Se calientan motores

Jaime Eduardo Reyes

Al cumplir dos años de gobierno y al acercarse las elecciones parlamentarias, estamos a año y medio, y la política empieza a recuperar espacios en la agenda mediática, será un periodo extraño, en medio de una gran incertidumbre, en donde el populismo será protagonista de primer orden.
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La opinión sobre los Partidos políticos y el Congreso es altamente desfavorable, así lo indica la encuesta de Invamer, por lo que el reto que tienen es muy grande, y si se le suma que el confinamiento les ha imposibilitado el contacto con los electores, el desafío es aún mayor. Seguramente el sistema se mantendrá en la tradición clientelar y la búsqueda de opciones alternativas, no habrá muchas opciones de renovación y cambio. La tendencias mayoritarias en Colombia son las de derecha y centro, y los partidos con mayor aceptación son el Liberal y el Centro Democrático. 

El gobierno Duque será recordado como en el que se vivió la pandemia del coronavirus, seguramente se le reconocerá aciertos y fracasos en el manejo de la crisis sanitaria y económica, se recordará con mayor intensidad a los ministros de salud, educación y comercio, también al de hacienda y al director de planeación, los contradictores políticos encontrarán argumentos para criticarlo y de paso para construir sus plataformas políticas y los aliados se mantendrán prudentes hasta cuando les sea más rentable hacer otra cosa.

Las últimas encuestas sobre la percepción que tienen los colombianos indican que el principal problema que tiene en este momento el país es la corrupción, seguido del desempleo y el coronavirus. Estamos de acuerdo que esos problemas son las tres pandemias del país y que la política electoral deberá ocuparse de estos.

Hoy, según Invamer, se le reconoce al gobierno Duque que el país ha mejorado en la asistencia a la niñez, las relaciones internacionales, la calidad y cubrimiento del transporte y carreteras, y la construcción de vivienda popular; también se reconoce que se ha mejorado en medio ambiente, en calidad y cubrimiento de servicios públicos, y en la asistencia a la vejez; y se ha empeorado en la calidad y cubrimiento de la educación, y en la economía. En otros temas se encuentran breves mejoras, empeoramientos, o percepciones de estabilidad. A la fecha el presidente tiene una aprobación superior al 52% y su vicepresidenta registra en las opciones presidenciales. Como es lógico, los ex candidatos más votados en la campaña pasada son los que hoy registran mayor intención de voto.

La campaña política se verá impregnada de populismo, situación peligrosa y poco recomendable para el futuro de un país institucionalmente débil. Es probable que se escuchen propuestas irrealizables pero llamativas. Y ya que en política es más fácil odiar que amar los ataques al gobierno serán recurrentes con el fin de ganar votos. Lo que quisiéramos muchos es que se pase de la crítica a propuestas concretas, que se supere el diagnóstico y se diseñen programas, que la motivación política sea el bienestar general y no particular.

JAIME EDUARDO REYES

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