La tragedia ocurrió cuando una retroexcavadora removía la tierra que dejó un desprendimiento anterior de terreno. Sobre la vía decenas de vehículos esperaban el paso provisional.
“Fue muy horrible, vimos cuando bajó la montaña y comenzó a sepultar a todos los carros que estaban ahí parqueados. Todo mundo quedó sepultado, incluido mi hermano”, contó entre lágrimas Jairo Bonilla, uno de los sobrevivientes del alud.
“De toda la gente que estaba conmigo, solo yo me salvé, de resto todo mundo quedó atrapado”, dijo desde su lecho de enferma Edith Centeno, otra de las sobrevivientes.
Ella y otra persona permanecían a medio día de este domingo en el Hospital de Neiva, donde los otros cinco heridos ya fueron dados de alta, confirmó Andres Rubiano, director de Urgencias de ese centro asistencial.
Distintas versiones apuntan a que son siete vehículos sepultados, entre ellos una chiva, pues el derrumbe afectó un tramo de más de 200 metros de la banca, dijo el alcalde de Neiva, Pedro Hernán Suárez Trujillo.
Un vocero del Centro de Bomberos de Neiva, donde los organismos de socorro instalaron una sala de crisis, explicó que desde el momento de la tragedia se trabaja sin descanso en la remoción de tierra para tratar de encontrar a las personas sepultadas.
Cifras encontradas
Aunque se manejan varias cifras de personas fallecidas, Carlos Iván Márquez, director Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres confirmó al medio día que oficialmente son dos las personas falecidas rescatadas en el terreno, y siete heridas.
De esta forma, descartó versiones según las cuales las víctimas fatales habrían sido cinco.
El alcalde de Neiva explicó que la confusión se debe a “problemas de comunicación con el sector (del derrumbe), pero ya se están haciendo los ajustes técnicos del caso”.
Más de 300 personas de organismos de socorro como la Defensa Civil, la Cruz Roja, los Bomberos y la Fuerza Pública trabajan desde las primeras horas de la madrugada de este domingo en la búsqueda de las personas desaparecidas.
Los dos primeros cuerpos rescatados fueron los de un campesino de Balsillas y del operador de la retroexcavadora, dijo un vocero de los organismos de socorro.
“Estamos cumpliendo el mandato del Presidente de la Republica: todo el sistema disponible para sacar esto adelante. Es un desprendimiento muy grande de montaña”, explicó Márquez, tras advertir que expertos del Ministerio de Transporte y el Invías están realizando estudios técnicos pues no se descarta un nuevo desprendimiento de la montaña.
Al sitio de la tragedia también llegaron miembros del Batallón de Ingenieros con maquinaria especializada, cinco equipos de búsqueda y rescate y perros especializados en la ubicación de víctimas.
Dramáticas escenas de llanto y dolor se viven en la vereda Santa Helena, kilómetro 45 de la vía que de Neiva (Huila) conduce a Balsillas (Caquetá) donde a medio día del sábado se registró un gigantesco alud de tierra que deja hasta el momento dos personas muertas, siete heridas y más de 25 desaparecidas.
Credito
COLPRENSA
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