El necesario regreso al colegio

Alfonso Reyes Alvarado

Un estudio publicado la semana anterior, financiado por ProBogotá y adelantado por la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes, arroja cifras importantes sobre el efecto de la pandemia en la educación básica y media. Los resultados se basan en una encuesta a 753 hogares.
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Cerca de 35.000 niños no estudiaron durante el 2020 (el 2,5% del total) pero, concluye el estudio, si las actuales condiciones continúan, para este año cerca de 100.000 niños (as) dejarán de hacerlo.

El principal efecto negativo de la pandemia es que ha acentuado la brecha de inequidad. Mientras que en los colegios privados el 70% de los estudiantes no tuvo ninguna dificultad con las clases virtuales, en los colegios públicos el 60% experimentó problemas.

Mientras que todos los estudiantes de estratos 5 y 6 tuvieron un computador o una tablet a su disposición, menos de la tercera parte de los estudiantes de estratos 1 y 2 contaron con un equipo y la mitad de ellos tuvo dificultad de acceso a internet durante las clases.

Por otra parte, el 30% de los padres respondieron que sus hijos habían presentado señales de estrés, ansiedad o depresión a lo largo del semestre.

Aunque en Ibagué no existe un estudio similar, y sería importante llevarlo a cabo, es muy probable que la situación sea igual o más preocupante.

Todo indica que la pandemia continuará a lo largo de este año, el gobierno acaba de anunciar que el proceso de vacunación iniciará el 20 de febrero, pero llegar a la cifra requerida de 35 millones tomará varios meses. No debemos seguir poniendo barreras a la formación de los niños y niñas. Es necesario adoptar un modelo de alternancia lo más pronto posible.

Un estudio publicado por la Universidad de Carolina del Norte en la revista Pediatrics hace un par de semanas, indica que en una población de 100.000 estudiantes de colegio que había regresado a clases en un modelo de alternancia, 770 dieron positivo en Covid-19, pero de ellos solo 32 se contagiaron en los centros educativos. Es decir, el riesgo de contagio en los colegios es mínimo. El mismo estudio muestra que solo se requiere el uso adecuado del tapabocas, el lavado regular de manos y el distanciamiento. Algo que todos los colegios estarían en capacidad de implementar.

Permitir que los niños vuelvan a tener interacciones, así sean restringidas con sus compañeros, es vital para su proceso de formación. Además, en muchos casos liberaría el tiempo de las madres, que son quienes están haciéndose cargo de ellos (as) en el hogar, para que puedan apoyar en la generación de ingresos familiares. Así mismo, ayudaría a disminuir los casos de violencia en el hogar que esta crisis ha disparado.

ALFONSO REYES ALVARADO

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