Aunque las autoridades calculan unos 207 mil participantes, las imagenes, que muestran cómo se llenaron la Plaza de Bolívar, en Bogotá; el Parque de los Deseos, en Medellín, y el Centro Administrativo Municipal, en Cali, entre otros puntos de las principales ciudades del país, indicarían que fueron muchas más.
Estudiantes, pensionados, artistas, indígenas, campesinos, profesores y miembros de los sindicatos se congregaron desde muy tempranas horas (en los casos de Bogotá y Cali desde las 6:30 a.m.) y marcharon en medio de cantos, bailes y manifestaciones artísticas por las principales calles de cada una de las ciudades.
Las manifestaciones provocaron bloqueos y enormes congestiones en todas las ciudades, pero en los casos de Cali y Bogotá, se tradujeron en actos de vandalismo y enfrentamientos con el ESMAD. La movilización de Medellín se caracterizó, por el contrario, por desarrollarse en completa normalidad.
Las mayores afectaciones se registraron en Cali, en donde el alcalde, Maurice Armitage, decretó el toque de queda a partir de las siete de la noche, luego de que se presentaron saqueos a locales comerciales en el oriente de la ciudad.
Horas antes, se habían presentado disturbios por bloqueos viales cerca de la Universidad del Valle. 11 buses del sistema de transporte integrado MÍO fueron vandalizados y un semaforo que tenía una cámara de fotomulta, fue destruido.
En Bogotá, los enfrentamientos comenzaron desde la madrugada, en inmediaciones del Portal Suba de Transmilenio, donde manifestantes intentaron el bloquear el servicio y fueron dispersados por miembros del Esmad.
Hacía el mediodia, manifestantes que se desplazaban de la Universidad Nacional con rumbo al aeropuerto fueron detenidos por la fuerza pública que les impidió el paso a la altura de la carrera 68, lo que provocó nuevos enfrentamientos.
También se presentaron disturbios en la avenida Ciudad de Cali y en la Plaza de Bolívar, en donde había los manifestantes cantaban consignas en un ambiente de relativa tranquilidad, los disturbios estallaron hacia las tres de la tarde.
El alcalde Enrique Peñalosa informó que 14 estaciones de TransMilenio y 19 estaciones fueron vandalizadas.
Pese a los actos de violencia, las organizaciones sindicales calificaron el paro como un éxito. "Estamos haciendo historia", manifestó la Central Unitaria de Trabajadores.
El presidente Duque, aunque no se refirió directamente a la marcha, aseguró que no se puede invocar un derecho para violar los de los demás, argumentando que esto significa atentar contra la democracia.
“Debemos reconocer que al igual que los derechos, es importante que en la sociedad colombiana tengamos un gran debate sobre los deberes porque no se puede invocar derechos para pasar por encima de los derechos de los demás, no se puede invocar un derecho para restringirles los derechos a otros porque eso atenta contra la democracia y contra el orden”, señaló.
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