Compromiso de todos

Para que los programas de prevención sean efectivos es preciso que su alcance se extienda a todos los sectores y que perduren en el tiempo; de lo contrario serán esfuerzos inútiles y su eficacia será limitada.

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicidio es un problema de salud pública, cuyo manejo por parte de la sociedad está rodeado de estigmas y mitos que impiden a las personas en situaciones de riesgo buscar ayuda oportunamente. La prevención del suicidio compete a los gobiernos, la sociedad, las familias y los medios de comunicación. 

Las instituciones sanitarias tienen la responsabilidad de elaborar políticas y programas que permitan conocer a fondo la situación de cada región y los protocolos para seguir en estos casos; así mismo, con el apoyo de equipos interdisciplinarios, han de diseñar estrategias que faciliten la intervención y la atención de quienes se encuentran en riesgo.

Para que el entorno de las personas con pensamientos o comportamientos suicidas pueda reaccionar de manera oportuna, es necesario que se difundan masivamente las señales que permitan identificar estas conductas y concebir planes de sensibilización sobre estos temas en las comunidades, los colegios, el trabajo y las familias. De igual manera, es esencial  trabajar en la detección temprana y que se efectúe un seguimiento y acompañamiento a quienes han intentado suicidarse. No menos importante es la orientación que se ha de brindar a los familiares para que conozcan la mejor forma de prestar apoyo. Se requiere, también, que se desmitifiquen las creencias equivocadas alrededor de estos temas.

Los medios de comunicación pueden participar activamente en el trabajo de la prevención, entregando información precisa sobre dónde se puede encontrar ayuda, publicar historias sobre cómo enfrentar situaciones difíciles o pensamientos suicidas, y tener especial precaución con la difusión de suicidios de personajes famosos. En Ibagué, en lo que va corrido del año, 27 personas se han quitado la vida y 304 lo han intentado. Las mujeres y los jóvenes entre 15 y 19 años son los grupos más afectados. Los conflictos de pareja, los problemas familiares y las dificultades económicas se encuentran entre las principales causas que influyen en los suicidas.

El alcalde de Ibagué, Andrés Hurtado, anunció que su administración se encuentra trabajando en la implementación de un programa denominado “Escuadrón defensores por la vida”. Este programa se combinará con otras estrategias como “Psicólogo al barrio”, por medio del cual se recorren las comunas y los corregimientos para orientar a líderes comunitarios y la comunidad en general, y una línea de atención que funciona 24 horas. Para que los programas de prevención sean efectivos es preciso que su alcance se extienda a todos los sectores y que perduren en el tiempo; de lo contrario serán esfuerzos inútiles y su eficacia será limitada.

EL NUEVO DÍA

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