Ucrania se ha ubicado en la primera plana de las noticias en el mundo entero, tras convertirse en protagonista del escándalo que tiene al presidente Donald Trump a un paso de un juicio político que afectaría seriamente su campaña por la reelección en Estados Unidos.
Ucrania, con una relevancia geopolítica por su posición privilegiada debido a su cercanía a las costas del mar Negro y de Azov, su proximidad a Europa y su relación con Turquía, ha sido el principal punto de fricción entre Rusia y Occidente en los últimos años, especialmente desde la anexión de la región ucraniana de Crimea a Rusia en 2013.
Mientras Rusia, el poderoso vecino del este, pretende mantener a Ucrania dentro de su tradicional esfera de influencia, las potencias occidentales aspiran a integrarla a la Unión Europea e incorporarla a la Otan.
En ese sentido, Manuel Alejandro Rayran, docente de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia, explica que desde 2013 Ucrania ha jugado unos intereses geopolíticos de suma importancia para EE.UU. y Europa, pero también para Rusia.
Señala, igualmente, que Ucrania se convirtió en un aliado político para EE.UU. y Europa, para contener el expansionismo ruso como lo ve Occidente; en ese sentido, subraya que la crisis actual tiene un peso importante para la política europea y estadounidense.
Según él, es importante resaltar cómo curiosamente Estados Unidos maneja su política exterior.
Es decir, cómo ha utilizado el chantaje de diferentes maneras, no solo con el caso Trump de este escándalo que ya se conoce como el ‘Ucraniagate’, sino que se remonta a diciembre de 2015 cuando Joe Biden le pide a Ucrania despedir al fiscal general a cambio de no perder recursos.
“Esto es una muestra de cómo a Ucrania lo han utilizado sí o sí como un aliado político y también de sometimiento”, recalca Rayran, quien también reconoce que es un país clave en términos de la geopolítica, ya sea de Occidente o de Rusia.
Para reforzar esta idea, considera que el tema de la credibilidad del gobierno de Vlodimir Zelenski, un humorista devenido en presidente, más que debilitarlo, demuestra la falta de soberanía independencia que tiene Kiev, a pesar de que ha intentado exigir su autonomía, ante la comunidad internacional.
De otro lado, el experto en Geopolítica y Seguridad internacional, llama la atención en que la política de Trump se caracteriza por debilitar el multilateralismo y fortalecer el bilateralismo asimétrico como se evidencia en este caso, donde “Estados Unidos perdería un actor que debe entrar a reforzar la UE para que Rusia no se aproveche”.
Por su parte, Andrés Castro, decano e investigador de la Universidad Piloto de Colombia, cita los casos de Hunter Biden, hijo del exvicepresidente Joe Biden, y su participación en una empresa ucraniana de gas, e igualmente, el caso de Paul Manafort, exdirector de la campaña de Trump que aportó 12 millones de dólares para apoyar al exmandatario ucraniano Victor Yanukóvich, actualmente en prisión.
En su concepto, esos dos casos son el trasfondo, donde se trata de ocultar información que pueda comprometer a funcionarios estadounidenses que han tenido una relación muy cercana con el Gobierno ucraniano.
Castro recuerda, además, que Ucrania, uno de los países más pobres de Europa, ha recibido mucha ayuda económica por parte de EE.UU., especialmente de tipo militar para invertir de alguna manera en las regiones en las que ha tenido problemas con Rusia.
Sin embargo, destaca que el tema de fondo, que viene generando esta serie de escándalos, se refiere a si el gobierno de Zelenski ha sido influido por Washington “y si esa presión, es con el fin de buscar una reelección de Trump, lo que puede representar una traición a la confianza pública, específicamente en Estados Unidos”.
Pulso entre potencias
Alejandro Alvarado, abogado, historiador y profesor universitario, describe que Donald Trump ha tenido una posición de baja cooperación con la Unión Europea, que ha debilitado además el rol de la Otan, respecto a la expansión de los intereses rusos en Europa. En ese escenario, afirma que la intervención estadounidense en Ucrania ha sido un pulso entre Rusia y Estados Unidos desde la anexión de Crimea, y con el cambio de gobierno en Kiev, se empezó a fortalecer la posición de Ucrania desde una perspectiva europea o en favor de los intereses de Washington, lo cual es importante porque son países que históricamente han orbitado en la esfera rusa.
A su juicio, actualmente “hay una grave pérdida de confianza del gobierno de Trump, y de EE.UU. en Europa y esto agrava aún más las tensiones geopolíticas en materia del control del poder internacional”.
Por ello, argumenta que la pérdida de legitimidad y la pérdida de intereses de socios como EE.UU. pasa factura, en la medida en que deja a países débiles como Ucrania, a merced de intereses geopolíticos como los de Rusia, lo que genera una separación aún mayor de una agenda ya fragmentada entre Europa y Estados Unidos.
Cifra
13 mil muertes dejó el conflicto en la península de Crimea, en 2013.
Dato
Desde 2014, Ucrania ha recibido más de 1.300 millones de dólares de Estados Unidos para fortalecer a su Ejército.
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