El Museo del Arte del Tolima, una obra que enorgullece a la ciudad y que, como todo lo referente a la cultura, ha estado sometido a una crisis económica permanente, abrió anoche las puertas para que una gran cantidad de jóvenes y adultos se extasiaran frente a los grabados del gran pintor español Francisco de Goya.
El fundador y tutor del museo, el pintor Darío Ortiz Robledo, reafirmó su empeño de seguir brindando a la ciudad oportunidades de dialogar con el arte universal: “Este museo no está para cerrar, sino está para crecer, por eso en medio de la crisis propusimos el proyecto más ambicioso que hemos hecho en nuestra historia para mostrarle a Ibagué, a Tolima, a Colombia y a nosotros mismos que estamos para cosas grandes”.
La exposición matizada con la presencia de actores que ambientaron la época en que vivió Goya busca interiorizar en su propuesta estética y aproximar al espectador a una obra, con más de doscientos años de haber sido plasmada. Goya vivió ochenta y dos años en un contexto histórico convulso en ideas y conceptos que influyeron en el futuro, no solo del arte, sino en todas las manifestaciones humanas: la Inquisición, la Revolución Francesa, la promulgación de los Derechos del Hombre, el desarrollo de Romanticismo, la caída de Napoleón, entre otros. De esta manera también su pintura evolucionó desde el Rococó hasta el romanticismo y más allá hasta considerarse hoy uno de los precursores del expresionismo.
Recomiendo la lectura del libro “La quinta del sordo”, escrito por el poeta tolimense Nelson Romero Guzmán, como homenaje a Goya. En el poema que da nombre al libro afirma Romero: “Bastó la parálisis de un sentido para que otras visiones vinieran en su ayuda”. Magnifica explicación del poeta sobre la transformación que sufrió el pintor a partir del año 1793, cuando es atacado por una enfermedad que le restringe su movilidad y lo deja sordo. A partir de ahí se agudizan sus otros sentidos, interioriza sus dilemas y cambia su estilo. De ahí surgen “Los caprichos” un conjunto de 80 grabados, 78 de los cuales se exponen en el Museo de Arte del Tolima y en ellos enfatiza la crítica, la ironía y el sarcasmo a la sociedad española a la que caricaturiza a través de sus imágenes y fantasías.
Las puertas del MAT están abiertas en forma gratuita hasta 31 de diciembre. Márgareth Bonilla y su equipo están prestos a recibirlos y a guiarlos en el recorrido que incluye actividades lúdicas.
Si usted va por la calle desprevenidamente y encuentra a un hombre extraño con frac y sombrero, déjese invitar y sígalo hasta el MAT, es el propio Goya que está de paso por Ibagué.
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