En un debate de control político al que fue citado el gerente del Imdri, Juan Sebastián Fonseca, los concejales expresaron su preocupación por el futuro de los escenarios deportivos de la capital.
Su intranquilidad tiene fundamento y nos incumbe a todos, pues se trata de obras en las que se han invertido cuantiosas sumas de los presupuestos nacional y local, que se destinaron para reparar los enormes perjuicios que se causaron a Ibagué y a los deportistas por cuenta de la catastrófica organización de los juegos deportivos nacionales de 2015, que dejaron los escenarios deportivos destruidos y a los deportistas sin lugares para sus entrenamientos.
En el debate, los concejales indicaron que no se conocen manuales de mantenimiento de los escenarios ni planes de sostenimiento a largo plazo, con lo cual se crea incertidumbre sobre su futuro. Tampoco es claro donde se puedan obtener los recursos necesarios, pues hay un déficit en el Imdri por más de 1.800 millones de pesos y no se conoce un modelo de fiscalización de los recursos que ingresan por concepto de la tasa pro-deporte y recreación.
El concejal Arturo Castillo expresó que no puede ser que en el sostenimiento de los escenarios se gaste más de lo que se recauda, y augura que si no se establecen planes de sostenibilidad, la ciudad tendrá unas obras concluidas, que a largo plazo se convertirían en elefantes blancos.
Se conoció en la sesión que algunos escenarios ya evidencian deterioro y otros presentan desgaste. Se informó, por ejemplo, que el complejo de raquetas no tiene agua y no se le puede hacer mantenimiento a la cancha de polvo de ladrillo.
El gerente del Imdri, por su parte, reconoció que los ingresos son insuficientes (se recaudaron 496 millones de pesos en 2021 y 848 millones en 2022), mientras que para el sostenimiento se requieren más de 2.600 millones de pesos. No obstante, planteó que esperan obtener más recursos por concepto de publicidad, la realización de eventos y aportes de empresas.
Al conocer la realidad económica de los escenarios se hace imperioso agilizar la búsqueda de ingresos. Los gobiernos seccional y local plantearon como opción la promoción de la ciudad como destino deporte, a fin de aprovechar los nuevos escenarios y como una forma de reactivar la economía, ya que estos eventos atraerían turistas y se dinamizarían sectores como el hotelero, los restaurantes y la actividad comercial.
Es necesario programar una agenda de eventos deportivos para todos los meses del año. Con el mundial de patinaje, el campeonato de atletismo y el torneo de tenis Ibagué demostró que está en la capacidad de organizar competencias nacionales e internacionales de calidad.
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