En septiembre de 1993 el presidente Gaviria nombró una Comisión de diez destacados colombianos en diferentes campos. Dicha comisión, llamada “de sabios”, tenía como misión “entregar al país una nueva carta de navegación con los rumbos de la ciencia, la educación y el desarrollo”. Como coordinador fue nombrado Carlos Eduardo Vasco Uribe, matemático y físico de amplia trayectoria académica.
La misión presentó en julio de 1994 un texto denominado “Colombia al filo de la oportunidad” y en él se fijan las principales recomendaciones para el futuro del país. Veinticinco años después se da una nueva convocatoria, esta vez internacional y ampliada a 43 sabios, excluyendo al coordinador de la misión anterior, cuando con Duque se había hablado de su participación.
En una carta abierta al presidente y a la vicepresidenta, Vasco denuncia la forma en que el nuevo gobierno desconoce el trabajo del pasado y está convirtiendo la “oportunidad” en un mecanismo para entronizar una visión política que pretende crear una hegemonía ideológica en el país. En esa carta cuenta el doctor Vasco, desde los atropellos a un mínimo protocolo en la reunión del 8 de febrero de 2019, hasta la exclusión de la educación como tema central de las discusiones.
Menciona Vasco cómo el gobierno está implementando una estrategia para acallar las voces que piensan distinto y para ello se vale del desconocimiento del pasado, es decir de la historia: “Obviamente parece que el gobierno y el partido de gobierno no consideran la historia como ciencia, sino como herramienta de indoctrinación y control, al tiempo que proponen un proyecto en el congreso para penalizar a los maestros que señalen a sus estudiantes las dimensiones críticas, éticas y políticas de la historia. Una Misión sin historia no es misión”.
La carta dice verdades que solo se repiten en voz baja: “Lamento decirle Sr. Presidente, que en mi no muy humilde opinión, usted no se ha posesionado todavía como Jefe de Estado de la digna y altiva República de Colombia, sino solo como mayordomo de la finca de cierto expresidente, que resultó ser, como lo temíamos, una plantación colonial más de los Señores Trump, Pence y Bolton, amenazando así con reversar otra vez 200 años de la tenue independencia de nuestra república”.
García Márquez, que hizo parte de la primera comisión de sabios, escribió en el libro “Colombia al filo de la oportunidad” una proclama llena de optimismo, donde sueña con que se “abra al fin la segunda oportunidad sobre la tierra que no tuvo la estirpe desgraciada del coronel Aureliano Buendía”.
Lamentablemente esa oportunidad que analizaron los sabios se está convirtiendo en un precipicio que solo podemos evitar, si despertamos del marasmo al que nos están llevando los dueños del poder.
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