Una defensa deplorable

Carmen Inés Cruz Betancourt

Aprecio y admiro de modo especial a nuestro paisano Manuel Elkin Patarroyo. Me enorgullecen sus logros y me entristece que el apoyo económico que recibe no sea ni suficiente ni continuado para que su importante trabajo investigativo sobre virus, bacterias y parásitos, logre los resultados que espera en materia tan vital para la humanidad como es la producción de vacunas.
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Las dificultades que ha enfrentado incluyen la oposición de poderosos laboratorios con fuertes intereses económicos y la incomprensión sobre los procesos complejos y prolongados que implica ese tipo de investigación. Pasa también, por el temor de muchas personas a las vacunas y, más recientemente, la presión de los conservacionistas de la vida silvestre que se oponen al uso de monos para hacer experimentos y a la comercialización de la fauna autóctona de la región amazónica. Son gajes de la investigación científica que Patarroyo y su equipo han sufrido y soportado con entereza y persistencia, y que acrecientan el mérito de su trabajo.

Dicho lo anterior, expreso el desconcierto que me causó el artículo de Hugo Patarroyo “La enfermiza obsesión de Ángela Maldonado”, publicado en este Diario (17-10), en el cual hace defensa de su hermano y de su trabajo. La razón es que arremete contra su contradictora con argumentos inaceptables. Comienza por señalar que es alguien que se formó en Administración de Empresas en la Unad y, sugiere que para “blanquear” ese antecedente adelantó un Master y un Doctorado en Oxford Brooks University, universidad que subvalora y, en suma, por esas razones considera poca cosa a la Dra. Maldonado para interferir el trabajo de su hermano.

No conozco a la doctora Maldonado pero el malestar que me produjo tanto irrespeto a la persona y a las instituciones educativas en referencia me llevó a indagar por Google sobre esta y encontré que se trata de una universidad respetable, con logros importantes. Y en todo caso, que no sea tipo Oxford, Harvard, MIT o Uniandes, no autoriza para descalificar otras instituciones de educación superior.

Sugiere además el columnista, que ser Administradora de Empresas no le da para defender a los monos del Amazonas. Al respecto le pregunto si la sensibilidad por los animales, por la naturaleza, las fuentes hídricas, los páramos, los parques naturales, ¿Es privativa de algunas profesiones específicas? Se requiere ser graduado en bacteriología, microbiología, biología, medicina o ingeniería forestal? ¿Qué diría entonces si la defensa de la fauna y flora de nuestras selvas la formulan los indígenas que no han cursado ni la escuela primaria? ¿Alguien que tiene formación básica en Administración no puede tener sensibilidad por los animales?

Además, por ser Administradora de Empresas automáticamente la califica de “mercachifle” igual que a “National Geographic” al que se refiere con menosprecio, así como al premio Buffett 2020 que otorgó a la Dra. Maldonado, sobre quien destacaron que “ … desde hace más de 20 años ha dedicado su vida a combatir el comercio ilegal de vida silvestre en la frontera colombo-peruana. Ella es Ángela Maldonado, una primatóloga y PhD en Conservación de la Universidad de Oxford Brookes, quien ha hecho suya esta lucha a pesar del riesgo que supone defender una causa de esta magnitud …”

Es loable que usted, estimado Hugo, defienda el trabajo de su distinguido hermano, pero los argumentos a que acude no son aceptables, ni siquiera para quienes discrepan de la postura conservacionista de la Dra. Maldonado. O acaso, ¿su ataque tiene que ver con el hecho de que sea una mujer quien hace oposición? porque eso se llama machismo, o misoginia.

CARMEN INÉS CRUZ BETANCOURT

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