar al de hace un año cuando el entonces ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, salió a pedir perdón por los excesos cometidos por el Escuadrón Móvil Antidisturbios, Esmad, en las protestas de noviembre de 2019. Solo hasta ese momento y con la llegada de la Navidad el gobierno al parecer tuvo un respiro.
En este momento varios organismos internacionales como la ONU y la oficina del Departamento de Estado de los Estados Unidos han pedido mesura en el uso de la fuerza por parte de la policía, tal como lo dijo la portavoz de esa oficina Jalina Porter. Esta vez los focos de manifestación se encuentran en las regiones. Cali, Bucaramanga y Armenia, son ahora las ciudades que se encuentran en paro constante.
Por ahora los organismos de control, la Fiscalía, Procuraduría y Defensoría han hecho investigaciones por las muertes fruto de las protestas, sin embargo, muchos de los hechos aún permanecen sin investigación y sin duda en el diálogo nacional convocado por el presidente la discusión sobre las muertes en las protestas será parte de la agenda de diálogo.
Sin contar con que además el cierre de las vías regionales ha llevado al desabastecimiento de ciudades como Bogotá, Medellín, Villavicencio y Cali.
Voces políticas
Las voces políticas ya comienzan a insistir en que es necesario un diálogo nacional completo en el que se dialogue sobre el problema de uso de la fuerza por parte de la policía y las necesidades sociales. De hecho, 18 congresistas de las bancadas alternativas están impulsando una moción de censura en contra del ministro de la Defensa, Diego Molano, sino que algunos sectores han llamado al paro legislativo.
El expresidente Juan Manuel Santos ofreció su ayuda al hoy presidente a través de un trino: “Presidente Duque, estoy a disposición suya y de los colombianos para salir de esta crisis. El país necesita diálogo, entendimiento. Duele esta situación. No más violencia, no más sangre. Nunca olvidar que la paz es el camino”.
Además, el expresidente Cesar Gaviria, quien ha criticado la labor de Duque en el cargo, sostuvo que “a la gente se le debe llamar al diálogo y construir con ellos, no a la guerra con policías disparando en los barrios. La gente espera la vacuna no un disparo”.
Por otro lado, el expresidente Samper hizo un llamado para que “se convoque a un diálogo social en el cual tienen que ser incluidos los movimientos sociales y los partidos de oposición que participaron en la protesta y no solo para estudiar otra reforma tributaria sino para estudiar fuentes alternativas de financiamiento”.
Para que el diálogo sea efectivo no solo tiene que acabarse con la violencia, sino que el gobierno deberá tomar acciones efectivas que permitan calmar los ánimos de los manifestantes en la calle.
Conmoción interior
Aunque el Gobierno Nacional avanza con el Diálogo Social, el presidente Iván Duque también ordenó la militarización del país para afrontar las protestas.
Incluso, Duque Márquez en una entrevista con Blu Radio, reconoció que no descarta declarar el Estado de Conmoción Interior para afrontar la crisis que se vive en varias regiones del país por cuenta de las protestas.
“El Estado no puede renunciar a ninguna de las herramientas que le da la Constitución y la ley”, señaló Duque sobre la propuesta.
De llegar a decretar el Estado de Conmoción Interior, Iván Duque tendría facultades especiales por 90 días, como destituir a mandatarios locales, expedición de decretos con fuerza de Ley y decretos legislativos para suspender las leyes incompatibles con el estado de conmoción, entre otros.
Según el artículo 213 de la Constitución, en caso de grave perturbación del orden público que atente de manera inminente contra la estabilidad institucional, la seguridad del Estado o la convivencia ciudadana, y que no pueda ser conjurada mediante el uso de las atribuciones ordinarias de las autoridades de policía, el Presidente de la República, con la firma de todos los ministros, podrá declarar el estado de conmoción interior en toda la República o parte de ella, por término no mayor de 90 días, prorrogable hasta por dos períodos iguales, el segundo de los cuales requiere concepto previo y favorable del Senado de la República.
Esta posibilidad ha sido abiertamente respaldada por la mayoría de los congresistas del Centro Democrático.
Los seis puntos a debatir
Acelerar la negociación masiva
-Reactivación segura y social
-No violencia
Protección a los más vulnerables
Estabilización de las finanzas públicas
Matrícula cero
Frente a las fechas de la agenda, Ceballos explicó que el 10 de mayo tiene previsto reunirse con los líderes del Comité Nacional del Paro; el 12 con los estudiantes; el 13 con los alcaldes de zonas Pdet; el 14 con los líderes de partidos políticos; el 17 con los transportadores, cerrando reuniones el 20 de mayo los gremios económicos. “Si avanzamos en lo fundamental podemos superar estas dificultades”, concluyó el comisionado.
Partidos como la U han confirmado su participación del Diálogo Social que ha convocado el Gobierno Nacional.
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