En este sentido, la funcionaria resaltó que a pesar de la aparición del zika y el chikunguña, el dengue grave sigue siendo la enfermedad tropical transmitida por vectores más peligrosa que existe en la región, teniendo en cuenta sus altas tasas de mortalidad.

A diferencia de las otras enfermedades transmitidas por el mosquito aedes aegypti, “el dengue está relacionado con una letalidad dramática”, expresó la funcionaria.

Para Watson, el riesgo de la aparición del zika es que su coexistencia con el dengue genere que las personas no busquen la atención oportuna si su enfermedad se complica. 
Esto, sumado al impacto del cambio climático y el fenómeno del niño, podría tener un efecto sanitario negativo.

“Colombia ha cumplido una excelente labor en manejar las situaciones endémicas que han surgido en los últimos años. Sin embargo, el sistema continúa estando a prueba. Tenemos confianza en que las medidas han sido efectivas, y estamos acompañando al Ministerio en ese contexto” afirmó Watson.

Sin embargo, alentó a la ciudadanía a lavar correctamente los recipientes y mantenerlos tapados para evitar que el mosquito se multiplique en los hogares.

Por su parte, Franklin Hernández, asesor regional sobre dengue de la Organización Panamericana de la Salud, OPS, afirmó que los casos de la enfermedad en América pueden llegar a los dos millones. Esta cifra estaría muy cerca de igualar el pico histórico de la enfermedad, el cual se dio en 2013.

Frente a este escenario, el experto expresó que la Organización Panamericana de la Salud, OPS, incluyó la vacuna contra el dengue como uno de los pilares clave en la Estrategia Regional de Gestión Integrada de Prevención y Control del Dengue que adelanta la organización.

José Fernando Valderrama, director (e) de enfermedades trasmitidas por vectores del Ministerio de Salud, concluyó resaltando el trabajo que se ha realizado en el territorio nacional con la Estrategia de Gestión Integrada, EGI; contra el dengue, con el fin de atender adecuadamente la presencia del vector la atención adecuada a las enfermedades que transmite con  énfasis en el trabajo  de comunicación social  y la participación intersectorial, la cual requiere compromiso permanente, con fortalecimiento de la vigilancia, seguimiento continuo de los indicadores para la sostenibilidad del programa.