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Ibagué terminó el 2020 siendo la ciudad con mayor desempleo juvenil, y durante el trimestre enero- marzo la situación no cambió. Hoy por hoy, 32 de cada 100 jóvenes, entre 14 y 28 años, no tienen empleo. Es una situación realmente desalentadora para los jóvenes y sus familias, por lo que requiere atención inmediata. En 2020 se cerraron 12 mil 190 micronegocios en la capital del Tolima, se pasó de tener 62 mil 785 unidades de negocio de este tipo a 50 mil 595. La ciudad se ha caracterizado por tener muchos micronegocios, y durante la pandemia este sector no tuvo el apoyo y el acompañamiento que requería.
Con respecto a 2019, el año pasado se graduaron de nuevos pobres 68 mil 899 ibaguereños, llegando a un total de 236 mil 965. 55 mil 155 ibaguereños cayeron en pobreza extrema, alcanzando un total de 72 mil 675. Evidentemente la clase media se afectó significativamente, la pobreza afecta a aproximadamente 310 mil Ibaguereños.
Antes del confinamiento por la pandemia un poco más del 99% de los hogares comían 3 veces al día, la Covid-19 deterioró la seguridad alimentaria; de cada 100 hogares que consumían tres comidas al día, 12 dejaron de hacerlo. Esta situación es inadmisible en un departamento que es despensa agrícola, urge programas de seguridad alimentaria que garanticen que todas las familias de Ibagué consuman las tres comidas diarias.
La pandemia también afectó la cobertura educativa en Ibagué, y es muy probable que la calidad de la enseñanza. Durante el último trimestre del año pasado el 14,1% de los niños no continuaron con las actividades educativas desde que cerraron las escuelas, en este 2021, en el primer trimestre, el 12,3% no continuaron con sus estudios. El último informe referenciado en este diario por Luis Eduardo Chamarro nos indica que hubo 6 mil 393 estudiantes menos matriculados entre 2019 y 2021. No se puede ser complaciente con esta situación, se requiere que las autoridades focalicen los casos de deserción y desarrollen estrategias para el regreso de los estudiantes al sistema educativo.
Los anteriores problemas son solamente algunos que están afectando y ofendiendo directamente a los ibaguereños. Es un error no atender esta situación. No estamos en la normalidad de principios de 2020, las actuales condiciones demandan rediseñar las prioridades del gobierno, redireccionar las inversiones y el gasto público.
La gente está pensando en el hoy, hay que entender que no es momento de seguir en la comodidad de los anuncios y de lo que se hará en 5 años. La gente quiere soluciones ahora, de lo contrario el malestar social crecerá y explotará.
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