Este es solo uno de los tantos mensajes que a través de redes sociales circulan en favor de Natalia Ponce de León, la mujer de 33 años de edad, quien el pasado viernes, 28 de marzo, fue atacada con ácido a la entrada del edificio donde reside (en el barrio Santa Bárbara occidental, localidad de Usaquén, al norte de Bogotá), hecho en el que resultaron afectados parte de su cara, cuello, abdomen y piernas.

En búsqueda del agresor

Hoy, mientras las autoridades tratan de ubicar al agresor de Natalia, ofreciendo hasta cinco millones de pesos por información que conduzca a su captura, la mujer se recupera en el piso séptimo, donde se localiza la Unidad de Quemados del Hospital Simón Bolívar de Bogotá.

Según Patricia Gutiérrez, coordinadora de esa Unidad, en este momento la paciente ha sido sometida a dos cirugías, la última de las cuales le fue realizada el pasado lunes.

“En este momento no se encuentra en soporte ventilatorio, está consciente y evolucionando de manera estable, dentro de lo crítico de su situación”, dijo la especialista, quien por respeto a la paciente se abstuvo de emitir algún tipo de pronóstico acerca de cómo se dará su recuperación.

Entre tanto, un grupo especializado integrado por agentes de la Sijín de Policía Nacional en la capital de la República, y otros del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía General de la Nación analizan las pruebas que se han podido recopilar hasta el momento.

De dichas pruebas hacen parte un video y los testimonios de varias personas que dicen haber sido testigos de los hechos. Estas pruebas se encuentran radicadas desde la noche de la agresión en la Fiscalía General de la Nación.

Las pesquisas hasta el momento, dijeron fuentes de la policía Metropolitana de Bogotá, van por buen curso y se espera que en las próximas horas se pueda dar con la detención de dos personas a quienes se les señala de estar relacionadas con el ataque, una de ellas, el agresor material.

Última década

En los últimos 10 años 926 personas han sido agredidas con ácido, 797 de ellas por violencia interpersonal, y en el rango de agresor dudoso se ubican 257. De la misma manera se habla de 129 presuntos agresores quienes harían parte de la fuerza pública y funcionarios del Inpec.