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La 35ª conmemoración ha rescatado sueños y proyectos que se olvidan por temporadas, anhelos de recuperar la importancia económica y social que se tuvo.
Con el deseo intacto de conservar la memoria, se ha renovado el interés por recuperar el entorno y concretar las oportunidades que tiene la región. La ley de honores a Armero espera de la bancada de congresistas un mayor acompañamiento para exigir al gobierno su cumplimiento.
Pienso que de no haber ocurrido la tragedia de Armero, este municipio se habría convertido en el epicentro de desarrollo de una región que integraría a municipios de Caldas, Cundinamarca y Tolima. Su ubicación lo habría convertido no sólo en una zona agroindustrial sino también en un potente centro logístico. A mi juicio ese rol lo podría cumplir Mariquita.
Hoy, las ventajas comparativas siguen presentes en la zona, el desafío es lograr transformarlas en fortalezas territoriales.
Ahora que el Gobernador Ricardo Orozco ha solicitado la inclusión del Tolima a la RAP Eje Cafetero, una pregunta es; ¿cuáles estrategias y proyectos podrían impulsar el crecimiento de la región norte del departamento?
La primera podría ser articular el corredor Ambalema, Lérida, Armero, Mariquita, Casabianca, Palocabildo, Falan, Fresno, al sistema de ciudades de Honda-La Dorada-Puerto Salgar, usando las herramientas diseñadas para municipios ZOMAC y la ley de honores a Armero, Ley 1632 de 2013.
Otra estrategia es la de mejorar la infraestructura vial para hacer de esta región un centro logístico que conecte el Alto Magdalena con el Magdalena Medio, y el centro del país con el occidente, construyendo la vía Cambao-Líbano-Manizales, conectada a la vía Flandes-Honda-Puerto Salgar, proyecto vial que incrementaría la conectividad y la competitividad territorial. En este mismo sentido modernizar el aeropuerto de Mariquita, José Celestino Mutis, y recuperar las rutas a Medellín y Bogotá creando ventajas competitivas.
Un proyecto clave de integración regional es el Geoparque, tiene como pilares la geoconservación, la geoeducación, y el geoturismo. Este proyecto liderado desde Manizales, presentado ante la UNESCO, trabaja por la gestión de riesgo volcánico, educando a las comunidades, vinculándolas al rescate del patrimonio, mostrando al mundo la inclemencia de no prevenir los posibles riesgos de los fenómenos naturales, en donde las ruinas de Armero cumplen un papel de advertencia sobre posibles situaciones; de aquí la importancia de formular un plan de conservación de estas ruinas.
Es evidente que existen muchas iniciativas en agroindustria, turismo, y biodiversidad, lo importante es que el gobierno departamental visualice esta región como aquella con mayores cercanías y similitudes al eje cafetero, y proponga un nuevo encuentro de países amigos para renovar su colaboración.
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